Santisteban del Puerto vive una noche mágica de música y leyendas
Cuatro guitarristas filipinos dan un concierto con el castillo y el templo románico de Santa María como escenario
José Antonio García-Márquez
Santisteban del Puerto
Miércoles, 25 de junio 2025, 18:51
Mezclar la música de un pueblo que mantiene una apuesta permanente por la guitarra clásica con la riqueza de las leyendas ancestrales que inundan la ... zona, todo bajo la luna nueva, fue un acierto de la Escuela de Música Comarca del Condado y del área de Cultura del Ayuntamiento santistebeño, porque permitió que en Santisteban del Puerto se pudiera vivir una noche mágica llena de encanto.
El escenario de La Plazoleta, junto a la torre de San Esteban, con el castillo y el templo románico de Santa María como testigos de excepción, fue el lugar en el que el público se dejó cautivar por cuatro guitarristas filipinos que destilaron su técnica y sensibilidad por las cuerdas. Milette Zamora, Norman Villas, Rafael Ronquillo y Carlo Antonio Juan deleitaron con piezas como 'Fantasía sevillana' y 'Recuerdos de la Alhambra'.
Además de la música, bajo la dirección artística del concertista de la tierra Enrique Muñoz, la noche se llenó de relatos, leyendas literarias y narraciones populares asociadas al lugar o emplazamiento, basadas en hechos reales o fabulosos, y siempre adornadas con elementos prodigiosos del municipio condatense.
Genoveva López se encargó de contar las leyendas una a una bajo la atenta mirada de los visitantes que se dejaron embaucar por la magia narrativa. «Son leyendas que hablan de tesoros ocultos en cuevas, de mágicas curaciones, de noches frías de invierno en las que ocurren hechos insólitos, de doncellas encantadas, de seres gigantescos que poblaron la tierra hace muchos años y de cuentos que hablan de amor y desamor», trasladó.
Entre todas, la más popular, 'La encantada del Puerto', que narra la desventura de la princesa mora Zoraida atrapada en una cueva, que todas las noches de San Juan salía de su encierro para que la luz de la luna peinara sus largos cabellos.
En suma, una experiencia única y singular que Enrique Muñoz considera que podría cuajar y consolidarse en próximas ediciones.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión