El sombrero con las iniciales 'M' y 'F' de Manuel de Falla
Patrimonio ·
Miguel Ángel de la Rosa, el último sombrerero de Granada, restaura por encargo de la Concejalía de Patrimonio cuatro de los sombreros propiedad del compositorSiete de enero de 1914. Después de siete años viviendo en París, Manuel de Falla está a punto de ver cumplido el sueño que le llevó hasta la capital francesa: el estreno de 'La vida breve' en ese marco incomparable que era el Teatro Nacional de la Ópera Comique. Todos los focos estaban puestos en don Manuel ese día. Y don Manuel, que era un tipo alopécico y elegante –cuentan que también un tanto coqueto–, se fue a una de las mejores sombrererías de París, la situada en el número 18 del Bulevar de los Italianos, para hacerse con un sombrero de copa a la altura de tan magno evento. Y así lo hizo. En el interior, una chapa metálica donde se podían leer la 'M' y la 'F' de Manuel de Falla, unas iniciales que servían para identificar al ínclito propietario y para que no se confundiera su chistera en los guardarropas de copetines, veladas, conciertos y óperas.
Pues bien este sombrero, cargado de significación y de simbolismo, es uno de los cuatro que se pueden ver en el Carmen de Manuel de Falla y que acaban de ser restaurados por el maestro Miguel Ángel de la Rosa Restoy, el último sombrerero activo que queda en Granada. Se trata de una intervención acometida con cargo al Plan de Restauración 2020-2023 del Ayuntamiento de Granada que ayer fue presentada a los medios de comunicación en un acto donde estuvo la concejala de Patrimonio, Eva Martín. «El consistorio –según la edil– tiene el deber de actuar de forma preventiva, restaurar y poner en valor el patrimonio, tal y como indica la legislación». Una tarea que permite, además, apoyar oficios que están en peligro de desaparición como el de fabricación artesanal de sombreros.
Momentos especiales
Las cuatro piezas remozadas por De la Rosa, todas con una antigüedad superior al siglo, tienen relevancia por quien era su dueño, pero también porque se vinculan a momentos biográficos de especial significado para Manuel de Falla, que vivió en Granada entre 1919 y 1939, cuando tomó la decisión de exiliarse a Argentina. En su casa de la Antequeruela, muy cerca de la Alhambra, escribió algunas de sus composiciones más celebérrimas como 'El amor brujo' y 'El retablo de Maese Pedro'. Y en Granada entabló una estrechísima amistad con ilustres personajes como Federico García Lorca,Fernando de los Ríos y Hermenegildo Lanz. En muchas de las fotos que Falla comparte con ellos sale con alguno de los sombreros que Miguel Ángel de la Rosa ha dejado como nuevos después de tres meses de intenso trabajo, utilizando todos los procedimientos artesanales, con hormas de madera para las formas, conservando los materiales originales y reponiendo los tejidos degradados –algunos de ellos muy delicados–.
Además de la chistera adquirida por Falla en París, terminada en seda brillante, con catorce centímetros de copa y ala de media caña, De la Rosa ha actuado en uno de fieltro flexible comprado por Falla en los míticos Almacenes El Siglo, de Barcelona, con motivo de la visita que realizó a la ciudad condal por su cincuenta cumpleaños a finales de 1926, tres años antes de instalarse en Granada.
También ha restaurado un Canotier realizado en paja natural italiana sin teñir y acabado en lacado con resina vegetal. Las estampaciones dicen que fue fabricado por la sombrerería 'Roberto', situada en el Zacatín. Por aquel entonces, en el primer tercio del siglo XX, había diez negocios de este ramo en Granada entre los que había una fuerte competencia por la clientela. Tanto es así que eran uno de los principales anunciantes de los diarios de la época. Por último, De la Rosa ha rehabilitado un 'panamá' de uso más doméstico y del que no se ha podido extraer más información adicional que la correspondiente al propio modelo.
¿En qué ha consistido la restauración? Todos los datos vienen pormenorizadamente detallados en la memoria realizada por el Servicio de Patrimonio del Ayuntamiento. Y es que «la edad de los sombreros y el estado de conservación obligó a un trabajo intermedio consistente en recuperar las propiedades de los materiales». Para ello, Miguel Ángel de la Rosa ha llevado a cabo un proceso de rehidratación y devolución de la flexibilidad de los elementos accesorios. Una vez que los sombreros estaban en condiciones de ser manipulados sin riesgo de daños, se realizó una documentación de las formas y el aspecto originales. Para ello se usó material fotográfico existente en el Archivo Manuel de Falla. Por otra parte, se analizaron las trazas distinguiéndolas de los vestigios dejados por la utilización o por las condiciones inadecuadas de mantenimiento y limpieza.
Una saga familiar de sombrereros granadinos
Las particularidades de los sombreros de Falla determinaron que el Ayuntamiento encargara su restauración al único sombrerero en activo, Miguel Ángel de la Rosa Restoy. La firma Miroc, que fundó en 1964 su padreMiguel Ángel de la Rosa Contreras, sigue hoy día en plena actividad. Miguel Ángel de la Rosa regenta su establecimiento en la calle Capuchinas y además ejerce como consultor de empresas del sector para la elaboración de colecciones, diseño de modelaje, formación profesional y restauración.
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