Demasiado Boadilla para el BM Roquetas

En esa tesitura, las rojiblancas buscaron sin éxito prolongar su buen momento después de ganar su primer partido de la temporada ante Pereda. Pero nada más lejos de la realidad, las del Poniente mostraron su versión más dócil frente a las segundas clasificadas y la que hasta el momento es la mejor defensa de la competición, con tan solo 83 goles encajados. Desde el primer instante, el poderío físico de las locales se impuso a la calidad y técnica visitante. La dureza defensiva desconectó al Roquetas de Mar, que a lo largo de los diez primeros minutos no consiguió la fluidez ofensiva que tanto le caracteriza. De hecho, el propio Agustín Collado se vio obligado a pedir un tiempo muerto a los 13 minutos de encuentro, debido a que su equipo tan solo pudo perforar la meta rival en dos ocasiones y una de ellas fue desde la pena máxima.

Tras los ajustes del entrenador almeriense, el Costa de Almería empezó a encontrar grietas en la defensa del Boadilla. Sin embargo, la mejora en el ataque no se pudo ver reflejada en el marcador. En primer lugar, por la actuación colosal de la que se erigió como una de las grandes protagonistas del partido, Irache Llana. La portera de la capital corrigió todos los errores de sus compañeras y evitó que las visitantes entraran de lleno en el partido.

Eso sí, el tablero de ajedrez cambió al completo y las fuerzas se empezaban a igualar conforme pasaban los minutos. Las almerienses empezaban a creérselo y, justo antes del descanso, encadenaron un parcial de 2-5 que avivó la llama de la esperanza en la remontada.

El paso por vestuarios no calmó la racha y las rojiblancas llegaron a reducir a uno, la desventaja que por momentos se alargó hasta seis. En Boadilla se respiró un clima de tensión con el Francisco Fernández Ochoa enmudecido. Sin embargo, las de Roberto Plaza volvieron a sus máximas, la defensa y el físico. El partido de balonmano se convirtió en una guerra y la cuarta jornada en una final. Las locales trabaron el partido en su beneficio con una dureza defensiva difícil de replicar y desconectaron a un BM Roquetas que dejó de creer. Irache siguió enorme bajo palos y el respetable aupó a las suyas hasta la senda del triunfo.

Al ecuador de la segunda parte, el partido volvía a situarse en los cinco de diferencia. Cada buena acción visitante era respondida por una genialidad de Alba Yuste o de Nadege Moronfolu. No hubo forma de hacer temblar a las que a pulso se habían convertido en las dominadoras del partido. Y fue a falta de diez minutos para el final, cuando una secuencia diabólica hizo descarrilar al Costa de Almería. La meta madrileña paró, con cinco de ventaja, otro penalti, y acto seguido sus compañeras dieron cuatro zarpazos consecutivos para dejar el marcador en un inalcanzable y definitivo 25-16.

Con un colchón tan grande en un partido tan corto, ambos conjuntos firmaron el armisticio. El equipo del Poniente almeriense no tuvo nada que hacer frente al Ikasa Boadilla, que ofreció una exhibición defensiva digna de un conjunto de la zona alta de la tabla. Una vez finalizada la jornada, las indálicas caen hasta la octava posición con tres puntos y la semana que viene recibirán al Pluscar Lanzarote.