Una noche para el recuerdo

En los últimos días de ensayo del maestro Ros Marbà con la Orquesta Ciudad de Granada, el barcelonés no había dejado de mostrar su entusiasmo por volver a estar al frente de una de las orquestas de sus amores, en este escenario del que tanto habló con su creador, el cual, para Ros -que cuenta unos espléndidos 80 años, y anoche dirigió como si tuviera 20- siempre será Pepe. Los aficionados a la música clásica, que ayer poblaban las butacas de este milagro de hormigón y madera, supieron agradecer su entusiasmo y esfuerzo. Todos y cada uno de ellos revivieron en su retina muchos buenos momentos, protagonizados por el maestro barcelonés y por estos músicos. O por otros. Noches en las que uno baja satisfecho por la Cuesta del Caidero, quizá hasta el Campo del Príncipe, sabiendo que es un poco más rico. Porque de eso se trata, de crecer, de educar el oído, de hacerse uno con la música hasta que esta le haga sonreír, o llorar, o emocionarse.

Fue el de anoche un concierto que celebra el pasado y mira al futuro. Un futuro del que la Orquesta Ciudad de Granada -por cierto que aún no tiene fecha de presentación de la programación, pero debe anunciarla en breves días para facilitar la renovación de abonos-, va a jugar un papel fundamental. Un futuro, también, donde tanto administraciones públicas como abonados y empresas privadas tienen mucho que decir. El Falla es patrimonio de todos, como anoche afirmaron las autoridades que se acercaron a esta sala de conciertos, foco de investigación, museo de los honores y tantas cosas más.

Junto a la orquesta, el director y el pianista Iván Martín, que interpretó con gran sentimiento las 'Noches en los jardines de España. Y el gran protagonista de la noche, que no fue otro que el maestro Manuel de Falla, fotografíado en esa imagen histórica a la puerta del carmen de la Antequeruela, con pajarita y alpargatas, símbolo de la sencillez con la que vivió. La sencillez de un genio que captó en su día García de Paredes, trasponiéndola en su homenaje a este edificio único.

El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, dio la bienvenida a los presentes, aficionados que desafiaron el calor y al césped televisivo para dejarse embrujar una vez más por la música en un Centro Cultural que, recordó, fue llorado por todos los granadinos tras su incendio, y recibido con alborozo tras su reinauguracion. Cuarenta años de música, los últimos casi treinta protagonizados por la OCG, la formación musical que anoche ocupaba el escenario, y que recibió la primera ovación de la noche por parte del público a instancias del primer edil. Para recordar el difícil momento que pasa, el cual es necesario dejar atrás cuanto antes, los músicos y el propio director Antoni Ros Marbà portaron en las solapas de sus trajes un muy visible lazo rojo. También Iván Martín, que regaló al finalizar su ejecución de 'Noches...', la siempre agradecida 'Granada', de Isaac Albéniz.

La cultura arropó de forma unánime está efeméride. En el plano institucional, no faltaron, además del alcalde, la concejala de Cultura, María de Leyva, ni concejales de la oposición. Tampoco Teresa Jiménez, vicepresidenta del Parlamento Andaluz, ni la delegada territorial de la Junta, Sandra García, ni el de Cultura, Guillermo Quero. La representación de la Junta la completó el director general del Patronato de la Alhambra y el Generalife, Reynaldo Fernández Manzano, quien comentó a IDEAL la buena marcha de las gestiones para la puesta en marcha del museo dedicado al compositor Ángel Barrios, que estará listo antes de final de año si la licencia de obras que se tramita en el Ayuntamiento capitalino no se retrasa. Es de esperar que así sea, y en unos meses, Granada sume un nuevo atractivo cultural en torno a la figura de quien fuera, precisamente, uno de los grandes amigos de Falla.

La Universidad de Granada estuvo muy bien representada por el vicerrector de Extensión Cultural, Víctor Medina, y catedráticos conocidos por su melomanía, tales como Blas Gil Extremera, Antonio Campos, Manuel Titos o Juan Gay Armenteros. Observando a sus compañeros en la platea anduvo el ahora gerente de la OCG, Günter Vogl, y a su lado, las hermanas Garcia de Paredes Falla, Elena, gerente de la Fundación Archivo Manuel de Falla, y Ángela, quien ha seguido con éxito el camino marcado por su padre. Todos, pequeños y mayores -había muchos niños en el patio de butacas-, disfrutaron de un concierto que sonó como debía y emocionó como se esperaba. Quienes no lo vieron, no olviden que hoy se repite a la misma hora.