Carlos Carreño lo tiene claro: «Hay un Unicaja fuerte, con ganas de jugar bien»
El técnico blanquiverde está satisfecho; «hay un equipo que me ilusiona por cómo lo veo trabajar durante la semana»
Carlos Carreño volvió a casa para sentarse en el banquillo local –antes estuvo con otros equipos– y lo hizo nervioso, «cada vez que alguien tiene ... tensión y ese gusanillo quiere decir que está vivo», dijo al término del partido con el que Unicaja Costa de Almería debutaba en una temporada que se presenta ilusionante a tenor de lo visto sobre la pista en el primer partido, en el que consiguió imponerse a un rocoso UPV Léleman Conqueridor que seguramente, sin matices, hará sufrir a más de uno de los equipos que quieran ganarle. Pero los blanquiverdes, a diferencia de otras temporadas, se convirtió el sábado en un equipo al que, cuando no le salieron las cosas, no clavó la rodilla. Resiliencia puede que sea la palabra para un equipo que dejó imágenes interesantes, aunque sólo es el comienzo, pero un inicio ilusionante. «Quizás a nivel técnico, a principio de temporada, ya no sea todo lo exquisito que a nosotros los técnicos nos gustaría, pero la gente vio a un Unicaja que supo sobrepasar una situación difícil», expuso el técnico almeriense al término del partido.
Ahora toca seguir creciendo para un equipo en el que todos rayaron a buen nivel, si bien es cierto que las miradas están puestas en un joven de 23 años que juega fuera de su país natal por primera vez y que fue brillante en una de las tres 'patas' de un opuesto, el ataque, con un 68% de efectividad –26 ataques de 38 intentos, con sólo tres errores y dos ataques bloqueados–, si bien no dio puntos de bloqueo con sus 2,07 y en saque su rendimiento fue de un punto por cinco fallos. ¿Mejorable? Indudablemente, pero hay cosas que dificultan su desarrollo. « Él tiene mucho margen de mejora, se está adaptando al ritmo de entrenamiento, pues venía de prácticamente un mes después de su selección de no hacer nada, se está adaptando al clima, a la pelota, al colocador», reflexionó el técnico.
La vuelta
Carlos Carreño volvió a ser técnico de Unicaja Costa de Almería, casi 5.000 días después de que dirigiera al equipo en una final de Superliga en la que se despidió para 'volar', desarrollando su carrera en Alcobendas, Logroño, Teruel, Ginebra, selección española y Lugo. Sus sensaciones explicaban que «te iba a decir que fue como si nunca me hubiera ido, pero mentiría. Vuelvo con muchas ganas, vuelvo con un equipo que me ilusiona por cómo lo veo trabajar durante la semana». Habló de tener esperanzas «en que el trabajo que le estoy dando a los chicos va a servir para ir subiendo cada semana nuestro nivel. A nivel personal, antes del partido tengo que reconocer que tenía nerviosismo, tensión, gusanillo, llámalo como quieras, pero que no es ni más ni menos que las ganas que tengo y la ilusión por hacer una buena temporada y cada vez que alguien tiene tensión y ese gusanillo quiere decir que está vivo y eso es lo que le intento transmitir a los chicos».
Tras esas sensaciones, tocaba jugar o dirigir desde la banda a un equipo 'obligado' a ganar y lo hizo. «Me quedo primero con que ganamos a un equipazo». Reconoció que el rival «presentó un juego muy bonito, basado en saque y contraataque y fue muy difícil poder aguantar esa avalancha que por momentos era muy difícil de frenar». También explicó que «durante todo el partido el único equipo que ha tenido un momento bajo fuimos nosotros en el tercero, pero Valencia jugó cuatro sets a un altísimo nivel y hay que darle la enhorabuena porque hizo que este partido fuera emocionante, fuera muy bonito». Lo mejor es que sirvió para «poder demostrar a la afición que hay un Unicaja fuerte, con ganas de jugar bien, de aguantar el tirón que tuvo Valencia y aguantar y llevarnos los tres puntos».
Y esa resiliencia para sobreponerse a momentos duros la demostró el equipo en el tercer set, donde con siete puntos por debajo (4-11), trabajó para empatar y casi poder ganar. La victoria final en esa manga fue por una mala apreciación arbitral, pero Carlos Carreño destacó que «hubo momentos en que abrieron ellos con el saque, con 4-11, y aún así el equipo cree en sus posibilidades, es un equipo que tiene confianza, que consiguió llevar el set hasta el final. Fue un set muy bonito, ya no sólo para nosotros». En ese sentido se fijó en la afición. «Quizás a nivel técnico, a principio de temporada, ya no sea todo lo exquisito que a nosotros los técnicos nos gustaría, pero la gente vio a un Unicaja que supo sobreponerse a una situación difícil, volver de siete puntos, igualamos a 19 y el set fue para ellos. Un equipo muy rocoso que basó su juego en el saque y en el ataque y nos costó mucho trabajo».
Creciendo
Si bien es cierto que todos aportaron al rendimiento del equipo, la figura destacada fue la del opuesto canadiense Matt Neaves. «Tengo muchas expectativas», afirmó el técnico. «En este caso, para él, hablando en especial, no es que fuera el mejor partido o no, porque hay un grupo grande y hubo muchos jugadores que hicieron un gran partido. Él tiene mucho margen de mejora, se está adaptando al ritmo de entrenamiento, pues venía de prácticamente un mes después de su selección de no hacer nada, se está adaptando al clima, a la pelota, al colocador. Podemos decir que progresa adecuadamente, aunque hay varias facetas en las que él tiene que ser muy dominante, como son saque y bloqueo y seguramente lo va a hacer mucho mejor».
Ahora toca pensar ya en el siguiente reto, que será el sábado próximo frente a ConectaBalear Manacor, en el Miquel Ángel Nadal, a partir de las seis de la tarde. Un equipo dirigido por el argentino Álexis González, que fuese líbero de Drac Palma en sus años de títulos –entre 2003 y 2008– y que ha perdido a jugadores como Caetano Filter (Saint-Quintin Volley francés), Héctor Salerno (Police Union Qatar), Joaquín Monteagudo (Melilla Ciudad del Deporte) o Luis Vidal (UPV Léleman Conqueridor).
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