Alessandro Scarlatti, protagonista en la Cartuja

Nos trasladamos en el tiempo a la etapa barroca de la historia de la civilización occidental. Por ello me pareció muy acertada la elección de la barroquísima iglesia de la Cartuja para desarrollar en un programa musical, plenamente barroco. Creo que decir el nombre de Carlos Mena es poco menos que garantizar la calidad, la seriedad en los planteamientos estéticos, la capacidad de transmitir, el aunar a diversos instrumentistas en la hermosa tarea de ofrecer música, gran música, de una etapa de la historia musical italiana, para conseguir alcanzar el mejor de los resultados. Barroco escenario, barroca capilla musical, barroco programa el protagonizado por Scarlatti, con esa referencia hispana de las cantatas dedicadas a la Duquesa de Osuna.

La Capilla Santa María está integrada por los violinistas Manredo Kraemer, Guadalupe del Moral,por el violonchelista Alex Jellici, por el tiorba Manuel Minguillón y por el organista y clavecinista Daniel Oyarzábal. Y las voces del gran Carlos Mena y una exquisita y muy joven soprano Ana Vieira Leite.

Carlos Mena, no vamos a cometer la torpeza de intentar descubrirlo ahora, es un contratenor excepcional. Voz intensa, llena de matices, cálida, sin que aparezca forzada en ningún momento. Pronuncia perfectamente, se somete gustoso a las exigencias del autor al que sirve de forma espléndida. En la noche del jueves dió toda una lección de calidad, de autexigencia. Su voz bella, su potencia, su entrega a la partitura estuvo presente en todo momento. Desde los iniciales recitativos, tan escrupulosamente tratados, hasta su brillante quehacer en las arias y teniendo como punto culminante el hermosísimo 'Stabat Mater', del compositor italiano. Junto a Carlos Mena una excelente y joven soprano, Ana Vieira Leite, voz muy bella, segura de timbre muy hermoso, de facilidad en el agudo y con un registro medio de gran calidad. Al igual que Mena, Vieira Leite dio toda una lección de buen gusto y fidelidad a las obras interpretadas. En todo momento estuvo a gran altura pero, por su dimensión e intensidad aún fue más brillante su labor en el 'Stabat Mater'. Las cantatas, los recitativos, el 'Stabat Mater'... todo Scarlatti estuvo muy adecuadamente interpretado por toda la Capilla Santa María en una noche inolvidable para el aficionado de verdad.