Una guitarra está cantando
JORGE FERNÁNDEZ BUSTOS
Lunes, 29 de enero 2018, 11:45
Sin temor a equivocarnos, asistimos al recital de un grande de la guitarra. Juan Habichuela Nieto, a pesar del sonido farragoso en el auditorio de ... La Chumbera, ya sea por el eco de la sala, ya por el cristalón que mira a la Alhambra, y los acoples continuos, que terminaron en la estridencia de un pitido continuo, imperdonable, bordó un concierto la noche del sábado para los anales. Estamos acostumbrados a su excelencia con la guitarra, a su armonía y sus bellas composiciones, a sus silencios y notas prolongadas, a su velocidad, a veces excesiva, pero hay días y días. No eran las mejores condiciones, como digo, pero el duende, si es que existe, estaba en sus manos. Sería por actuar en su tierra, en Granada, en el Sacromonte, o por hacerlo acompañado de amigos, que no nos queda más remedio que aplaudir y asegurarle un glorioso futuro inmediato.
El joven Habichuela, aunque con disco reciente bajo el brazo, ‘Sentimientos de mi ser’, interpretó en la mayoría nuevos temas, que pertenecerían al próximo trabajo discográfico, aún por descubrir.
Ficha
Músicos: Juan Habichuela Nieto (guitarra); Marcos Palometas (segunda guitarra); La Nitra, Joni Cortés, Arancha Santiago y Sara Vega (cante); Alberto Raya (piano); Antonio Gómez ‘el Conejo’ (percusión); Rafa Vega ‘Luky’ y Eloy Ruiz (palmas); Israel Moreno (baile). Lugar: Auditorio La Chumbera. Aforo: lleno. Fecha: 27 de enero de 2018
Tuvo el buen gusto, por otra parte, de subirse el volumen y destacar por encima de los colaboradores convocados, que para bien o para mal no dejaban de hacer sombra. Con una rondeña en solitario, rica en agudos, como si le faltara mástil, comenzó la velada. A esta le siguió un popurrí de coplas (‘Dos cruces’, ‘El emigrante’, ‘Pena, penita, pena’…), donde parecía literalmente que cantaba la guitarra, a las que secundó Marcos Palometas. Para el bolero se hizo acompañar de la moderada percusión de Antonio Gómez ‘el Conejo’, que en el ecuador del programa se haría un solo meritorio (aunque le sobraron los palmeros que lo apoyaban). En las eficaces alegrías, con el baile añadido de Israel Moreno, comenzaron a acoplarse los micrófonos. Arancha Santiago, con la voz bastante tomada, se acordó de Manzanita en la rumba que terminó con la primera parte, acompañados por el piano, casi inaudible, de Alberto Raya; y Sara Vega a continuación hizo lo propio aflamencando por jaleos ‘Ya no estás más a mi lado, corazón’ de Los Panchos. Termina la noche por tangos, donde Juan le hace un guiño decisivo a su abuelo. Los canta ‘La Nitra’, uno de los ecos más flamencos que tenemos en nuestra provincia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión