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JOSÉ LUIS GONZÁLEZ
CAZORLA
Domingo, 26 de agosto 2018, 00:18
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El VI Festival 'Cazorla Flamenca' llegó a su fin con el último de los cinco espectáculos programados: 'Flamenco por Derecho'. Protagonizado por los bailaores Antonio de Verónica y Saray Cortes, también brilló con las aportaciones de Salvador de María a la guitarra, el cante de Carmina Cortés, Salvador Cortés y Antonio Carbonell, y la percusión de Juan Utrera. De este modo, el baile también tuvo protagonismo en este evento que crece a la par del embrujo que aporta el espacio escénico de las Ruinas de Santa María.
El ambiente que ambos bailaores imprimieron a este trabajo se fundamenta en el homenaje a sus maestros. Durante noventa minutos Saray y Antonio se fundieron en un intenso recorrido por la seguiriya, la soleá, el taranto, los tangos, los fandangos, las guajiras o las bulerías. Es flamenco de pura cepa, de raza, del que se transmite por los cinco sentidos.
Juventud
La juventud de Antonio de Verónica no se traduce en inexperiencia, porque su baile nació cuando él tenía siete años. Como ocurre con Saray Cortés, que comenzó incluso antes, con cinco años de la mano de 'La Salinera', su madre. Ambos enfervorizaron a un público que sabe valorar la calidad de lo que ve y que despidió a todo el elenco puesto en pie con un largo aplauso.
Se nota también que este espectáculo está la mano de Farruquito, con el que comenzó a gestarse. Esos taconeos infinitos, ricos en matices y preñados de fuerza recordaron lo mejor de nuestro baile.
Hipnótico
Con castañuelas o sin ellas, consiguieron hipnotizar al público durante largos minutos sin que apenas se notara el extraordinario esfuerzo de los bailaores. En sus rostros latía el alma del flamenco, el duende de toda una estirpe de artistas del cante jondo.
Y así finalizó esta edición del 'Cazorla Flamenca' que, sin lugar a dudas, sigue creciendo en el seno de este magnífico marco arquitectónico, histórico y natural.
Un placer para los sentidos de intérpretes y público que cada año concita más atención tanto entre los cazorleños y visitantes como en el mundillo del flamenco.
De modo que ya no se concibe el agosto de estas sierras sin el anual homenaje a este arte andaluz por excelencia.
Por aquí pasó este año José Mercé, Alba Molina o Maita Vende Ca; y, en ediciones pasadas, artistas de la talla de Carmen Linares, Dorantes, Farruquito, Marina Heredia, Paco Montalvo o Argentina.
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