«Granada fue líder absoluta y perdió el sitio frente a Málaga y Sevilla»

–¿Le confunden mucho con el Pepe Rodríguez de MasterChef?

–¡No! (ríe) El otro día coincidimos los dos en el concierto de los Rolling Stones, en Madrid, y tuve un poco de cachondeo. De Pepes Rodríguez está el mundo lleno, yo soy el promotor de conciertos.

–¿Es divertido su trabajo?

–No está mal. Me considero un tipo afortunado porque he tenido la suerte de conocer a casi todos los artistas que admiro. El principal, Bruce Springsteen, para mí el más grande y tuve la suerte de ser su promotor en Granada. Y estamos intentado que vuelva…

–¿Y es posible?

–Sí, hay posibilidades serias. Va a tardar un poco, pero estamos ahí. Igual el horizonte realista son dos años, ten en cuenta que empieza su próxima gira en 2023.

–1001 Músicas son cuatro fines de semana. Imagine que solo puede elegir uno. ¿Cuál?

–Me quedaría con el de Mon Laferte. Me gusta mucho lo que está haciendo, es una artista diferente a la gran mayoría de géneros y artistas musicales que recibimos de Latinoamérica. Tiene un rollo entre lo urbano, el pop, la electrónica y la vanguardia, con mucha cercanía al folclore latino del tango, el bolero y el sentido del drama.

–¿Y cuál es la canción que más espera escuchar en la Alhambra?

–Por la parte local, 'Segundo Premio', de Los Planetas. Por la de los visitantes, cualquiera de Texas. Y 'The Whole of the Moon' de The Waterboys va a ser muy, muy guay.

–¿Las entrada es muy exclusiva?

–El monumento prestigia y se prestigia y hace que la gente viva una experiencia no comparable a otros sitios. Pero si coges los precios de 1001 y los comparas con eso que llaman festivales boutiques, como el Starlite, nuestras entradas están muy por debajo. Queremos que la mayoría pueda venir, con entradas de 30 a 90 euros.

–La mayoría de la gente del universo no ha estado en un concierto en la Alhambra. ¿Cómo es?

–La Alhambra, salvo en ocasiones muy, muy excepcionales, nunca había abierto sus puertas a otras músicas que no fueran flamenco o clásicas. Nuestro ciclo 1001 Músicas Caixabank es un proyecto que nace después de muchos años escuchando peticiones de artistas que querían actuar allí y de saber que hay muchísima gente que nunca había estado en un concierto de esas músicas en la Alhambra. Ese era el punto de partida. Era necesario abrir la Alhambra a otras músicas.

–¿Quiénes habían preguntado por actuar en la Alhambra?

–He paseado por la Alhambra con la gente de REM, con Springsteen, con Bryan Adams, con Woody Allen… Un montón de artistas increíbles que, al llegar al Generalife, decían ¿aquí no se puede tocar? Ya sí. La primera persona que empezó a desbloquearlo fue María del Mar Villafranca, con Loreena McKennitt, hace 17 años. Ese fue el punto de inflexión. Y en esta última etapa, Rocío Díaz ha sido la gran impulsora. Luego vino la covid, tuvimos que retrasarlo y empezamos el año pasado con muchas dificultades… pero salió estupendamente y la gente flipó. Vimos el potencial inmenso que tiene para nuestra ciudad, que necesita proyectos nuevos y referentes para volver a situarnos en el mapa de las grandes capitales españolas de conciertos. Fuimos líderes totales y absolutos en los 90 y hasta 2010. De ahí hemos caídos y estamos muy abajo en los rankings de importancia.

–¿Por qué ya no es Granada el destino?

–Porque hemos perdido el sitio frente a Málaga y Sevilla. Parte de crear este ciclo es recuperar el liderazgo, un proyecto que ilusione, que la ciudad lo vea como algo suyo, que no haya frontera económica, social o artística para acudir a nuestro principal monumento a escuchar un concierto.

–¿Qué le pide a Granada para recuperar liderazgo?

–Hay que tener un plan, apostar por una estrategia a largo plazo. Se habla de capitalidad cultural 2031, pero se hace muy poco.

–¿Qué haría primero?

–Crear un logo identificable al cien por cien de 'Granada ciudad candidata a capital cultural europea 2031'. Luego lo incluiría en todas las producciones que se hagan en Granada y escogería un día al año que sería el día de la candidatura, un día con música y teatro en la calle, con acciones en colegios… que se vea desde fuera que Granada quiere ganar. Para mí, lo más jodido es que Granada salga derrotada de todas y cada una de las convocatorias a las que se presenta.

–¿Qué tienen Granada con la música?

–Granada es una ciudad de música. Una provincia que, desde los años 50, cada década ha aportado a la música popular española un montón de grandes artistas: Gelu, Julián Granados, Miguel Ríos, Carlos Cano, Los Ángeles, 091, Los Planetas, Morente… la lista es interminable. Sí que es cierto que estamos en una fase que, en cierta manera, vivimos de las rentas. Desde Lori Meyers no ha salido otro gran grupo granadino que se ponga al máximo nivel nacional. Las nuevas aportaciones locales van por Dellafuente o Maka, cosas más cercanas al trap y a la música urbana, no al pop y al rock. Como ciudad de música, somos de los mejores.

–¿Sustituirá un concierto en el metaverso a uno en directo?

–Nunca, ir a un concierto en directo va a ser siempre la experiencia que nunca será pirateable, modificable ni alterable por ningún sucedáneo. En mis treinta y tantos años sigue siendo lo más emocionante, lo que más me alegra, ver las caras de la gente, la emoción...

–En 30 años de producciones tendrá muchas anécdotas…

–Las mejores no se pueden contar (ríe). Pero mira, para que veas cómo ha cambiado la historia. En 1998, cuando trajimos a Lou Reed a la Huerta de San Vicente, me dijo que había un cosa que le molestaba del concierto, decía que él no era un artista de minorías y que allí sólo podrían verle 300 personas. ¿Se puede hacer algo para que pueda escucharme más gente?, preguntó. Todo desemboca en que ampliamos los equipos de sonido para que la música de Lou sonase fuera y pudieran oírle en Camino de Ronda y Arabial. Lou ofreció todo aquello gratis, fue alucinante.

–Si tuviera una bolsa llena de oro ¿a quién traería en próximas ediciones?

–Hay tres objetivos: Morrisey, de los The Smith; Eddie Vedder, de Pearl Jam; y Sting. De los tres, dos pintan muy bien. Y la semana que viene he quedado con uno de los principalísimos artistas españoles, que ya está embarcado para 2023. Para todo, por muy contentos que estamos con Caixabank y Cervezas Alhambra, necesitamos triplicar las aportaciones de patrocinios y ayuda institucional para competir. Nosotros no vamos a crecer a lo alto, las 1.500 butacas son las que hay; pero sí a lo ancho, con más conciertos y más artistas. Confiamos que la gente de Granada va a hacer suyo el 1001 Músicas.