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Anita Hernández, 'Azul Místico', posa con su libro en el Cuarto Real de Santo Domingo. PEPE MARÍN
«Intento contar mis viajes como si lo hiciera para un amigo»
Anita Hernández 'Azul Místico', exazafata, 'youtuber' y escritora

«Intento contar mis viajes como si lo hiciera para un amigo»

Con 374.00 suscriptores en su canal de YouTube a los que ofrece consejos sobre lugares e itinerarios, publica 'Postales desde el aire' donde cuenta su vida

José Antonio Muñoz

Granada

Jueves, 15 de julio 2021, 00:48

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Anita Hernández es en las redes 'Azul Místico'. La granadina, nacida en 1993 y exazafata de Fly Emirates, es una de las líderes de opinión, sobre todo en el segmento joven, cuando se trata de hablar de viajes. Sus 374.000 seguidores en YouTube valoran su cercanía y su veracidad a la hora de ofrecer consejos. Ahora, ha publicado con Plan B (Penguin Random House), su primer libro, 'Postales desde el aire', donde cuenta sus experiencias vitales.

Usted nació para esto. Ya en el primer capítulo de su libro relata viajes de muy pequeña a Marruecos.

–(Risas) A mi madre le encantaba a viajar. Iba a Estambul, a Londres, a Cuba, con sus amigos. Y cuando fue posible, me llevó con ella. Aquel viaje a Marruecos lo hicimos en coche. Me encantó.

¿Cómo se convirtió en azafata?

–Estaba estudiando en la Facultad de Bellas Artes. Básicamente, escogí la carrera, a pesar de que mi primera opción era Arquitectura, porque pensaba que lo iba a pasar muy bien. Efectivamente, así fue. Una compañera de clase me decía que debía ser azafata. Di con un blog relacionado con ese mundillo, supe que había entrevistas en Granada para una compañía, me presenté y me cogieron. Esto fue al terminar la carrera, porque durante ella estuve trabajando en Disneyland París.

¿Cómo fue la primera vez que subió a un avión como azafata?

–Fue en 2014, en el curso de formación de Fly Emirates, la compañía para la que estuve trabajando. Pasé dos meses en Dubái y a primeros de septiembre ya estaba volando. Allí estuve año y medio, en una nube.

Por encima de ellas, en realidad.

–(Risas) Sí... En ese momento, todo se convierte en una nebulosa, no sé si estuve en un país en otoño de 2014 o en la primavera de 2015. Todo transcurrió muy deprisa.

¿Cuándo decidió entrar en las redes?

–Me había abierto un blog en 2011, cuando fui a trabajar a Disneyland por primera vez, porque pensé que sería útil compartir mis experiencias con quienes tuvieran la idea de irse allí. Luego, me abrí otro de moda, porque era un mundo que me interesaba y donde tenía amigos. Fue entonces cuando empecé a subir vídeos sobre ropa, maquillaje, complementos... Así, fue cuando empecé a ejercer como azafata cuando cambié la moda por los vídeos de viajes. Más que nada, con el objetivo de que mi familia viera los lugares que visitaba. Sin embargo, empezó a haber personas que los veían, y que se suscribían al canal, también por el interés que despertaba la profesión de azafata, no solo por los viajes. Sobre todo, pude hablar con más libertad sobre los entresijos de la profesión. En ese momento, fue cuando el número de seguidores empezó a crecer de forma importante.

¿Cuándo hizo de este canal su profesión?

–Hace unos cuatro años que me dedico a tiempo completo a YouTube, generando contenidos que comparto con mis seguidores. La verdad, no esperaba que esto se convirtiera en un medio de vida, ni tampoco volver a Granada, porque durante los últimos cinco años viví en el Reino Unido, y los últimos tres en Londres. Sin embargo, la pandemia hizo que volviéramos, mi pareja y yo.

«Desde pequeña he escrito, y uno de mis sueños era publicar un libro. Aparecí en IDEAL por tener el récord de lectura en la biblioteca, más de 200 libros en un año»

Y la idea de escribir este libro, ¿cómo surgió?

–Desde pequeña he escrito, y uno de mis sueños era publicar un libro. Cuando tenia seis años, mi madre me hizo socia de la Biblioteca del Salón, y leía tanto que me dieron un premio. La noticia apareció en IDEAL, tengo el recorte guardado. Incluso me hicieron una caroca en el Corpus, porque leí más de 200 libros en un año. Miguel Ángel Moleón fue quien me entregó el premio, y desde entonces, le escribía para preguntarle qué debía hacer para publicar un libro –tenía unos ocho años–. Me decía que esperara un poquito... (risas). El caso es que había muchas vivencias que quería contar y no cabían en los vídeos, así que fui haciendo una especie de diario. Cuando me llamaron de Penguin para preguntarme si quería publicar un libro, les dije que ya lo tenía medio escrito... He desechado, eso sí, algunos textos que tenía escritos, porque no me sentía representada en ellos.

El aspecto de 'Postales desde el aire' es muy especial. Se nota su mano artística.

–Sí, he querido que fuera no solo una narración literaria, sino también visual, insertando fotografías, tarjetas postales escritas de mi puño y letra... Quería que fuera, más que un libro al uso, un cuaderno de viaje. Mi madre guarda todas las postales que le envié, ya que de casi todos los destinos en los que paré quise que le llegaran imágenes.

Y sobre todo, es un libro útil.

–He tratado que sea así, al igual que los vídeos. Contar la cara humana de las ciudades basándome en mis experiencias. Me gusta contar las historias como me gustaría que me las contaran.

«La vida de azafata tiene aspectos buenos y malos. Atender a los clientes no siempre es una tarea fácil»

¿Es difícil la vida de la azafata?

–Tiene sus aspectos buenos y malos. Atender a los clientes no siempre es una tarea fácil. Y tomar la decisión de dejarlo tampoco fue fácil, ya que es una profesión con muchos alicientes.

–¿Cuál fue el viaje más largo que hizo?

–Fue de una semana, entre Dubái y Sidney, ida y vuelta, con parada en Bangkok y Cristchurch.

¿Echaba de menos Granada, su comida, su gente?

–En Fly Emirates comíamos muy bien, el mismo menú que los pasajeros. Y venía a ver a mi familia siempre que me era posible.

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