Cantera Sur se despide del sueño del ascenso

El equipo del Poniente comenzó con una victoria relativamente tranquila ante el Horizonte Atlética, considerado el rival más fácil del grupo. Sin embargo, la realidad golpeó duro en la tarde del sábado. El equipo de Triana, gran favorito para alzarse con el título, obligaba a los ejidenses a buscar ser el mejor segundo de la fase de ascenso y clasificar para la última oportunidad. Para ello, debían vencer al Attica 21 Hotels OAR Coruña, pero no lo consiguieron. El equipo de Carlos Peral cayó en un partido no apto para cardiacos, lo que les obligaba a ganar al equipo sevillano y esperar la derrota o el empate de los gallegos.

Solo se cumplió una parte del milagro. De poco sirvió el empate entre Horizonte Atlética y OAR Coruña, puesto que, como era de esperar, el Triana arrasó con el equipo de la provincia de Almería. Tras vencer por 16 y por 11 en sus dos primeros partidos de la fase de ascenso, los locales arrasaron al Cantera Sur para certificar el ascenso.

Los azulones, conscientes de la complejidad de su gesta, no se dejaron amedrentar por la enorme talla de su oponente. Sorprendieron al equipo de Triana y con dos primeros zarpazos de José Antonio Bravo y Esteban López lograron una ventaja de dos tantos que supieron estirar y aprovechar durante un buen tramo de la primera parte. Casi un cuarto de hora tuvo que esperar el conjunto sevillano para disfrutar de la primera ventaja.

Conforme avanzó el partido, los del Poniente perdieron el factor sorpresa y decayeron físicamente. En la recta final del primer tiempo, la igualdad inicial comenzó a resentirse, favoreciendo al equipo local también en decisiones arbitrales. Proin Triana aprovechó una polémica exclusión de Javier Andrés Torres y, en cuestión de minutos, pasó de ir perdiendo a vencer por 15-10 antes del descanso. Ahora, lograr el ansiado ascenso se había convertido en una misión imposible.

Hubo un atisbo de esperanza para el Cantera Sur, que en superioridad numérica logró recortar distancias al inicio de la segunda parte. Poco duró la ilusión. Con el regreso de los excluidos, se recuperaron las dinámicas y apareció uno de los nombres propios del partido: Martín Dávila. La exhibición del joven lateral encendió a El Paraguas y obligó al técnico azulón a pedir tiempo muerto. No hubo forma de protegerse del mejor equipo de la Primera Nacional, que durante los últimos quince minutos dominó y ganó sin apuros.