El talento granadino que triunfa en televisión

La mayoría de ellos nunca habían actuado delante de las cámaras. Algunos ni tan siquiera habían pisado un escenario. Todos son granadinos. Todos tienen un talento abrumador. Y todos encandilan a audiencias millonarias porque están participando en los 'talent shows' más importantes que están emitiendo las principales cadenas de televisión. Un formato que 'arrasa' en España y en el extranjero y que supone, en algunos casos, un verdadero trampolín para incipientes carreras artísticas como las de Laura Lavigny ('Got Talent' en Telecinco), Paul Thin ('Tierra de talento' en Canal Sur) y Manuel Ruiz, Rogelio Gil,Lola Sánchez y Alejandro Calero ('Prodigios' de La 1 de Televisión Española). Este periódico los ha reunido en uno de los edificios más bellos de Granada –el seminario menor del Paseo del Salón– y los ha entrevistado después de vivir la increíble experiencia de salir en la tele mostrando todo el arte que llevan dentro. Ésta es la historia de seis artistazos de Granada. Ésta es la historia de seis sueños que a veces se convierten en realidad.

La vida de la mezzo soprano Laura Lavigny dio un giro el 7 de noviembre de 2019. Caída ya la noche, Laura entonaba 'Lascia ch'io pianga' de Händel, uno de los temas habituales de su repertorio cuando canta en la calle. En aquel momento lo hacia en la plaza Alonso Cano ante un reducido grupo de viandantes. Entre ellos, una espectadora muy distinguida: una niña de año y medio que se llamaba Cloe y que, alzando su cabecita, miraba a Laura con verdadera admiración. Laura no pudo contener la emoción y rompió a llorar. Una escena grabada por un periodista que casualmente pasaba por allí, que lo subió a redes y que no tardó en viralizarse. El 12 de marzo Laura y su impresionante vozarrón dejaron boquiabiertos al jurado de GotTalent y a media España.

«Fue algo... inesperado», asegura titubeando. Inesperado por esa inmersión en un mundo de focos tan alejado de la modestia de una mujer que interpreta como nadie a Händel, pero que está abierta a todo. Al bel canto y a todo lo que haga falta: al rock and roll, al gregoriano –impresiona escucharla, por cierto, junto a la Schola Gregoriana Hispana– o a la electrónica. «Es más –asegura sin ambages– estoy abierta a cualquier manifestación artística más allá de lo vocal».Tiene experiencia como actriz e incluso como bailarina. «Mis expectativas pasan por vivir del arte», asegura.Y hacerlo, si es posible, desde Granada, «aunque desgraciadamente aquí la valoración no llega hasta que estás muerto». «Tenemos un problema en este sentido», lamenta.

Mientras tanto, Laura sigue ahí, bullendo en el magma cultural de Granada, formándose en el conservatorio porque, según reconoce, aún le queda mucho que aprender, y cantando nuevamente en las calles medio dormidas de esa Granada pandémica a cambio de unas monedas que le permitan vivir.

Si les refiero a Pablo Suárez Delgado, posiblemente la mayoría de ustedes no lo ubicarían con facilidad. Pero si les hablo de Paul Thin, su nombre artístico, es bastante probable que muchos sí lo identifiquen. Porque Paul Thin, un chaval de Armilla de 18 años que estudia audiovisuales en la Universidad de Granada, lo está bordando en 'Tierra de talento'. Además, tiene miles de seguidores en Twitch, una plataforma de 'streamers' que triunfa entre los jóvenes y en la que empeña tres horas todas las tardes –en sus directos se dedica a charlar, jugar a videojuegos y hacer música–.

«Mi paso por 'Tierra de talento' está siendo muy enriquecedora porque he podido vivir desde dentro, en primera persona, un mundo por el que me siento muy atraído desde el punto de vista personal y profesional», comenta Paul. Y en ello está, poniendo todo su empeño para dar conciertos en campos de fútbol o festivales a la vuelta de unos años. Voz, ganas e ilusión no le faltan. «¿Ocurrirá?», le pregunta el periodista. «Ojalá sea que sí», le responde Pablo, quien no tiene claro que su trayectoria esté vinculada a Granada sencillamente por falta de respaldo. «Es una ciudad cultural, pero los profesionales no lo tienen fácil y al final hay que marcharse a Málaga si tiras por el cine o a Sevilla si te decantas por la música».

La presencia de Granada en 'Prodigios' de La 1 de Televisión Española es apabullante. Apabullante en cantidad –cuatro candidatos– y apabullante en calidad gracias a actuaciones que rozan la excelencia. El benjamín (13 años) se llama Manuel Ruiz. Es almeriense de cuna y granadino de adopción. «Hace dos años nos vinimos yo y mi padre, siguiendo los consejos de mis profesores, que me indicaban que era lo mejor para mi formación musical y con la vista puesta en el instituto», explica.

Manuel quiere ser pianista de mayor, como lo fue su madre. Y si la cosa no cuaja, su plan be es convertirse en científico porque le apasionan las ciencias y las preguntas difíciles. No lleva muy bien lo de mudarse –ya lo ha hecho tres veces– y dejar atrás a los amigos. Manuel ha logrado superar el miedo escénico de saber que hay millones de personas viéndolo por la tele. «Si piensas en la cantidad de gente que en esos momentos te están observando, las manos se encogen y casi te falta el aire». «Así que me siento –dice el bueno de Manuel detrás de sus gafas y su mascarilla del Real Madrid–, miro las teclas y desaparece todo el mundo;solo estamos el piano y yo». «Cuando oigo los aplausos, es cuando me doy cuenta de que he terminado».

Rogelio Gil también es pianista. Participó en la gala del 27 de marzo y la ovación fue mayúscula. Rogelio, residente en Alhendín, aparenta más edad de sus trece años. Y no sólo por cómo siente y piensa, sino porque mide 1,73 metros, «lo mismo que Alejandro Sanz», apuntan desde Shine Iberia, la productora de 'Prodigios', que en esta tercera temporada cuenta con caras tan conocidas de la pequeña pantalla y del espectáculo como el showman Boris Izaguirre, la soprano Ainhoa Arteta, el bailarín Nacho Duato y la presentadora Paula Prendes.

A Rogelio le gusta mucho jugar al ajedrez con sus hermanos pequeños, que son gemelos. Se le dan bien todos los deportes, aunque tiene una especial predilección por el fútbol, el baloncesto, nadar y correr. Tanto es sí que intentó ficharle incluso un equipo de atletismo, pero finalmente se decantó por la música. Es muy competitivo. Le gusta ganar. Todo un reto habida cuenta del nivelazo que hay en 'Prodigios'.

Lola Sánchez, de 18 años, también es de Alhendín. Escucharla cantando 'Quando men vo', de Puccini, es una sensación muy parecida a tocar el séptimo cielo con la punta de los dedos. Alucinante. Nunca olvidará su concurso en 'Prodigios'. «La televisión impone, pero una vez que estás allí, te acostumbras», afirma. «No tenía ni idea de cómo funcionaba todo, pero el personal te guía y ayuda a que te sientas mucho más cómoda y relajada».

A los quince años entró en el conservatorio por recomendación de Myriam Gálvez, la directora del coro Santa María del Llano, donde ingresó con tan sólo diez años. Ahora es alumna de segundo de Profesional. «Cuando salgo al escenario de 'Prodigios' no puedo evitar los nervios, pero cuando empieza la actuación, intento disfrutar a tope yo y que, al mismo tiempo, disfruten los demás». Y es que la música no es solo la gran pasión de Lola, también es el medio con el que escapa de la rutina y el estrés diario. Además del lírico, le gusta mucho el pop en inglés.

Alejandro Calero, de 15 años, lo tiene todo para triunfar. Unas cuerdas vocales privilegiadas y una planta de gentleman que le puede abrir muchas cuerdas. Comenzó en la coral de los Escolapios y ahora está en los Niños Cantores de la Catedral de Granada. Dedica parte de su tiempo a labores sociales –aunque siempre saca un hueco para hacer 'tiktoks' con su hermana pequeña María–. Su primer contacto con 'Prodigios' le impresionó. «Me emocioné», confiesa. «Al principio me impuso mucho el auditorio de Valladolid, pero poco a poco te acostumbras y disfrutas de ello». Él imaginaba cómo podía ser la tele por dentro, «pero todo es mucho más exagerado».

Alejandro se siente muy contento por cómo le valoró la gran Ainhoa Arteta su interpretación de 'Estrellas' de LosMiserables (Claude Michel Shonberg), un tema muy exigente que eligió para la gala del 14 de marzo. Arteta le dio una serie de consejos para seguir evolucionando y mejorando como barítono. Una calificación muy positiva en línea con el propósito que le llevó hasta 'Prodigios': «Gane o pierda, he venido a aprender y a disfrutar». Su gran sueño es triunfar en teatros y zarzuelas cantando, bailando y actuando. «Requiere mucho esfuerzo y sacrificio, pero ¡a por todas!».