Se vende la casa de Breaking Bad
El hogar de la familia White en Albuquerque, en la exitosa serie de narcos, tiene un precio diez veces mayor que las demás del vecindario
En esta casa sin pretensiones de Albuquerque se produjeron drogas sintéticas y se cometió todo tipo de crímenes, incluso un asesinato. Pertenecía a la familia ... White y durante cinco temporadas de Breaking Bad su domicilio de la calle Piermont fue la sede del drama familiar de un hombre enfermo y cada vez más trastornado y malvado, de un niño con problemas y de una mujer que pronto sabría jugar sus piezas mejor que el propio marido en ese ajedrez que tejía la confrontación de narcos y policías.
Ahora está en venta. Con cuatro habitaciones y dos baños, sus 170 metros cuadrados se tasan en 3,85 millones de euros (roza los cuatro millones de dólares). Diez veces más que el precio promedio de la zona. «Esta propiedad icónica, conocida como la casa de Walter White de la innovadora serie de televisión Breaking Bad, ofrece una oportunidad incomparable de poseer una parte de la historia de la televisión», promociona la agente inmobiliaria Sonya Ávila, de la consultora eXp Realty. «Reconocida por millones de fanáticos, se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados y visitados del mundo, un verdadero símbolo del impacto cultural del programa».
Sus dueños actuales, que viven allí desde 1973, están hartos del flujo de curiosos que van a ver su casa como si fuera una atracción turística. Ahí crecieron los tres hijos de la familia Quintana y envejecieron y murieron los padres. El acoso, no obstante, se hizo tan insoportable que tuvieron que colocar vallas metálicas y cámaras de seguridad. «Es hora de vender», dijo la hija Joanne a la televisión local. «No hay razón para seguir luchando». Quedan los recuerdos, dice. Como las galletas que la madre siempre hacía y regalaba al elenco desde 2006, cuando se rodó el episodio piloto del serial de la productora AMC, que puede verse en España en la plataforma de Netflix.
Fanáticos ansiosos
Los promotores están preparados para una «inundación de fanáticos ansiosos» de ver el lugar en el que el actor Bryan Cranston encarnó a un profesor de química que fabricaba metanfetamina, aunque la finca, en realidad, no es muy distinta a las demás del vecindario. De hecho, fue elegida precisamente por ser la típica casa de clase media de Nuevo México, Estados Unidos.
Sin deudas con el banco, esta vivienda «importante en la cultura pop» y parte de la «historia de la televisión», sale al mercado más de una década después que se emitiera el último capítulo de la serie. Según sus vendedores, el precio se justifica por su «potencial» y el comprador podrá elegir entre «preservar el legado, transformarlo en refugio privado o reinventarlo».
A esta casa construida en 1972 con chimenea, piscina y dos plazas de garaje, pero sin sótano, se llega por «Wyoming y Comanche, al girar hacia el norte por Piermont; la casa está ubicada en el lado norte de la carretera». Por ahí iba Jesse Pinkman a buscar a White, en su alocada carrera hacia el infierno.
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