Edición

Borrar
Yacimiento de Puente Tablas durante una de las celebraciones más reconocidas, el equinoccio de otoño. LIÉBANA
Los dos grandes oppida íberos

Los dos grandes oppida íberos

Cástulo y Puente Tablas, en Linares y Jaén, son dos grandes ejemplos de ciudades íberas relevantes

ANTONIO ORDÓÑEZ

JAÉN

Viernes, 23 de noviembre 2018, 14:41

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Linares y Jaén. Cástulo y Puente Tablas. La sorprendente ciudad ibero-romana y el increíble oppidum fortificado. Estos dos yacimientos son dos de las grandes paradas del 'Viaje al tiempo de los iberos', ese proyecto impulsado por la Diputación Provincial de Jaén que IDEAL está recorriendo en este viaje por el pasado y el patrimonio provincial. Se trata de dos de los grandes hitos de la ruta, pero a su vez han servido para conocer de una manera más concreta las particularidades de esta cultura antigua.

Como se destaca en la web de viajealtiempodelosiberos.com, «el conjunto arqueológico de Cástulo y su museo monográfico en Linares son los sitios ideales para conocer la diversidad cultural de Andalucía». La ciudad ibero-romana, situada en la margen derecha del río Guadalimar, constituye uno de los enclaves principales de la antigüedad, tanto por la extensión de su recinto amurallado (70 hectáreas), como por su posición estratégica en el Alto Guadalquivir y sus explotaciones mineras de plata, plomo y cobre. La ciudad de Cástulo, primero, fue el más importante núcleo de población de la Oretania ibérica y, más tarde, se constituyó en municipio romano, llegando a ser sede episcopal en época bajo-imperial. El yacimiento arqueológico comprende una extensa superficie donde se solapan múltiples evidencias que son expresión de otras formas de ocupación.

Se encuentran necrópolis, factorías, infraestructuras públicas y otras instalaciones suburbanas relacionadas con la ciudad íbero-romana, pero también otros asentamientos desde la Prehistoria a la baja edad Media, que completan el valor histórico de esta zona arqueológica. Esta compleja secuencia estratigráfica y temporal, que ha llegado a nuestro tiempo en unas excepcionales condiciones de conservación e integridad, constituye un segmento significativo de toda la historia de Andalucía. El recorrido comienza por el Centro de Recepción, donde el visitante conoce todas las claves para comprender el devenir histórico del yacimiento. En las murallas se puede hacer una parada en la parte más alta de la ciudad y visitar la Puerta de los Leones de época republicana, donde se descubrió el famoso León de Cástulo, el mejor conservado de toda la península ibérica.

En la zona central de la meseta se disfruta de un recorrido por las distintas áreas arqueológicas, y es sin duda un momento especial el que ofrece contemplar el espectacular 'Mosaico de los Amores', considerado uno de los diez mayores descubrimientos de 2012 por la revista National Geographic. También en la misma zona se puede contemplar un importante edificio religioso dentro del cual fue descubierta la 'Patena de Cristo', un plato de vidrio del siglo IV con una de las imágenes de Cristo mejor conservadas y que actualmente está expuesto en el Museo de Linares. En el extremo más oriental del asentamiento se puede contemplar el Castillo de Santa Eufemia, fortificación que data de época árabe y también forma parte del itinerario cultural Ruta de los Castillos y las Batallas.

El complemento perfecto para el conocimiento de Cástulo se encuentra en el Museo Arqueológico de Linares. De hecho, un impulso importante en el desarrollo del Museo se produce cuando se lleva a efecto la expropiación de los terrenos de la antigua Cástulo, proceso iniciado en 1968 y concluido en 1972, facilitando, de este modo, los trabajos de investigación que, desde 1958, se venían realizando en estos terrenos y de donde procede la parte más importante y numerosa de la colección. El recorrido se articula en varias plantas, un patio cubierto y el sótano. Sus salas atesoran los más importantes hallazgos de Cástulo.

En la capital

Y de Linares a la capital, para disfrutar de Puente Tablas, yacimiento plagado de las huellas de una importante ciudad fortificada, situada a siete kilómetros de Jaén. A lo largo de sus treinta años de investigación, el yacimiento ha evidenciado su gran valor patrimonial a través de una amplia ocupación humana del lugar, desde la Edad del Bronce hasta época Islámica, pero la fase más importante es el periodo ibérico, principalmente el siglo IV a.C. En esta ciudad fortificada ibérica se puede conocer cómo vivían los íberos del alto Guadalquivir y contemplar una de las más potentes fortificaciones, con más de 300 metros conservados. El visitante puede entrar a la ciudad caminando por donde en su día lo hicieron los antiguos pobladores del oppidum y atravesar la conocida Puerta del Sol. Nada más acceder al yacimiento, se puede visitar el Centro de Interpretación ubicado junto al parking. En este moderno centro se explica al visitante el desarrollo de la vida en una ciudad ibérica a lo largo de todo un año, pasando por las distintas estaciones del año, las diferentes actividades que se desarrollaban en el seno de una familia y cómo se articulaba una ciudad en la que se conocen como eran sus casas, el palacio de los príncipes, los espacios religiosos, etc.

El palacio del príncipe

En el año 2011 se descubrieron los restos del palacio de un príncipe ibero, el primer edificio aristocrático de estas características excavado en Andalucía. La construcción tiene unos 400 metros cuadrados de planta, con dos partes bien diferenciadas. Presentaba forma de 'L', de manera que lo formaban dos edificios. El primer inmueble se dividía a su vez en tres partes, estructuradas alrededor de un patio interior. Se puede distinguir al menos la existencia de cuatro áreas (una privada o doméstica, otra pública como residencia del príncipe y dedicada a los banquetes, un área sacra y otra productiva en la que pudo haber un lagar e incluso una almazara).

En el centro del poblado se puede visitar una manzana de casas completamente excavada. Se trata de varias viviendas en las cuales se conservan el patio y varias habitaciones e incluso el inicio de una segunda planta a la que se accedería por escaleras; almacenes comunales, etc. El urbanismo de la ciudad se configura en una retícula cuadrangular entre calles paralelas que discurren a todo lo largo de la meseta del oppidum. En uno de los extremos encontramos el palacio del príncipe íbero, con grandes habitaciones de recepción, patios porticados, grandes cuadras, almacenes, hornos, e incluso una bodega y almazara.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios