Página de los libros

Los libros recomendados esta semana por los críticos de IDEAL

La narración es cruda, recordándonos siempre la capacidad humana para encontrar esperanza incluso en las circunstancias más desesperadas. El texto trajo además cierta polémica cuando fue publicada originalmente en 2007, pues se le señalaron imprecisiones y generó ciertas sospechas de manipulación de la realidad. Sea como fuere, este es un documento poderoso que nos insta a reflexionar sobre la importancia de proteger a los niños en la guerra.

Por Juan Peregrina Martín

Encontramos un desparpajo impresionante en los cuentos de Laura Urbina: el objetivo sincero de compartir ciertas historias con estudiantes es una fórmula que provoca investigación, acercamiento y decisión, valentía al final por mostrar qué pasó con algunas mujeres dedicadas a la química, que no es diferente a lo que otras sufrieron en otros campos. El hombre oscurece, empantana o suplanta directamente a la mujer: fin. Todo el dolor, la ilusión y los cambios de la historia femenina. Un gran ejemplo de libro y literatura útiles para un futuro feminista y esperanzador, publicado por Baile del Sol en su colección Sitio de Fuego.

Por C. de la Rosa

Pocas veces se encuentra en una editorial de mayorías una novedad editorial como esta. En una época en que los cuerpos se empequeñecen hasta provocar presbicia con tal de estibar libros de mil páginas, es de agradecer que Algaida divida en dos volúmenes esta magna y entretenida obra de J. R. Barat –a quien conocimos con la excelente '1707'– en torno a la figura de Jaime I El Conquistador. La primera parte, titulada 'La soledad del rey', ahonda en el periodo inicial de su mandato, entre 1213 y 1251, mientras que la segunda, 'Un reino en llamas', describe con detalle las luchas intestinas en sus territorios, y su serena muerte. Una obra que merece la pena.

Por Francisco Morales Lomas

José R. Valles Calatrava, catedrático de Teoría de la Literatura de la Universidad de Almería, y César de Vicente Hernando, coordinador del Centro de Documentación Crítica y profesor de la misma universidad publican Teoría de la narrativa: panorama histórico y selección de textos en Editorial Soldesol. Se trata de una obra rigurosa, didáctica y muy recomendable centrada en el ámbito europeo y norteamericano con una especial atención a lo hispánico. Se organiza en cinco apartados. Cada uno de ellos lleva una explicación teórica con una selección de textos y actividades que tienen que ver con el comentario de texto, cuestiones sobre el contenido del tema, microensayo, mapa conceptual, vocabulario y fragmentos complementarios, además de una breve referencia bibliográfica.

En el primer apartado abordan las teorías y reflexiones sobre los géneros narrativos desde la antigüedad grecorromana hasta las teorías realistas y naturalistas de finales de siglo. En el segundo apartado, las teorías realistas y naturalistas, el formalismo ruso, la estilística, Bajtin, y las críticas anglosajona, francesa, alemana y española en la primera centuria. El tercer apartado explora fundamentalmente el marxismo y el psicoanálisis. Del primero con referencias a Marx, Engels, Lenin, Trotski, Luckács, Brecht (y su polémica con el anterior en cuanto al expresionismo y el realismo, no compartido por Brecht), la Escuela de Frankfurt (y en especial Walter Benjamin), Gramsci, el estructuralismo genético de Goldmann, el marxismo estructuralista de Althusser y la École Normal Supérieur con Balibar, Macherey…

El cuarto apartado analizan las teorías lingüísticas y semióticas de la narrativa con especial interés en la narratología estructuralista francesa con la Nouvelle Critique y las aportaciones de Barthes, Bremond, Todorov, Genette, Lévi-Strauss… y la concepción entre 'historia' y 'discurso', entre lo que se cuenta y cómo se cuenta. También aparecen las ideas de Greimas y los postestructuralistas, la propuesta del semanálisis de Kristeva, la línea generativo-transformacional de Chomsky, Walter Mignolo y el desarrollo y la extensión de la semiótica.

Finalmente, en el quinto apartado abordan la hermenéutica y las teorías sobre el papel del lector, la crítica del poder y la deconstrucción, la crítica feminista, la narratología cognitiva con las enormes influencias de pensadores como Gadamer o Heidegger en las obras de estos autores al reconocer la temporalidad como el elemento esencial del ser. Está también presente Umberto Eco en su modelo de lector y desde luego autores esenciales como Foucault, Bourdieu, etc.

En definitiva, una obra esencial, de repercusión para cualquier lector.

Por José María García Linares

La tan traída y llevada competencia lectora se sustenta sobre una afirmación indiscutible. No nacemos lectores competentes, sino que esa competencia se afianza con el aprendizaje de la lectura. Esto que parece una verdad de Perogrullo explica a la perfección el desastre lecto-escritor que asola las aulas de Primaria y Secundaria de nuestro país (también ha llegado ya a la Universidad). Solo lee, evidentemente, aquel que aprende a leer. Con un matiz. No a todo el mundo le tiene por qué gustar leer una novela (como puede pasar con el cine, el deporte o la ópera). De lo que se trata es de que, sea finalmente o no una de sus aficiones, el ciudadano común pueda acercarse a un texto y comprenderlo. La confusión, perfectamente orquestada por las administraciones educativas, entre la llamada animación a la lectura y el necesario conocimiento de la tradición literaria está detrás del arrinconamiento de los textos, digamos, clásicos y de la vergonzante ignorancia (que no deja de ser el reflejo de la de aquellos que promulgan estas leyes) de varias generaciones que han terminado sus estudios de enseñanza secundaria sin haber leído a Garcilaso o a Cervantes, no por incapacidad natural, sino por incompetencia diseñada. Y lo que te rondaré, morena.

La editorial Cátedra lleva más de 50 años acercando a los lectores las obras más importantes de la literatura española de todas las épocas. La aparición, en estas semanas, de Poesía de los siglos XVI y XVII, a cargo de Pedro Ruiz Pérez, parece verdaderamente un milagro en estos tiempos de oscuridad educativa. Y es una labor titánica porque Ruiz Pérez ha preparado una antología sin perder de vista la recepción de su propio texto, es decir, ese lector imperfecto que, sobreviviendo al páramo intelectual que lo ha visto crecer, está dispuesto a conocer la tradición literaria de su idioma. Parece mentira que haya que recordar que no vivimos en un país, sino en una lengua. Que es la nuestra una realidad que se construye con palabras y que solo existe en el imaginario lector aquello que se puede nombrar.

La edición no solo cuenta con un completo estudio introductorio, sino que, además de la bibliografía general, incorpora un comentario por cada poema escogido y una pequeña bibliografía específica de cada uno de los autores antologados para quienes quieran profundizar en la producción literaria de los mismos. La nómina actualizada de 42 escritores ofrece, en la diversidad de nombres y poéticas, una panorámica solvente de nuestros siglos áureos, pese a que, por cuestiones de espacio, no se incluyan, entre otras, la tradición popular o la poesía épica.