Borrar
La bailaora Carolina Morales ejecuta unos fandangos de Granada en la cueva de María la Canastera. JORGE PASTOR

El 'jaleo' vuelve a las cuevas del Sacromonte

Flamenco ·

Las zambras granadinas reabren con aforos reducidos y un 90% de la clientela procedente del turismo nacional

Jorge Pastor

Granada

Domingo, 30 de mayo 2021, 23:57

Comenta

Los turistas más rezagados llegan apenas cinco minutos antes de que empiece la función. Son las nueve menos cinco de la noche de un sábado 22 de mayo que para Enrique Carmona y los suyos no es un sábado cualquiera. Es el día en que la mítica zambra de María la Canastera, enclavada en el corazón del Sacromonte, reabre sus puertas después de año y pico –un pico largo– de silencio forzoso motivado por la pandemia del coronavirus. A Enrique se le ve nervioso. Repasa los estadillos de las reservas, aplica gel hidroalcohólico en las manos de los clientes y les da la bienvenida con la sonrisa que se le adivina detrás de su mascarilla negra. «Pasen, pasen, les estábamos esperando», comenta servicial. Como lo hacía la abuela, la capitana María, a principios del siglo XX. Y como lo hace el nieto Enrique a comienzos del XXI. Más de cien años de tradición flamenca. Ese flamenco único que se toca, se canta, se baila y se goza en el barrio del Sacromonte.

Calentando motores antes de empezar el 'show'. JORGE PASTOR
Imagen principal - Calentando motores antes de empezar el 'show'.
Imagen secundaria 1 - Calentando motores antes de empezar el 'show'.
Imagen secundaria 2 - Calentando motores antes de empezar el 'show'.

Mientras Enrique controla el acceso, su hermana Macarena acomoda a la treintena de parroquianos del primer pase del primer día –había un segundo a las diez–. No cabe más gente en la cueva de María la Canastera. En condiciones normales entrarían sesenta. Ahora veintiocho como mucho repartidas por toda la sala en una suerte de rompecabezas que permite mantener la distancia interpersonal y que, al mismo tiempo, grupos, parejas y familias puedan disfrutar juntos del espectáculo. Macarena también se encarga de servir los refrescos. Fuera, José Fernández afina la voz, Antonio Heredia calienta dedos con su guitarra y Juan José Bustamante se prepara para el taconeo. Dentro, en el camerino, Carolina Morales se remata el rabillo del ojo delante del espejo. Nueve en punto. Se cierra el biombo y empieza el 'anda jaleo' lorquiano y granadino. «Yo me arrimé a un pino verde por ver si la divisaba, y solo divisé el polvo del coche que la llevaba. Anda jaleo, jaleo: ya se acabó el alboroto y vamos al tiroteo».

Carolina Morales, en plena actuación. JORGE PASTOR

«Estamos contentísimos porque después de tanta incertidumbre podemos retomar la actividad y porque la gente nos transmite que vive una experiencia única», comenta Enrique. «Se crea una atmósfera muy cercana, hay quienes salen súper emocionados», agrega el Canastero, quien se muestra muy esperanzado con el futuro a corto y medio plazo. Mientras que empieza a fluir el turismo internacional y los turoperadores se ponen las pilas, este verano las sillas de enea de María la Canastera se llenarán de catalanes, valencianos, madrileños y de todos los compatriotas que tengan el buen gusto de veranear en Granada este 2021 de vacunas e ilusiones. «Ya se empieza a ver algún extranjero –comenta el Canastero–; sobre todo franceses, alemanes y también sudamericanos». El margen de mejora es infinito.

'Fogonazos' de la reapertura. JORGE PASTOR
Imagen principal - 'Fogonazos' de la reapertura.
Imagen secundaria 1 - 'Fogonazos' de la reapertura.
Imagen secundaria 2 - 'Fogonazos' de la reapertura.

Cerca de María la Canastera, también ha empezado la jarana en la Venta del Gallo. Una fecha señalada en rojo en el calendario, el 21 de mayo. «Tras la finalización del estado de alarma y la apertura de movilidad, ya estábamos recibiendo llamadas de algunos hoteles y de algunos particulares interesados en cuándo teníamos previsto empezar; finalmente tomamos la decisión de hacerlo ahora», señala Francisco Maya, director comercial de la Venta del Gallo.

«Estamos contentísimos porque después de tanta incertidumbre podemos retomar la actividad»

Enrique Carmona, María la Canastera

«Iremos incrementando el número de pases en función de cómo vaya evolucionando la demanda»

Francisco Maya, Venta del Gallo

«Estábamos completamente desesperados por la situación y por los problemas del negocio cerrado tanto tiempo»

Manuel Martín Maya, Los Tarantos

«El noventa por ciento son españoles y el diez por ciento, extranjeros», explica en relación al perfil de la clientela que ha acudido a la 'rentrée' en este señero local flamenco situado en la Vereda de Enmedio.Inicialmente un solo turno –incluido el servicio de cena– «que se irá incrementando conforme vaya evolucionando la demanda», afirma Francisco Maya, quien vaticina que hasta 2022 no se alcanzará una afluencia parecida a la que había antes del bicho. «En junio, julio y agosto hace calor en Granada y los turistas prefieren la RivieraMaya», bromea. «Aunque todo el mundo está deseando salir de casa después de tantos meses confinados, hay muchas ganas de divertirse y echar un buen rato».Las expectativas para septiembre y octubre pintan algo mejor.

Momentos previos a la actuación en la Venta del Gallo. ALFREDO AGUILAR
Imagen principal - Momentos previos a la actuación en la Venta del Gallo.
Imagen secundaria 1 - Momentos previos a la actuación en la Venta del Gallo.
Imagen secundaria 2 - Momentos previos a la actuación en la Venta del Gallo.

El director de la Cueva los Tarantos, Manuel Martín Maya, tampoco disimula su felicidad por el 'debut' después de un año de fatigas y pesares. El día 28 tendrán ya los primeros 'shows' para el público en general. «Estábamos completamente desesperados por esta situación y por los grandes problemas que implica tener un negocio cerrado tantísimos meses, y tener que afrontar tantos gastos sin ningún tipo de ingreso», lamenta Manuel Martín, quien aclara que una vez que Los Tarantos echen a andar, seguirán adelante aunque el número de espectadores siga siendo relativamente bajo.

Los datos

  • 10% Tan solo un diez por ciento de los clientes que acuden a las zambras en esta fase de reapertura son extranjeros. Fundamentalmente franceses y alemanes.

  • 28 En cuevas como la de María La Canastera, que normalmente tendría un aforo de sesenta personas, solo están entrando un máximo de veintiocho.

Durante toda la pandemia Los Tarantos han desarrollado tareas de mantenimiento –las cuevas tienen que airearse para evitar la humedad–, una labor que se ha intensificado en las últimas semanas con la expectativa puesta en la esperadísima reapertura. Limpieza de cocinas, neveras repuestas con gloria bendita, higienización de todas las estancias... todo preparado para garantizar las medidas de protección y que los visitantes gocen con el arte que derrocha sobre el tablao el cuadro artístico de Los Tarantos. Una puesta a punto que culminó el fin de semana anterior con una 'fiesta' inaugural íntima para amistades, familiares y clientes habituales.

Falta de apoyo

Manuel Martín Maya no esconde su pesar por la falta de apoyos y ayudas hacia la zambra en unos momentos tan críticos como los que se han vivido y en esta fase incipiente de relanzamiento. «Ha sido traumático», asevera. Y recuerda que estamos ante una de las señas de identidad de Granada y del Sacromonte, que se pretende que sea declarado Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. Un proyecto, por cierto, con el que se hizo mucho ruido hace un par de años, pero del que nunca más se supo. Según los cronogramas que se establecieron en su día, tendría que ser a finales de este 2021 cuando se resolviera la candidatura de un expediente en vía muerta –no hay noticias de que se haya avanzado nada más allá de los anuncios iniciales con sonido de fanfarrias–.

Bailaoras sobre el tablao de la Venta del Gallo. ALFREDO AGUILAR

Se estima que solo en la Cueva de la Rocío estuvieron en 2018 más de 20.000 personas. Estamos hablando de una potente 'industria', la primera cultural datada en Granada y sustentada por una manifestación artística tan arraigada como el flamenco. No hay que obviar un dato importantísimo. Según el observatorio de la Diputación de Granada, el turismo cultural supone la principal motivación para el 63,2% de los viajeros que eligen la provincia, un porcentaje que se eleva hasta el 80% si ponemos el foco en la capital.

Clientes cenan mientras disfrutan del espectáculo. ALFREDO AGUILAR

En 2020 se cumplieron 180 años desde que el fragüero Antonio Torcuato Martín, 'El Cujón', se inventó en un bajo de la plaza del Humilladero –después lo trasladaría al Sacromonte– un espectáculo flamenco, basado en la boda gitana, al gusto de aquellos viajeros románticos franceses e ingleses que acudían a Granada atraídos por el poder hipnótico de la Alhambra. Una fecha redonda que ha pasado completamente desapercibida por el virus.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal El 'jaleo' vuelve a las cuevas del Sacromonte