Los libros recomendados por los críticos literarios de IDEAL

El magnicidio de Eduardo Dato (9-3-1921), epígono del canovismo, ha sido analizado en el libro por Roberto Villa García situándolo en la senda de lo que había ocurrido con Cánovas y con Canalejas. Antonio Robles Egea ha analizado el nacimiento en 1921, a su tercer intento, del Partido Comunista Español, un actor político clave en la Historia de España del siglo XX, sin que en aquel momento nadie tuviera conciencia de la importancia que tendría durante la Guerra Civil y durante la Transición del franquismo a la democracia. El propio coordinador, Demetrio Castro, es el responsable de analizar el tercer hito político de aquel año, el Desastre de Annual, en el verano de 1921, que terminó con 12.214 bajas y tuvo una hondísima repercusión en la sociedad española.

Los dos siguientes capítulos de la obra se destinan a la publicación ese mismo año de dos obras importantes de la literatura y del pensamiento español. La tía Tula, de Unamuno, elaborada por Concha D'Olhaberriague, y España invertebrada, de Ortega, a cargo también de Demetrio Castro.

La tercera parte del libro está destinada a los 'tránsitos' que en 1921 experimentaron dos personas que, entre otros muchos, murieron aquel año «infausto»: el pintor historicista Francisco Pradilla, realizada por María Isabel Cabrera, que analiza en profundidad sus principales obras, sobre todo 'La rendición de Granada' y la gran escritora 'ecléctica', Emilia Pardo Bazán, que ha corrido a cargo de María Arboal López.

Seis autores pues, vinculados todos ellos al mundo académico, son responsables de este libro dedicado a los acontecimientos de 1921, conectados a lo que estaba sucediendo en el resto de Europa. Un libro original en su contenido y oportuno en su publicación, y de lectura muy grata.

Por Manuel Gahete

Sutil mecanismo de ingeniería de la emoción. Así califica el prologuista de este denso homenaje, Juan Carlos Friebe, la poesía iluminada de Rafael Guillén, uno de los autores más relevantes y originales que ha dado la literatura del siglo XX en vertical ascenso hacia el disperso XXI en cuyo horizonte siempre destaca con fulgor propio, señalando la imprecisa línea del futuro. Francisco Brines, Antonio Gamoneda, María Victoria Atencia, Luis Alberto de Cuenca, Miguel D'Ors, Julia Uceda, Ángel García López, Juana Castro, Antonio Carvajal, Ángeles Mora, y así hasta más de cien prestigiosos creadores, amigos y admiradores de la obra de Rafael, rubrican en eterno mármol las etéreas letras de su nombre.

En el conticinio de los noventa años, la voz de Rafael Guillén sigue traspareciendo en otras voces que rememoran la magnitud de una poesía construida en el vértigo de la revelación, capaz de extraer de lo oscuro claridades abrasadoras, las que lustran el alma por ser su luz tan ígnea como el fuego. El tiempo que nos obliga a pensar que todo lo bello es triste pone en su lugar exacto la portentosa capacidad creativa del poeta granadino. Jenaro Talens manifestaba su asombro al confesar que no entendía cómo la obra de una figura capital de la generación del 50 («generación desheredada» en la antología de Antonio Hernández que sorprendentemente tampoco va a incluirlo entre los antologados) no gozara –en el momento de salir a la luz pública– del reconocimiento mediático y académico que le hubiera correspondido por su intuición suprema de convertir la ciencia en materia literaria, fundiendo en la expresión poética el acervo ingente del saber humano; una manera única de alcanzar la trasparencia ahondando en lo invisible a través de los signos primiciales; una conjunción armónica de pensamiento e intuición, de emoción y develamiento, de palabra esencial y armónica investida de una indescriptible sensación de belleza.

Pero además la poesía de Rafael Guillén es un alumbramiento incesante de lo sensible, un adentramiento íntimo que no necesita de ornamentación retórica mostrando y demostrando cómo de las palabras más elementales surge el discurso más álgido, el más revelador, el más profundo. Este clamoroso y merecido homenaje a Rafael Guillén viene ahormado por el buen gusto, por la elegancia y la estética de una edición paradigmática que manifiesta el amor vertido por los editores, a los que felicito sin ambages, dejando que la voz trascendente del poeta intemporal se ecualice en otros universos para decir amor sencillamente.

Por Miguel Arnas Coronado

Lo mejor que puede tener la crítica literaria es su facilidad de lectura, la fluidez, ofrecer cuatro pinceladas sobre la causa de ella: el libro que glosa. Y su objetivo, la seducción del lector. Esas virtudes posee sobradas esta colección de artículos y prólogos que Lupiáñez, poeta extraordinario, nos presenta aquí. Es florilegio repartido en tres partes y una Noticia preliminar. La primera de esas partes, 'Panorama', responde justamente al título: perspectiva de las últimas décadas poéticas, con un breve texto memorialístico sobre la editorial fundada por el autor acompañado de otros poetas. La segunda, reseña cinco novelas de autores andaluces, tres de ellos muy granadinos. Y la tercera se compone de siete prólogos de poemarios de origen también andaluz.

Lupiáñez tiene la habilidad de comentar autores regionales con la misma eficacia y universalidad que lo haría a otros nacionales y aun traducidos. Pero lo más atractivo de este libro es su accesibilidad. No hay términos técnicos que hagan tropezar al lector sino apuntes apasionados, enamorados de la literatura. Son interpretaciones bellas, con la hermosura que corresponde al tema tratado.

Por C. de la Rosa

Desde que tengo memoria, he visto noticias de guerras. A veces, cuando no hay nada mejor que contar, en todos los informativos. Cuando no, en un discreto segundo plano, o solo en publicaciones especializadas. Por eso me parece tan importante este libro del profesor de Cambridge Ian Morris. Porque es capaz de ofrecer una respuesta a la persistencia de conflictos, siempre innecesarios y la mayoría de las veces guiados por razones inconfesables, a lo largo de la historia humana. Especialmente interesante el análisis de los tres siglos comprendidos entre el principio del XV y el XVIII, en que Europa extendió el campo de batalla a tierras ignotas, con el consiguiente desastre.

Por Remedios Sánchez

Zygmunt Bauman, el filósofo polaco, creador del concepto de «modernidad líquida», ha sabido retratar desde un punto de vista sociológico, la actitud de las nuevas generaciones en relación a las estructuras del capitalismo imperante. En esta obra póstuma se recogen sus conversaciones con el escritor Peter Haffner sobre su argumentario teórico: la II Guerra Mundial y sus consecuencias, su situación como judío en la Europa de los años 40 y 50; o bien cuestiones atemporales como el odio intercultural, la precarización del mercado laboral o su percepción del amor y de la vida en estos tiempos extraños donde tantas creencias se nos derrumban.