Miguel Ríos, 'bienvenido' en el IES Albayzín

A su llegada al instituto, Ríos fue recibido por una orquesta de 60 flautas que interpretaron su mítica canción 'Bienvenidos' con toda la voluntad del mundo y no poco acierto. El artista afirmó estar «encantado de respaldar esta iniciativa de la educación pública. Es muy importante que se cuide lo público, porque se paga con nuestros impuestos. El desarrollo cultural del ser humano es un pilar de la construcción de la persona, y estas iniciativas contribuyen decisivamente a que los jóvenes crezcan y se desarrollen».

Acompañado por el alcalde de Granada, Francisco Cuenca; la subdelegada del Gobierno, Inmaculada López, y la vicepresidenta del Parlamento Andaluz, Teresa Jiménez, además de por Antonio Milán, director del centro, y diversos profesores, el cantante pasó seguidamente al estudio de grabación que equipa el instituto, y que a partir de ahora llevará su nombre, como reza en el azulejo de Fajalauza colocado a la puerta. En su recorrido por los pasillos, además, se vio sorprendido por un grupo de alumnos que interpretaron una loa o pregón que esta tarde repetirán por diversas plazas del barrio, y en el que animan al viajero a descubrir los secretos de un barrio que guarda muchos, más allá de sus calles y sus miradores.

Saludando, repartiendo besos, siendo 'víctima' de los cazadores de 'selfies', el veterano cantante –recuerden, los viejos rockeros nunca mueren- aguantó no solo con paciencia, sino con alegría, el camino que le llevó a un salón de actos decorado espléndidamente por alumnos y profesores, que han ideado, además, una escenografía que recuerda a los recovecos alhambreños, y a cuyo pie descansa la efigie de Federico García Lorca.

El sonido del 'Concierto número 1 para violonchelo' de Bach tocado por Irina, una alumna islandesa de intercambio, y las palabras de Eli, otra alumna del centro que recitó el poema de Federico García Lorca 'Ciudad sin sueño (Nocturno de Brooklyn Bridge)', muy aplaudidas por los asistentes, dieron paso a una improvisada conferencia donde intervinieron las autoridades y el cantante. Este, después de pedir que le subieran los agudos al micro –«manías de escenario», dijo-, comentó que «la educación y la cultura deben implicarse siempre, hay que salir a contar lo bueno que se hace tras los muros de los centros». Confesó que «la música de recepción, el estudio, veros a todos, me ha reblandecido el corazón. También me ha recordado mi propia juventud, muy distinta de esta, en un colegio de los Salesianos donde tenía tanto miedo al maestro como al infierno».

Tras este recuerdo juvenil, el cantante se sentó en medio de un grupo de alumnos que, a ritmo de hip hop y acompañados por una guitarra, pusieron el punto y final al acto inagural. Pero 'A la luz de la luna' durará todo el día de hoy.