La Clásica, una carrera con querencia para los grandes

La carrera almeriense ha sido tradicionalmente dominada por los equipos de la máxima categoría, contándose sólo la excepción de 2014 cuando un joven Sam Bennet se llevaba la victoria para un equipo profesional continental, en los inicios del ahora todopoderoso Bora-Hansgrohe. Aún así, esto no será más que un aliciente para que los mejores equipos de la segunda categoría –denominados a partir de 2020 UCI Pro Teams–, aspiren a estar en Almería con el objetivo de romper la tiranía de los grandes. Así, los número uno del circuito europeo o del americano han solicitado ya su plaza en la prueba.

Todas estas solicitudes serán seleccionadas y negociadas por la organización en las próximas semanas para configurar una participación de equipos y ciclistas en consonancia con el alto nivel del que la carrera almeriense ha hecho gala año tras año, buscando poner de nuevo en las carreteras de Almería a la élite internacional.

Entre las que no es desacertado pensar se encontrarán algunas de las mayores figuras del esprint y las carreras de un día, con la intención de inscribir su nombre en un palmarés privilegiado como es el de Clásica. Muy pocas carreras en el mundo pueden presumir de una lista de ganadores como la de la carrera almeriense con corredores como el belga Wilfried Nelissen; el 5 veces campeón del mundo en pista Theo Bos, el también pistard Leigh Howard, que acumula otros 4 mundiales en la pista, el danés Magnus Cort, corredor polivalente y muy poderoso que ya atesora etapas en Tour y Vuelta; corredores de la primera línea del esprint como Sam Bennet, Caleb Ewan o Pascal Ackermman, auténticos dominadores de las llegadas masivas y que han copado las victorias al esprint en las tres grandes vueltas; o figuras consagradas como Michael Matthews y un corredor de leyenda como ya es Mark Cavendish, campeón del mundo en 2011 y ganador de nada menos que 30 etapas en el Tour. Sin olvidar las alineaciones de gala con las que los grandes equipos arropan a los líderes de la velocidad, poniendo en la línea de salida autenticas alineaciones de lujo para disfrute y favoreciendo un espectáculo deportivo del máximo nivel.

Este interés de las grandes escuadras por la carrera de Almería en un contexto como el del ciclismo actual, cada vez más universal y en expansión hacia los cinco continentes, es un reconocimiento para toda Almería, que se ha convertido en un nombre imprescindible del calendario ciclista mundial, con los beneficios que supone para su proyección turística y comercial, haber construido una marca de prestigio dentro de un deporte de seguimiento masivo como es el ciclismo. Equipos de los cinco continentes se desplazan a Almería para la disputa de una carrera retransmitida en directo para Europa y Norteamérica, una gran oportunidad para la promoción de Almería.

 En este aspecto, y pese a sus más de treinta años de historia, la Clásica de Almería es una carrera joven para los cánones del ciclismo europeo, donde coexisten verdaderas pruebas centenarias como la Milán-Turín –su primera edición se disputó en 1876–, los Tres Valles Varesinos, que en 2020 celebrará su centésima edición, o la prestigiosa París-Tours, que llegará a las 114 ediciones. Esto da más valor aún a su posición como prueba referente en Europa y a su ascenso en pocos años al nivel de calidad y prestigio actual. Algo que sólo ha sido posible por la implicación, trabajo y colaboración de toda la sociedad almeriense, encabezada por la Diputación, ayuntamientos, empresas, cuerpos y fuerzas de seguridad y de los almerienses.