«Buscamos la catarsis del público, que se celebre así mismo y salga emocionado»

-¿Cómo se está desarrollando la gira de 'Mastodonte'?

-Enrico: Con 'Mastodonte' tenemos esa doble vertiente, una es más de zonas de conciertos, de festivales de música, y otra consiste en la transfiguración para los teatros. Se trata de una apuesta es muy potente porque no deja de ser un concierto teatralizado, que está gozando de una excelente respuesta del público.

-Y, ¿cuántas funciones llevan ya?

-Enrico: La verdad es que no las hemos contado. No sé, 40 o 50. Lo que sí sabemos es que no hemos parado desde hace un año, y lo que nos queda… Dejaron el listón muy alto en su anterior paso por Cazorla con 'El Intérprete'.

-¿Cuáles son las similitudes y las diferencias con este show?

-Asier: No tienen nada que ver porque este no es una obra de teatro, es un concierto. Aunque es verdad que es imposible no beber de todos los conocimientos escénicos y teatrales que atesoramos porque nos gustan estas artes y porque, además, somos amantes de los conciertos de rock and roll y de los grandes shows que teatralizaban gente como Bowie, Prince, Madonna o Radiohead. Digamos que hay una especie de secreto encriptado dentro del espectáculo que une todas las canciones, pero no es un monólogo o el relato de un asunto personal como ocurre en 'El Intérprete'. Ahora referimos algo mucho más general que nos ocurre a todos y que tiene que ver con la carga del mastodonte, esta puta vida que a veces pesa tanto que no te deja ni respirar, y que hay que domesticarla para poder salir adelante. 'Mastodonte' es una obra que hemos hecho Enrico y yo componiendo un disco, y tiene, sobre todo, una grandísima calidad musical y un sonido apabullante. Además, con una identidad única, que es de lo que más orgullosos estamos. Va a durar para siempre, incluso después de muertos.

-Uno de los vídeos promocionales de 'Mastodonte', con el tema 'Anatomía de un éxodo', fue nominado en los Grammy Latinos 2019 al 'Mejor vídeo musical versión larga'. ¿Les está dando este proyecto tantas alegrías como el anterior?

-Enrico: Lo que nos ha pasado en Las Vegas ha sido increíble porque nosotros, siendo independientes y teniendo nuestro propio sello discográfico, nos sorprendimos de que lo vieran, lo valoraran y nos nominaran junto a cuatro grandes de la escena.

-Asier: Sin ningún padrino detrás y sin un gran sello discográfico que nos respalde, que fuera de nuestro país nos valoren de este modo es muy bonito y un empujón a nuestro trabajo. Tenemos la impresión de que a cualquier artista español lo valoran más fuera de aquí.

-Asier Etxeandía y Enrico Bárbaro, tanto monta monta tanto. ¿Son protagonistas de una performance musical que aspira a superventas?

-Asier: Este es un buen titular para la entrevista. Pues sí, claro que sí. Este espectáculo, en su vertiente no musical es más performance que teatro. Hablamos de sensaciones, de la acción en escena mezclada con el vestuario y el sonido, todo dando sentido al hecho de que a una canción siga otra. Vamos, que no salimos con vaqueros y una guitarra acústica para cantar una canción tras otra. Lo del 'menos es más' no lo hemos entendido nunca.

-Enrico: No es esto algo tan novedoso o extraño. En los años 70, bandas como 'Genesis' mezclaban en Broadway coreografías con video y música en directo. No dejaba de ser la presentación de su disco, pero lo hacían de forma orgánica. Como nosotros, que intentamos mezclar también varias artes escénicas.

-Podemos decir que es un espectáculo que entra por el oído, pero también por los demás sentidos con igual intensidad.

-Asier: Si algo hay similar en todos los espectáculos que hacemos y que nos gustan es que siempre buscamos la catarsis del público; su colaboración para que se celebre a sí mismo, se divierta, salga transformado y emocionado. Que baile y se olvide de que está en un teatro, como si de un ritual mágico se tratara. Eso es lo que estamos consiguiendo en todos los teatros.

-Asier, esa unión entre su 'yo' actor y su 'yo' músico lo deja fluir en toda su intensidad sobre las tablas de un teatro. ¿Es donde se siente más cómodo?

-Asier: Yo donde me siento más cómodo es en la música. Para mí todo está unido. No hay una separación. Creo que el gran error que cometemos es intentar clasificarlo todo; el futuro está en la mezcla de todas las artes. Tenemos que permitirnos estar a gusto e inspirarnos en la pintura, el cine, la danza, el teatro, la música o la literatura. De hecho, todas las artes juntas son las que nos inspiran para hacer este disco y lo que a mí me inspira como artista. No me gusta que nos reduzcamos, y la música permite todo tipo de imágenes y que confluyan otras artes dentro de ella. Y es que nosotros, Enrico y yo, hemos nacido para la música.

-Fuera del teatro, sigue inmerso en proyectos televisivos y cinematográficos tan exitosos como la película 'Dolor y gloria', de Pedro Almódovar, nominada este año a los Oscar. ¿Se puede decir que está en el mejor momento de su carrera?

-Asier: El mejor momento de nuestra carrera está a punto de llegar.

-Enrico: La definición propia de éxito es tan relativa… ¿Qué es el éxito?; ¿cuándo llega el éxito? Yo tengo éxito cuando veo a alguien emocionado ante lo que hago. Los reconocimientos públicos son muy relativos. La nominación a los Grammy Latinos ha sido algo sicodélico y surrealista de alguna forma. Las Vegas y el mundo latino ofrecen mucho color, muchas luces, pero a mí lo que me interesa es que la gente vea el vídeo. Ir allí nos ha servido para promocionar'Mastodonte', el resto es tan relativo.

-En el Teatro de la Merced de Cazorla quedó para siempre el eco de 'El intérprete'. ¿Qué recuerdo guardan de su paso por esta tierra?

-Asier: Recuerdo un pueblo precioso donde, además, comimos de maravilla. Y yo espero que el público de Cazorla baile todavía más de lo que bailó con 'El Intérprete'. En todos los teatros está ocurriendo algo impactante: gente de todas las edades, estilos y clases se comporta igual, se celebra a sí misma y es lo que nos gusta ver. Es en ese momento cuando te sientes orgulloso y te dices a ti mismo: «sirve para algo lo que hacemos».