BM Roquetas agrava su crisis en Zuazo

El poderío físico de las locales fue demasiado para el equipo del Poniente que aguantó muy bien el tirón inicial. Tal es así que a falta de diez minutos tan solo había un tanto diferencia en el electrónico. El partido se le hizo largo a un conjunto que pide refuerzos y que echa ya demasiado de menos a Gemma Sánchez, que desgraciadamente se perdera el resto de temporada.

En los primeros compases ya se reflejaron esas malas sensaciones en ataque. El Balonmano Roquetas no tuvo chispa ninguna, ni en estático ni en transición, y solo buenas secuencias en el lado trasero de la pista les mantuvo con vida. Casi cinco minutos tardaron en perforar la red del Zuazo por primera vez en todo el encuentro. No hubo forma de generar grandes ventajas para plantarse a placer ante la meta vasca. Las sensaciones fueron las de un equipo que sumó puntos en el casillero por destellos de calidad, pero forzando demasiado. Todo lo contrario que en la bancada contraria, en la que las de Joseba Rodríguez vivieron y mataron en transiciones rápidas. El estilo agresivo y el ritmo frenético permitió a las de casa cruzar la pista en menos de cinco segundos y encontrar muchos pasillos hasta la portería indálica para firmar un arrollador 10-5 en el primer cuarto de hora de juego.

Ante el descosido que sufrieron en transiciones, Agustín Collado se vio obligado a parar un partido que ya se le estaba poniendo demasiado cuesta arriba. Un par de retoques tácticos del míster, con mucho atino. multiplicados por la implicación de las jugadoras pusieron algo de cordura a un loco encuentro. El Costa de Almería pasó de encajar una decena de goles en los primeros 15 minutos, a recibir tan solo uno en los 12 siguientes. Todo un éxito que empezó a hacer creer a un equipo joven y unido. Sin embargo, el peaje le salió bastante barato a las de Barakaldo. El marcador se movió más lento que el juego y apenas tocaron los dos de desventaja en el final de la primera parte, un hito que obligó al entrenador de Vizcaya a pedir tiempo muerto para cambiar la dinámica impuesta.

El BM Roquetas resucitó con los ajustes defensivos y plantó cara a un Zuazo que quitando de la avalancha inicial no atacaba con comodidad. Tal fue así, que durante el primer tercio de la segunda mitad el marcador reflejó, en su mayoría, un resultado empatado, fruto también del partido trabado que impusieron las visitantes.

Con las espadas por todo lo alto y con un partido totalmente nuevo, las de la provincia de Almería fueron víctimas de la cara más irracional que tiene el balonmano. Con 16-16 en el electrónico y con alguna decisión arbitral polémica en contra, encajaron gol en cuatro ataques consecutivos para quedarse en la lona mirando al techo. En busca de la reacción Agustín Collado frenó el partido con su segundo tiempo muerto, pero sus jugadoras seguían en estado de shock. De hecho, terminaron por entrar a los momentos decisivos seis tantos por debajo y sin opciones de rascar siquiera un empate en casa del tercer clasificado.

La derrota agrava la situación de crisis que vive el equipo del Poniente, que llegará a la novena jornada de la segunda máxima categoría del balonmano español como antepenúltimo y con solo cuatro puntos en su casillero, uno más que el BM Pozuelo y dos respecto al Almassora.