Rita Dove | Premio Pulitzer de Poesía
«Nunca he pensado en términos de ventaja o riesgo al abrir camino»La autora de origen estadounidense ofreció un recital donde se fundieron recuerdos, sentimientos y denuncia social a partes iguales
La poeta norteamericana Rita Dove (Akron, Ohio, 1952), es una mujer con coraje. Y sin pelos en la lengua. Poeta Laureada del Congreso de EE ... UU, su trayectoria está plagada de títulos exitosos ya desde su 'opera prima', titulada 'Yellow house on the corner'. Desde entonces, poemarios como 'Thomas y Beulah', con el que ganó el Premio Pulitzer, la han consagrado como una de las grandes voces de la poesía norteamericana.
–Su vida ha sido una gran colección de 'pionerismos'. ¿Qué ventajas y riesgos tiene abrir camino a quien viene detrás?
–Nunca he pensado en términos de ventajas o riesgos cuando hacía lo que tenía que hacer. Pienso que ya hubo muchos antes que yo que abrieron caminos y señalaron sendas donde antes no las había, aunque a muchos de ellos no se les haya reconocido aún como tales.
–¿Cuáles han sido las mujeres que más le han inspirado? Porque en su obra hay referencias a mujeres como Billie Holiday...
–Ella fue una gran inspiración para mí, porque tuvo una vida trágica y un final no menos trágico. Pero fue capaz, incluso en los peores momentos, la fuerza de mantener la cabeza alta, mirar cara a cara a los demás, a pesar de todo.
–La poética de lo cotidiano, ¿se agranda cuando, como ocurre en EE UU, las distancias, geográficas y personales, se hacen más anchas?
–No es que no se perciban las pequeñas experiencias de lo cotidiano, es que se pierden en la vastedad geográfica del país. Sin embargo, una vez que una pone la vista en los pequeños detalles, precisamente por ese contraste entre la pequeñez y la vastedad, el lector e incluso el poeta pueden arraigarse con fuerza para sobrevivir a esas grandes dimensiones.
–¿Fue Federico García Lorca quien le descubrió la cara oculta de la luna?
–Menuda pregunta... (reflexiona tras soltar una carcajada). Sí, sin duda. Fue él.
–¿Echa de menos a los culpables de que en su vida entrara el veneno de la lectura?
–Muchísimo. Porque la pasión de mis padres por las letras era muy pura. Gracias a ellos me abrí a un mundo que, ahora lo sé, estaba afuera esperándome. Su autenticidad me ha inspirado durante toda mi vida.
–¿Para qué sirve un poeta laureado en EE UU? Uno recuerda a Laura Dern en 'El ala oeste' haciendo ese papel, y volviéndose tremendamente incómoda para el poder.
–Esta figura surge sobre todo en países que necesitan referentes para canalizar sus esfuerzos en la reivindicación de unos rasgos culturales que les son propios. Es una especie de marchamo de calidad, digamos. Sin embargo, el poeta laureado, a pesar de tener esta relación con el poder, vive en un equilibrio que, en ocasiones, es incómodo. Porque no sabe realmente si el político es su adversario o no lo es... (sonríe).
–¿Qué significa para usted encontrarse esta tarde aquí?
–Estar casi en una casa espiritual, en una ciudad maravillosa, donde se ama la poesía y a los poetas. Y esto no es frecuente.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión