Pablo Jaramillo, un bronce para la historia de Almería

Jaramillo formó equipo con Ricardo Ten, que ya había rozado la presea en la competición individual, y Alfonso Cabello, que obtuvo la medalla de oro en esa prueba y que, por tanto, se corona como uno de los grandes triunfadores del evento.

El equipo español logró marcar el tercer mejor tiempo con un fantástico 49.571, en una clasificatoria dominada por China y Gran Bretaña, emplazándose a la pelea por el bronce contra Francia, cuarto mejor registro en la serie de acceso a las finales.

En la final, Ricardo Ten, con una gran dosis de motivación tras quedarse a las puertas de las medallas en la persecución, fue el encargado de realizar la arrancada para el equipo nacional, con Jaramillo completando el segundo relevo y el oro paralímpico en kilómetro, Alfonso Cabello, culminando el trabajo de sus compañeros en una última posta antológica que aupó a España al tercer peldaño del podio con un tiempo de 49.209, mejorando significativamente en la final ante el empuje del combinado galo. De este modo, el almeriense subió por primera vez a un pódium de unos Juegos Paralímpicos y Ten volvió nueve años después reconvertido en ciclista para agrandar su leyenda labrada antes en las piscinas. El valenciano dispondrá, además, de una nueva opción de medalla en la prueba contra el crono en carretera que se disputará la semana que viene en Fuji.

Por su parte, Alfonso Cabello conquistó un nuevo metal y cierra unos Juegos Paralímpicos sobresalientes con su oro en el kilómetro y este premio al trabajo en equipo en la velocidad; quinta medalla en los Juegos Paralímpicos para un ciclista que continúa aumentado un palmarés ya envidiable. El almeriense reconoció, tras recibir la medalla, que «ha sido una medalla muy cara», ya que «sabíamos que Francia era un rival importante, han mejorado su tiempo y nosotros le hemos dado la vuelta. Tengo la suerte de estar con Ricardo y Alfonso que no se han descuidado en ningún momento».

Pablo Jaramillo, que atendió a IDEAL nada más bajar del pódium, destacó que «ahora toca celebrarlo», aunque reconoció que «hay que asimilarlo y, además, esto es un poco una locura, tenemos que hacer el traslado del hotel para los que van a participar en las pruebas de ruta y crono en carretera y tenemos que hacer las maletas y mudarnos, pero muy contentos y con ganas de festejar».

Cabello tuvo palabras de elogio para el almeriense y para Ten, destacando que «mis compañeros lo han hecho genial; todos hemos ido a una y aquí está el resultado, un metal que en unos Juegos Paralímpicos se cotiza muy caro y nos sabe a gloria». El valenciano también quiso hacer extensiva su felicitación a sus compañeros y reconoció que «los relevos siempre son algo especial. Las medallas individuales saben muy bien, pero las de equipo saben el doble. Esta medalla va para mis hijos y para toda la gente que me quiere. Nos han apretado de lo lindo y hemos sabido sufrir y apretar más en la final. Es un bronce, pero me sabe a oro». El metal cierra una larga etapa para un Pablo Jaramillo que se quedó muy cerca de clasificarse para los Juegos de Río de Janeiro y que tenía claro que esta cita era la definitiva para alcanzar el sueño.

Primero tuvo que conseguir la clasificación, más cara que nunca, logrando grandes resultados en las pruebas celebradas en el Circuito de Valencia. Después, llegó la concentración de Palma de Mallorca, intensa y en la que durante más de dos meses solo tuvo un permiso de dos días para volver a Almería a visitar a sus familiares. La llegada a Tokio tampoco fue sencilla. El ciclista almeriense sufrió los efectos del 'jet lag' y durante las primeras noches no pudo dormir, lo que afectó a la calidad de sus entrenamientos. Se repuso a tiempo y ya luce una medalla para la historia del deporte almeriense.