La cantaora Carmen Linares agradece a Madrid que se «emocione con el arte andaluz»

Tras fundirse en un abrazo con la alcaldesa, Manuela Carmena, ha apuntado que los andaluces dedicados al flamenco de forma profesional tienen «mucho que agradecer», pues han sido los madrileños quienes «se emocionan con el arte flamenco andaluz». «Madrid es una ventana abierta a la creación, hemos sentido libertad para expresarnos en nuestro arte», ha ensalzado.

Además, ha puesto en valor que la capital cuente con café de cantantes, teatro, pasando por los tablaos. Ha añadido que «a través de prensa, radio y televisión, se ha levantado un archivo muy importante en torno a flamenco, que sirve para las jóvenes generaciones de artistas». «Madrid ha sido y es la gran capital del flamenco», ha remachado.

Durante su intervención, Carmen Linares ha relatado que llegó a Madrid con 16 años y vivió cerca de la céntrica plaza de Santa Ana, donde se podía encontrar fácilmente «un gran ambiente flamenco», de los que lleva «muchísimos recuerdos» en el corazón.

Ha dedicado la medalla a su padre, Antonio Pachecho, el primero que la guió en sus inicios. «Él tenía su profesión pero era un gran aficionado; también a mi suegro, que nació en Chamberí, y a mi marido, uno de los que más saben de este arte, del arte flamenco». «Con los sacrificios y la entrega de esta profesión, si no hubiera estado él a mi lado, hubiera sido casi imposible llegar aquí».

El verso de Antonio Chacón 'Viva Madrid' ha sido cantado por Linares como forma de terminar su discurso, que ha concluido con un «viva san Isidro Labrador».

Es una de las mayores figuras del flamenco en la actualidad, maestra y figura de referencia de artistas jóvenes como Estrella Morente y Marina Heredia. En 1971 publica su primer disco, titulado 'Carmen Linares canta flamenco' con Juan Habichuela a la guitarra; esta fecha marca el inicio de una prolífica carrera en la que sus álbumes y las grabaciones junto a otros artistas se alternan con proyectos escénicos.

En 1988 fue la voz elegida para reestrenar 'El amor brujo' de Manuel de Falla en la VI Bienal de Arte Flamenco de Sevilla.

Entre sus discos, la crítica ha destacado 'Cantaora' (1988), 'Canciones populares antiguas de Lorca' (1993) y 'Antología de la mujer en el cante' (1996); este último está considerado una obra fundamental para la historia del Flamenco. Gracias a su trabajo y talento ha llevado el flamenco por los teatros de todo el mundo (entre otras ciudades, Buenos Aires, Sidney, Tokio, Londres y Nueva York, invitada por la Orquesta filarmónica de esa ciudad).

Además de intérprete y difusora del flamenco, Linares también dirige espectáculos y trabaja junto a otros artistas consagrados y emergentes. Ha recibido la Medalla de Oro de las Bellas Artes concedida por el Ministerio de Cultura y es la única mujer del flamenco en ha sido galardonada con el Premio Nacional de Música de España en la categoría de interpretación.