Edición

Borrar
Jazz en la Costa | The Jump Club: Bailad, bailad, benditos

Jazz en la Costa | The Jump Club: Bailad, bailad, benditos

Primer concierto del Festival de Jazz en la Costa

j. j. g.

Martes, 16 de julio 2019, 01:16

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El tradicional concierto de bienvenida al Jazz en la Costa ha aparcado momentáneamente el blues (que ya tiene su propio festival en La Herradura) para abrirse al 'swing'. Ese término mítico que igual señala un género musical, como una era de entreguerras o el indeterminado 'duende' de unas músicas: Tete Montoliú afirmaba en estas páginas hace décadas que no sabía lo que es el swing: «solo sé que hay tortillas de patata con huevos, patata y cebolla con swing; y otras, también con huevo, patata y cebolla sin él», decía. ¿Queda claro?

A partir de la sección de ritmo de la muy estimable Potato Head Jazz Band ha surgido esta formación que en el escenario de La Herradura movió pies, piernas y corazones con sus contagiosas -e impecables- realizaciones sobre clásicos del género…¡Y otros que no tanto! Contar con 'Rosario Sánchez 'Charito', glamourosa y burbujeante solista de voz golosa y presencia salerosa, es ya un impagable valor añadido; como valioso añadido aunque fuese por una noche fue contar con el inmenso saber pianístico de Diego Suárez, probablemente el mejor teclista 'retro' de todo el país; sin nombre lo suyo desde Novecento, 'el pianista de los océanos'.

Y si el 'swing' (esa cosa llamada…y que se nota en las cosquillas en la planta del pié) brotaba imperceptiblemente de sus interpretaciones, empujado por vientos proteicos y con un contrabajista que utiliza su orondo aparato como si fuera un ukelele, mucho mérito tiene la elección de un libreto imbatible, con auténticos comodines como 'Mick the knife', el blusazo 'Fine and mellow', la trompetera 'Joshua battle of Jericho' o el celebérrimo 'Sweet Georgia Brown'.

También picaron en una veta donde no hay ganga y que puede darles muchas satisfacciones en directo, desubicando y llevando a la pista del Lindy hop temas bien conocidos procedentes de otras latitudes sonoras (¡Tom Lardner ya tocaba el 'Wish You Were Here' en modo country!) con unos Beatles adaptados que terminaron de convencer al público para pedir más, y luego mucho más. Ya lo dijo el 'Duke': «no vale nada si no tiene swing».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios