Unicaja Costa de Almería, un equipo 'maniatado' por la actitud y la aptitud
El equipo almeriense 'vuelve a sus inicios', tras una aciaga temporada en la que acaba sexto, la segunda peor clasificaciónde la historia
Sin paños calientes. Unicaja Costa de Almería ha tocado fondo con la derrota del pasado domingo en Los Planos de Teruel, la cual certifica la ... peor clasificación histórica del equipo blanquiverde en la máxima categoría, sólo superada por la del primer año, en la temporada 1989/90. Entonces acabó en la última posición, pero eran otros tiempos. Aquel equipo que defendió los colores de aquel proyecto ideado por el añorado Moisés Ruiz y auspiciado por la entonces Cajalmería, tuvo como recurso el de un grupo de almerienses, nacidos o llegados para convertirse, y la aportación de jugadores en construcción. Lo del domingo pasado en Los Planos no tendría mayor importancia porque es hasta normal perder con un rival con el que se han disputado muchas finales en la última década, pero la cuestión es que a esta eliminatoria a vida o muerte del pasado fin de semana se llegó con el vicio de una temporada aciaga, con el cruce en contra y demasiado pronto, porque el rival, que fue mejor, no se vio obligado a hacer 'arte' para lograr el acceso hacia la siguiente etapa de la competición. En la temporada, el equipo blanquiverde tuvo procesos de buen juego, pero siempre con el denominador común de la actitud y la aptitud para cerrar tan drásticamente el camino por las tres competiciones disputadas.
Porque a lo largo de un curso que empezó tarde y ahí está el primer o el segundo gran error, según se mire, el equipo jugó siempre con la presión añadida de los resultados –la obligación de tener que ganar–, con la equivocación como denominador común y, que supone un 'varapalo' importante por la costumbre. Unicaja Costa de Almería, que es la denominación con la que se cubre el nombre del club –este es el CV Almería y la entidad y la marca turística de Diputación Provincial de Almería son los principales patrocinadores–, ha dado un bajón inesperado –o no–, sobre todo después de 'deshacerse' de la mitad de la plantilla que logró, el curso pasado, ganar la Superliga y llegar a la final en Copa.
Rendir cuentas
Y lo mismo es momento de rendir cuentas por la confección de una plantilla limitada para luchar por los objetivos que, hasta no hace mucho, iban encaminados a jugar finales. La de la Supercopa por ejemplo no es mérito de la actual plantilla, sino del logro conseguido el curso pasado. Por una u otra cosa, el inicio de la pretemporada –tardío– vició el resto de competición para un equipo 'obligado' a competir. Ante Melilla Sport Capital, aquel día, sólo se había trabajado poco más de una semana –un partido de preparación frente a Benfica y que deparó la lesión de Juanmi González– para medirse a un equipo con el objetivo del título entre ceja y ceja y preparado con bastante más antelación.
El actual equipo sólo mejora la clasificación de la primera temporada, en la que la ampliación de la categoría evitó el descenso
Y los tropiezos se han ido solapando con algunas actuaciones notables que alimentaron el proceso que ha provocado toma de decisiones que, visto el paso del tiempo, no han sido las adecuadas, porque en muchos tramos del torneo faltó o actitud o aptitud o ambas cosas en una plantilla confeccionada sin recambios, sin jugadores capaces de salir del banquillo para cambiar la forma de ir andado el camino hacia los objetivos. Y es que con la historia no se ganan títulos, pero no puede quedar 'desmerecida'.
Trazar las metas
Ahora hay que empezar a trazar los objetivos ya, cuanto antes, con vistas al curso próximo para que nada se quede 'suelto' porque la historia del club necesita de decisiones claras. El sexto puesto con el que se cierra el curso 2022/23 supone un retroceso en la historia de la entidad ahorradora. Esa posición en el campeonato de Superliga supone la segunda peor clasificación de la historia de Unicaja Costa de Almería, sea ese u otro el 'apellido' de la citada entidad. La más baja fue la del año del debut en aquella División de Honor conquistada en abril de 1989 y 'mantenida' gracias a la ampliación de la categoría un año después. Entonces, en marzo de 1990, se perdía el playoff de permanencia frente a Caja Duero de Soria en el Colegio San José de Soria y la ACEVOL, con el almeriense Manuel Arqueros entre los integrantes, acordó ampliar la competición en número de participantes rescatando del descenso al equipo almeriense.
La plantilla blanquiverde de ahora no es ni mínimamente comparable a aquella que dirigió el añorado Moisés Ruiz en la temporada 1989/90, la cual fue confeccionada con los mismos jugadores que habían logrado el ascenso en el entonces Pabellón Municipal de Deportes unos meses antes –ante los Mentor Xátiva, Complutense de Valladolid o Noshaga–, que se vio reforzada con la llegada de los Felipe Medina, Vanyo Arshinkov y Oliver Stamm, cuando actualmente hay cinco campeones de Superliga Masculina, haya sido con Unicaja Costa de Almería o con otro equipo o incluso con los dos. Pero sí que es cierto que el sexto puesto debe ser motivo de estudio porque hasta el de la temporada siguiente a la permanencia que acabó en quinta posición y que permitió que el equipo blanquiverde compitiera en Europa un año después. Ese curso posterior acabó en una cuarta posición que la volvería a repetir en la campaña 2005/06. Aquella dio pie a estar siete temporadas seguidas perdiendo finales, pero jugándolas, y cerró a una etapa a la que se llegó tras haber conquistado el título liguero en seis cursos consecutivos u ocho en nueve ediciones, desde que se probara el oro, en la temporada 1996/97. Lo de ahora es una 'indigna' celebración a los 25 años del segundo puesto en la Champions.
Si se dice que en el deporte una veces se gana y otra se aprende, lo de este curso pasa a tener el mismo matiz que el de 2015/16, porque ambos son irrepetibles, sobre todo este último porque aquel supuso la conquista del único triplete logrado por la entidad, el de este recién concluido de forma abrupta refleja una derrota en el playoff a las primeras de cambio, como sucedió en la Copa del Rey o como en la final de la Supercopa. Los resultados obligan a empezar a diseñar el futuro y para mañana ya es tarde.
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