La página de los libros
Las recomendaciones literarias de la semanaRemedios Sánchez y Francisco Morales Lomas
Sábado, 4 de noviembre 2023, 00:27
Salomé: Imágenes de un mito finisecular
Por Amelina Correa Ramón
Cualquier devoto del arte finisecular asociará de inmediato al pintor Gustave Moreau con el nombre de Salomé, que invocó con pasión ... casi obsesiva en sus cuadros y bocetos durante cerca de dos décadas. Paradigma de la mujer fatal, bella, voluptuosa, capaz de anular la voluntad del hombre y de enlazar Eros y Thanatos en las formas más perversas de la sensualidad decadente, la princesa bailarina Salomé remonta y supera su origen bíblico para plasmarse en multitud de formas, artísticas, dramáticas, literarias, entre los últimos años del siglo XIX y las primeras décadas del XX. En este sugerente y bien escrito libro, donde se combina en sabia gradación intertextual arte, letras, música, e incluso danza, el autor conduce al lector a través de un recorrido apasionante de relecturas y reinterpretaciones del mito. Una trayectoria singular que abarca tanto los nombres mayores, como Flaubert, Joris-Karl Huysmans, Oscar Wilde y otros, como los de multitud de esos 'poetas menores' que el propio Wilde, en 'El retrato de Dorian Gray', consideraba «absolutamente fascinantes». Así, en estas páginas se entretejen las en efecto fascinantes huellas del mito en diversos autores.
Nido de piratas
Por Mica Escribano
El autor hace un recorrido por la intrahistoria de Pueblo reivindicado aquí como uno de los medios donde mayor libertad se concedía a los periodistas para contar verdades incómodas para el poder. Esto, evidentemente, es una verdad a medias refiriéndonos a un medio dependiente de los sindicatos verticales que sólo con Emilio Romero encontró ciertas fórmulas (poco éticas) para zigzaguear la censura. Con prologo de Pérez-Reverte, reportero que fuera del diario, el autor intercala el anecdotario cotidiano de una redacción de aquel tiempo con la realidad de reportajes diversos a cargo de figuras hoy indiscutibles. Apropiado para pasar un rato entretenido.
El arte de la guerra. Guía Visual
Por Fernando Barea
'El arte de la guerra', de Sun Tzu (el Maestro Sun, en español) es, probablemente, una de las obras más citadas por quienes hoy se enzarzan en peleas, sobre todo de índole política. Incidimos: una de las obras más citadas, y más pobremente comprendidas. A entender la profunda filosofía que se oculta tras sus páginas contribuye de forma sorprendente esta nueva edición de la joven Editorial Alma, ordenada y anotada muy coherentemente por el experto en historia militar japonesa Antony Cummins, y primorosamente ilustrada por Jay Kane. Una delicia absoluta, primorosamente editada, para mantener cerca en cualquier circunstancia.
Exactamente aquí estoy yo
Por Miguel Arnas
Este es un libro para catarlo a sorbitos. Como un vino que fuera todos los vinos, este texto es crónica de un viaje, recuerdo de infancia, homenaje al padre fallecido, reflexión sobre la vida, la filosofía, la religión, la poesía, la belleza. Y no obstante, se lee con agrado y facilidad, como si fuese uno mismo quien narra y piensa, una sencillez llena de comparaciones productoras de un colorido e imaginería muy atractiva. Entreverados en la prosa, como la carne en la panceta, pequeños poemas en verso libre, asimismo narrativos.
El viaje es por Italia, en coche y tienda de campaña u hospedaje barato. El protagonista y Raquel, su pareja, entran desde la costa francesa y llegan hasta Sicilia. No se considere este viaje uno cualquiera, como esos que hacemos usted o yo. Lo especifica él mismo: «…es eso lo que buscamos: el extrañamiento, ser extranjeros de nuestra existencia. Verlo todo como lo vería un niño sin miedo. Si no buscamos eso, tal vez estamos haciendo turismo». La mirada inocente, serena. Así puede el personaje ver paisaje, ciudades y personas. Sin prisa.
La frase que da título a esta reseña la repite al final de varios capítulos, como una letanía, como la constatación de su existencia aquí y ahora. Un aquí y un ahora relativos, pues con la mente viaje desde su lugar real hasta el lugar donde nació y creció, en Asturias, desde un ahora sentado en un bar italiano, esperando en una cola o a la mesa de un bar, en la compañía ya citada, hasta cuando sentía la mano fuerte de su padre durante las vacaciones infantiles, protegido. De las ciudades que visita se queda más con el pasado que con el presente, aunque sin ignorar este, personalizado en las gentes a quienes trata fugazmente, signo de quien viaja en vacaciones y con pocos recursos, veraneos efímeros que impiden profundizar en las personas aunque se pueda excavar en la historia.
Dos sentidos prevalecen: el oído y el olfato. La vista se da por sabida, narrada. Objetos y animales cobran vida: son contados.
122 capitulillos en los que hay continuidad en el viaje, pero como es itinerario aleatorio en espacio y tiempo, cada uno de ellos lleva a una anécdota, a un estado mental, a una zambullida en la sensación, más que en la sentimentalidad. La señora que, en Génova, pide limosna con un grito escalofriante, es una de esas sensaciones acompañantes del personaje.
Astur, con esta obra, se asoma al pozo de la existencia, al enigma, como los buenos poetas, solo que sus palabras son mayormente prosaicas, que no feas. Libro imprescindible. Léanlo.
Extravagante e insólito humanismo solidario
Por José Cabrera Martos
Imagina una obra fundamentada en la ética de las obligaciones y los deberes morales, lomas transitadas por una palabra esencial en el tiempo de las dilaciones convertida en colectividad y conocimiento de una inmensa y silenciada minoría. Ahora descubre su existencia real en 'La paradoja del caminante', poesía completa de Francisco Morales Lomas.
'El año del cielo' (2021), primer libro del conjunto, materializa la obsesión de la aldea global por el verbo «ser y «estar» como permanencia ante lo transitorio, encumbrando la palabra, «Itinerario de claridades», frente al mar, la vida y «el teatro del mundo». 'El espejo vacío' (2019) vaticinaba esta levedad en la interpretación equívoca y desasosegante de elementos mutables (piedra, ruina, agua, padre…) tras la muerte de los grandes metarrelatos con la conciencia del ser y el tiempo (Heidegger) vinculada a «La memoria, con su costumbre / de barro iluminado». La ética estética del esencialismo cotidiano y el vitalismo epicureísta son 'Puerta del mundo' (2012) para un nuevo ser humano frágil y finito, «Protégeme, maestro, de tanta fortaleza», en libertad y eudaimonía democráticas, heredera de la ensenada en 'La última lluvia' (2009), cosmogonía y génesis de la patria meridional y orfismo de amor abisal. Línea reiterada en la telúrica 'Senara' (1996), en la flor hermética y venenosa de 'Azalea' (1991) y en el intimismo neorromántico de 'Tentación del aire' (1999), 'Noche oscura del cuerpo' (2006) o 'Eternidad sin nombre' (2005): «Quiero hace contigo / Lo que la primavera hace con los almendros».
La consumación introspectiva se concentra en: 'Perdonen que no me levante' (2005), monólogo-diálogo irónico y epistolar de una madre proletaria tras su muerte: «he muerto dormida, / sin dolor, como una rica. / Para algo sirve la seguridad social». El apólogo cognoscente y contemplativo como tea ante el poder y la «muerte que lleva el ático de la pena / Con su relicario de almendras ácidas» en 'La isla de los feacios' (2002). Y el humanismo solidario en 'Balada del Motlawa' (2001). La memoria es salvación del origen campesino gracias al 'Aniversario de la palabra' (1998), «cantos rodados» para emigrantes en 'Veinte poemas andaluces' (1981) o 'Surcos en la almohada' (1987), y denuncia de la 'Basura del corazón' (1985), vanguardismo existencialista desarraigado de los nietos de la ira.
Finaliza el conjunto 'La noche que velaron a la música', eterno retorno pueril desde los campos de Soria o Campillo de Arenas, fluir del tiempo en una clepsidra llamada poesía que asume con serena certeza el arribo del mar. Una vida y su memoria nos contemplan, atrévete a reflejarte en su espejo.
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