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Stranger Things, cuenta conmigo

Stranger Things, cuenta conmigo

«Nunca he vuelto a tener amigos como los que tuve cuando tenía 12 años. Dios mío, ¿los tiene alguien?»

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Domingo, 29 de septiembre 2019, 02:55

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Al final de 'Cuenta conmigo', Richard Dreyfuss interpretaba una vida entera sin levantarse de la silla. Sus hijos están fuera, esperándole, mientras él busca la frase perfecta para cerrar su novela. Los niños entran en el despacho y le preguntan cuánto le queda para terminar. Él, sin apartar la vista de la pantalla, les responde que sale en un momento. «Eso lo dijo hace media hora», dice uno. «Sí, papá es muy raro, se pone así cuando escribe», añade el otro. El padre mira cómo sus hijos salen de la habitación y sonríe al escuchar el comentario. Esa sonrisa es un viaje por toda la película: una pandilla de amigos que sale de aventura por el bosque. Entonces, el hombre mira a cámara, nos mira a nosotros, a nuestros ojos, y, al fin, teclea: «Nunca he vuelto a tener amigos como los que tuve cuando tenía 12 años. Dios mío, ¿los tiene alguien?»

Dicen que la última temporada de 'Stranger Things' es la peor. Que es mala, incluso. A mí me sucede como cuando veo 'Cuenta conmigo' o 'Los Goonies': quiero irme con ellos. Quiero tener su edad, sentarme alrededor de un mapa y tejer un plan genial. Quiero pasarlo mal con ellos, encontrar tesoros, lanzarles mi mano si se van a caer por un precipicio y desenvainar las espadas al mismo tiempo, espalda con espalda, conscientes de que nunca jamás seremos tan invencibles.

Lo que menos me interesa de 'Stranger Things' es la amenaza del Azotamentes o si hay una base rusa o si se hacen experimentos secretos con adolescentes. Me interesan ellos. Todos. Su forma de relacionarse, de cuidarse, de cruzar caminos, de juntar las cabezas, de jugar al rol. Y eso paga, con creces, las expectativas de la serie. Además, aunque el guion tenga un exceso de 'casualidades mágicas', sigue siendo divertido volver a Hawkings.

Supongo que los niños y adolescentes que vean 'Stranger Things' verán algo distinto. Les gustará por otras razones. Eso también me parece mágico. Ellos se identifican con los protagonistas. Yo, mientras escribo esto, pienso en mis amigos y en el 20 de abril del 90. Pienso en Richard Dreyfuss.

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