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Álex González: «La gente me dice que me ha cogido tirria»

Álex González: «La gente me dice que me ha cogido tirria»

Regresa de entre los muertos en la segunda temporada de 'Vivir sin permiso', hoy en Telecinco. Ahora es menos villano que antes

Julián Alían

Madrid

Lunes, 20 de enero 2020, 00:03

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Pese a caer por un acantilado en el último capítulo de la primera temporada, Mario Mendoza está de vuelta. 'Vivir sin permiso', que emite Telecinco hoy a las 22.40 horas, volvió a la pequeña pantalla la semana pasada con 2.281.000 espectadores y un 16,4% de cuota de pantalla. También está de regreso Álex González (Madrid, 39 años), presente en esta segunda entrega.

-¿Cómo se enteró de la muerte de su personaje?

-Leí el guión y era otro final, pero una mañana llegó una separata, la estuve leyendo, y resulta que Mario y Nemo discuten en un acantilado, Nemo lo empuja, Mario cae, y fin del capítulo. Y yo: 'Oye, que me habéis matado y ni me habéis avisado' (risas).

-Pero eso no le ha impedido estar de vuelta.

-Tenía muchas ganas de estar en esta segunda temporada y creo que la forma en que lo han resuelto está muy bien. Mario va a estar muy presente, continuando con tramas que ya había en la primera temporada. Es un Mario renovado. Es como que metafóricamente ha muerto su parte de manipulador y ambicioso, y nace uno más altruista y generoso.

-¿Qué le ha aportado esta serie?

-Profesionalmente, enfrentarme por primera vez a un villano de esas características. Y personalmente, a que por la calle la gente me diga que me ha cogido un poco de tirria (risas). He aprendido mucho con este personaje. Tiene un arco maravilloso.

-¿Por qué funciona tan bien ese tándem entre José Coronado y usted?

-No lo sé. Cuando todavía no se había estrenado la primera temporada de 'El príncipe', recuerdo que los productores nos decían que teníamos mucha química. Más incluso que con personajes femeninos. Yo no sabía a qué se referían, pero sí que me sentía muy cómodo trabajando con José. A veces hay esa suerte y la relación que tienes en la vida real se extrapola a la pantalla. Creo que es lo que pasa. No es una fórmula magistral ni mucho menos, pero ojalá sea así y los productores nos sigan viendo bien y nos contraten como un 'pack'.

-¿Cómo es rodar con él?

-Es muy magnético y poderoso en los rodajes. Es un hombre tan focalizado en lo que hace y tan capaz y generoso, que no solamente está en lo suyo, sino en todos los departamentos. De hecho, pienso muchas veces que si se concentrase solamente en lo suyo, sería todavía mucho más de lo que es ahora, porque está pendiente del maquillaje, la peluquería, la luz, de que no pises la línea. Le pone a todo el mundo el listón muy alto.

-¿Volverán a coincidir en otro proyecto?

-De momento no lo tenemos previsto. Pero confío en que la profesión nos una de nuevo.

Metido a productor

-¿En qué está centrado ahora?

-En 2018 vi un documental ('Cassandro, the Exotico!') sobre una historia que me gustó mucho para contarla desde el punto de vista del personaje. Como nadie la producía, empecé a avanzar por mi cuenta, sin saber que lo que estaba haciendo era ser productor. He dedicado gran parte de 2019 a coescribir el guión, a comprar los derechos de la novela y a conocer mucho al personaje, que es un luchador mexicano que vive en Texas. Ahora voy a hacer un 'break', porque es inabarcable, y más para mí, que ni soy ni quiero ser productor, pero me he visto obligado a ello. Aparte de ello, a finales de este mes empiezo una serie para Amazon que se llama 'Tres caminos', en la que, curiosamente, hago de mexicano.

-¿Está cambiando ese proyecto su percepción de la industria?

-Totalmente. Ahora valoro mucho más ese lugar privilegiado que tenemos los actores dentro de la industria. Al final, somos la cara visible, pero. A ver, no quiero decir que seamos los menos importantes, pero sí es cierto que no tenemos la máxima responsabilidad. Levantar un proyecto es muy difícil, y yo ya he sabido lo importante que es dar forma y llevar a cabo algo tan frágil como una idea, que si no la escribes se te puede olvidar. Tener que preocuparme ahora solo y exclusivamente de interpretar es como estar de vacaciones.

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