La terraza de «La Abuela Rula»: Un punto de encuentro vibrante

En el corazón de la granada más contemporánea, donde lo moderno y lo tradicional se entrelazan de forma mágica, emerge un rincón acogedor que rinde homenaje a la auténtica cocina mediterránea: La Abuela Rula. Ubicada en la zona conocida como Forum, este establecimiento no es solo un lugar para degustar deliciosos platos, sino un espacio donde los sabores de siempre cobran vida a través de ingredientes frescos y recetas tradicionales que evocan el calor del hogar y el arte de comer bien.

Al cruzar el umbral de La Abuela Rula, uno es recibido por el aroma tentador que emana de la cocina, un preludio de lo que está por venir. Aquí, cada plato cuenta una historia. En esta cocina se cocina con paciencia y amor, con ese toque inconfundible que solo quienes aprecian la buena mesa pueden ofrecer. Es un lugar donde no solo se alimenta el cuerpo, sino también el alma, donde cada bocado es una celebración del sabor auténtico de la tradición granadina.

La terraza de La Abuela Rula, majestuosa a mediados de junio, se convierte en un punto de encuentro vibrante. Familias, amigos, reuniones de negocios o breves escarceos se agrupan en este recinto lleno de encanto, donde lo mejor de la gastronomía granadina cobra vida. Es un espacio que respira historia y modernidad al mismo tiempo, un lugar ideal para disfrutar de las delicias que surgen de una cocina que hace de la frescura su bandera. Prueba el menú exclusivo en Oferplan Granada IDEAL con un precio muy especial para nuestros lectores y usuarios.

El alma de La Abuela Rula son sus tres socios: Miguel Ángel Montabán Rivas, Francisco Javier García Maldonado y Alberto Ruiz Padilla. Con una pasión compartida por la cocina, han creado un menú que rinde homenaje a la herencia culinaria de Granada. Cada ingrediente es seleccionado con esmero, reflejando su compromiso con la calidad y la autenticidad. Entre las joyas de la carta destaca la ensaladilla de gambas, que combina patatas mayonesas y gambitas blancas peladas en una fusión de frescura y sabor que invita a repetir.

Las croquetas de gambas rojas son otra delicia que sorprende a los comensales, crujientes por fuera y cremosas por dentro, encarnando la esencia de la cocina casera. Y cómo olvidar los flamenquines, preparados con dedicación, que llenan de alegría a quienes los prueban. La babilla de vaca de Pajuna en los calchopos los combierte en extraordinarios. Cada plato de la carta es un tributo al trabajo de los agricultores y pescadores locales, convirtiéndose en una experiencia gastronómica única.

En La Abuela Rula, cada comida es una ocasión especial. Aquí, la mesa se convierte en el centro de celebraciones y recuerdos, un lugar donde la familia y los amigos comparten risas, anécdotas y, sobre todo, sabores. La pasión por la cocina trasciende el mero acto de comer; es un ritual que honra el legado de generaciones pasadas mientras abraza el presente.

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