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Carolyn Richmond, autora de 'Días felices' y viuda de Francisco Ayala, en Granada. Ramón L. Pérez
«Este libro es un acto de amor»

«Este libro es un acto de amor»

Carolyn Richmond publica 'Días felices', una aproximación crítica a 'El jardín de las delicias' de Ayala | El ensayo, premiado con el Manuel Alvar de Estudios Humanísticos, analiza las fuentes y el proceso de creación de la célebre novela del granadino

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Sábado, 26 de mayo 2018, 01:46

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'El jardín de las delicias', probablemente la obra cumbre de Francisco Ayala, fue una novela que el autor construyó a lo largo de tres décadas. Desde que se editara por primera vez en 1969, dentro de sus obras narrativas completas, hasta que el escritor la cerró definitivamente en 2006, la obra fue incorporando textos edición tras edición. Ahora, doce años después, la crítica Carolyn Richmond, viuda del creador, analiza el proceso del granadino y sus claves en 'Días felices. Aproximaciones a El jardín de las delicias de Francisco Ayala'.

El libro, editado por la Fundación José Manuel Lara tras ser galargonado en la última edición del Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos, tiene su origen 15 años atrás, aún en vida del escritor. Tal y como explica Carolyn Richmond, que presentará el ensayo el próximo 14 de junio en Granada, el estudio parte de las notas tomadas por ella para una reedición crítica de la novela. Aquel proyecto se transformó hasta convertirse en el amplio estudio que es hoy gracias a Google -«que me abrió la posibilidad de informarme de una manera diferente»- y a la implicación del propio Ayala, muy interesado en que la investigadora lo culminara antes de su muerte.

  • DÍAS FELICES APROXIMACIONES A EL JARDÍN DE LA DELICIAS

  • Autora Carolyn Richmond.

  • Editorial Fundación José Manuel Lara.

  • Euros 19.90 euros.

«Él está detrás del libro y tenía un gran interés en que lo terminara porque había tenido problemas con críticos que no habían cumplido con él antes», asegura Richmond, que recuerda cómo el autor seguía a diario los avances que hacía y cómo, cuando perdió gran parte de la vista, ella mantenía la costumbre leyéndole los nuevos pasajes. Así ambos establecieron un sistema de trabajo que permitió que la autora avanzara a gran ritmo al tiempo que le aportaba una perspectiva diferente a la original. «Creo que este libro es un acto de amor, un ensayo muy sui géneris en el que se establece una relación muy curiosa porque en él participan, además del autor, la crítica, la esposa y la amante», explica.

«Es un ensayo sui géneris porque en él participan, además del autor, la crítica, la esposa y la amante»

El fallecimiento de Francisco Ayala en 2009 detuvo el proceso investigador de Carolyn Richmond, que solo pudo retomar su labor en tiempos recientes. «Durante años quedó detenido, no podía hacer nada -confiesa la autora-. El libro está terminado porque hay que poner fin. Me ha costado muchas emociones, muchas horas de trabajo, lágrimas, alegrías... Puedo decir que mi vida es escribir y escribo porque vivo, así que he vivido en este libro. Es un bebé mío».

Amor y tiempo

En este proceso, y por la particular manera en que se produjo, Richmond afronta de una manera muy original la difícil estructura de 'El jardín de las delicias', que establece un paralelismo con el mítico cuadro del Bosco, y en el que Ayala incluyó textos de diversos géneros y una serie de imágenes que, como revela la crítica, determinan la significación.

«A primera vista parece que no dice demasiado, pero cuanto más leemos y más vemos, más rico es»

Entre los aspectos interesantes analizados por la profesora estadounidense está la gigantesca trama de referencias incluidas en la novela. A lo largo de las 272 páginas del estudio, Richmond muestra las relaciones de los textos e imágenes de la novela con clásicos de la literatura universal como Cervantes o Dante. Como el autor del Quijote, Ayala también juega en los límites de la realidad y la ficción al tiempo que, mediante un peculiar sentido del humor que a veces toma una forma grotesca, refleja diferentes aspectos de la condición humana. «Me apoyo en los clásicos porque Ayala estaba en ese ambiente cuando escribió», asegura.

Richmond, no obstante, destaca a lo largo de la obra la importante huella surrealista en la producción literaria de Ayala -y específicamente en 'El jardín de las delicias'- así como la gran sensibilidad estética del autor que, más allá de las múltiples referencias artísticas a Botticelli o Goya, entre otros, «añade una capa visual muy interesante a la novela que hace que se lea en varios niveles».

«Fomentamos su estudio y la comprensión de su obra, vamos a poner énfasis en el escritor y no en el hombre»

Los ejes temáticos del libro también son reseñados por Richmond, que establece conexiones con el pensamiento occidental. Así, para la autora, es el «amor como caridad y no como algo sexual y físico» la clave de un libro que ella relaciona, entre otros elementos, con el fondo de la Carta a los corintios de San Pablo. Sobre el tiempo, otra de las obsesiones del granadino, la estudiosa muestra las alusiones que hay en toda su producción literaria y advierte de la importancia que para el autor tiene la incapacidad sobre su control.

Toda esta construcción, el maravilloso edificio de 'El jardín de las delicias', hace que el primer acercamiento pueda ser complejo pero que, al mismo tiempo, las relecturas transforman por completo la experiencia. «A primera vista el libro parece que no dice demasiado, pero cuando excavamos un poco... Cuanto más leemos y más vemos, más rico es», comenta.

«No se lee bien a Ayala»

Richmond considera que 'Días felices' puede ser una buena herramienta para acercarse a la obra de su marido, un creador al que en los últimos tiempos no se lee bien. «Desde la fundación, estamos tratando de mejorar esto y mediarlo un poco», explica. «La mejor manera es enseñar a los profesores y para eso es importante hacer ediciones críticas responsables sin notas que interpreten; sus libros hay que leerlos con otros ojos y hay que entrenar a la gente joven porque para comprender a Ayala hay que haber leído mucho».

El granadino, premio Nacional de las Letras, premio Cervantes y premio Príncipe de Asturias de las Letras, sigue estando en las lecturas cotidianas de la gente. Sin embargo, Richmond espera que en 2019, cuando se celebra el décimo aniversario de su fallecimiento, se recupere principalmente su obra. «Cuando se celebró su centenario, se hacían exposiciones y reuniones no sobre su obra sino sobre el hombre. Se celebraba su llegada con lucidez. Ahora fomentamos su estudio y la comprensión de su obra, por eso vamos a poner énfasis en el escritor y no tanto en el hombre».

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