Versos y recuerdos para inaugurar el Festival de Poesía en la Huerta de San Vicente
Por la mañana, el acto inaugural y Pablo Rivero llenaron Ciencias de la Educación, y por la tarde hubo Filandón a cargo de tres grandes narradores
La jornada inaugural del Festival Internacional de Poesía (FIP ) tuvo en su parte matinal mucho de didáctica, tal y como es habitual en este evento, ... al que acuden centenares de estudiantes. Profesores y alumnos llenaron el Aula Magna de la Facultad de Ciencias de la Educación. Tras la brillante conferencia inaugural a cargo de Antonio Rodríguez Almodóvar, quien disertó a propósito de Antonio Machado, Federico García Lorca y cómo el folclore popular influyó en su obra, comenzó una mañana marcada por la integración, que se produce por primera vez, de la Jornada Provincial de la Red Profesional de Bibliotecas Escolares de Granada en el marco del Festival. Bajo el lema 'Abre la palabra', además de la charla inaugural, tuvo lugar un recital poético-musical del proyecto 'Versonando', del IES Francisco Ayala, donde se oyeron poemas musicados de Federico García Lorca, Mariluz Escribano, Juan Ramón Jiménez, Agustín García Calvo y temas populares. Esta primera parte del programa finalizó con un taller de poesía a cargo de Mar Benegas, Premio Cervantes Chico y especialista en literatura infantil y juvenil.
El novelista, periodista y actor Pablo Rivero ofreció un repaso a sus motivaciones para la escritura, e incluso para la vida, recorriendo su periplo desde que se situara, al terminar COU, ante la gran encrucijada de qué hacer con su futuro. Rivero no obvió ningún tema: desde las propias condiciones en que realizó sus estudios, hasta las redes sociales, sus luces y sus sombras, pasando por sus circunstancias familiares. El acto, que estuvo plagado de anécdotas contadas por Rivero, terminó con el actor ofreciendo orientaciones sobre cómo lanzarse a las tablas por primera vez. «Se está perdiendo ese gusto por las funciones teatrales escolares. Y es una pena, porque el proceso que conlleva la puesta en pie de una obra es muy rico. El análisis del texto, las implicaciones de este, la propia dinámica de juego y de expresión corporal que lleva consigo la realización de un texto dramático, son claves para perder el sentido del ridículo, y ayuda mucho en todos los ámbitos de la vida».
Unión en el inicio
El acto inaugural puso de manifiesto la unanimidad de las instituciones que concita este Festival: todas ellas, además de Caja Rural Granada, patrocinan en mayor o menor medida un evento que, como dijo la codirectora del Festival, Remedios Sánchez, «es de todos, y a todos llega». El recital de la Pulitzer Rita Dove fue el primer acto de la tarde, en el que la autora norteamericana contó con Pedro Larrea como traductor. Luego, se produjo uno de los cierres del círculo de este Festival, cuando volvió a subir al escenario de la Huerta una de las invitadas de la primera edición, la poeta siria Maram al-Masri, quien estuvo acompañada por Daniel Rodríguez Moya. Un recital que supo a nostalgia y a esperanza, aderezada por la sal del Mediterráneo, ese mar que todo lo une.
Uno de los grandes valores del FIP es su capacidad para atraer a Granada a nombres señeros de la literatura. En la tarde de ayer, tres grandes narradores, Juan Pedro Aparicio, Premio Nadal, y José María Merino y Luis Mateo Díaz, ambos Premio Nacional de las Letras Españolas, rivalizaron cariñosamente en ingenio y calidad en un Filandón –ronda de cuentos– que hizo sonreír al numeroso público presente en la Huerta de San Vicente. Este movimiento perdulario, como lo calificaron los tres intervinientes, tiene mucho de aspiración prohibida, lo que lo rodea de un halo de misterio donde caben tanto la sabiduría popular en forma de verso como fábulas en torno a cómo será el cielo perruno o vivencias entomológicas en una habitación de hotel. El cantautor Marwan, cuando la tarde decaía en la Huerta, puso música a las palabras en un recital muy aplaudido por los más jóvenes.
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