Loquillo en el Generalife

Tras publicar, en noviembre de 2019, su disco El Último Clásico, en el que contó con la presencia y colaboración de algunos de los mejores intérpretes y compositores de todo el país, la pandemia frenó las consecuentes presentaciones de ese álbum. Pero como si algo caracteriza a José María Sanz es su tesón, de proporciones taurinas, mucho no podía estar en dique seco, aunque haya aprovechado el tiempo preparando una nueva y próxima entrega. También en este periodo se ha estrenado como entrevistador radiofónico, en Rock FM; curioso papel el suyo al otro lado del micrófono ya que su incontinencia verbal derivó en unas animadas charlas entre colegas más que en unas entrevistas formales.

En el reivindicativo disco que está tocando en este tour se ha arrimado a compositores de varias generaciones, como Santi Balmes, Leiva, Marc Ros, su Igor Paskual o el alma gemela Gabriel Sopeña… (¡Ay, falta un Lapido en versión Loco! Otra vez será). Un disco autoreferencial muy elogiado por la crítica, y que suma varias de sus piezas a su ya muy larga colección de canciones con vocación de himno. Debe ser muy complicado para este tipo hacer una selección para cada concierto, habida cuenta de que la relación de temas que garantizarían el éxito en cada exposición rebasan con mucho el tiempo estándar de su interpretación. Acaso por ello tiene la costumbre de cerrar cada etapa y repertorio con un directo, el penúltimo aquel El Creyente de 2014, grabado precisamente aquí, en Granada.

Y aquí está de nuevo, en la proa de su poderosa banda, donde este verano ha causado baja por razones médicas el bajista granadino Alfonso Alcalá, que esperaba este concierto para reincorporarse al entrenadísimo equipo del capitán Loquillo, casi un 'gang' al estilo Scorsese a bordo del Pequod, que funciona con precisión suiza en sus puestas en escena. ¿El último clásico? Ni el último, ni clásico. El ciclo de conciertos las '1001 Músicas' termina el viernes que viene con la presencia entre los cipreses del Generalife de la cantautora Rozalén.