La compañía Laviebel, durante el espectáculo 'El viaje', en el teatro CajaGranada, dedicado al 50 aniversario del Innstituto de Astrofísica de Andalucía. BLANCA RODRÍGUEZ

IAA-50, el exoplaneta de Granada

1975-2025. El Instituto de Astrofísica de Andalucía celebra su 50 cumpleaños en el museo CajaGranada con una gran fiesta y la obra de teatro 'El Viaje, un musical cósmico', sobre los inicios del centro

Jueves, 23 de octubre 2025, 00:34

Eran cuatro amigos. Cuatro curiosos que ascendían por la ladera de Sierra Nevada, rumbo a las estrellas. Al llegar al observatorio Mojón del Trigo, otearon ... el horizonte y cantaron una suerte de «tierra a la vista». Los cuatro, José María Quintana, Eduardo Battaner, Pilar López de Coca y Ángel Rolland, vislumbraron un exoplaneta al otro lado del tiempo, una nave que aterrizaría en la todavía inexistente glorieta de la Astronomía, un hogar para que otros 283 locos de 60 nacionalidades pudieran tocar las estrellas: el Instituto de Astrofísica de Andalucía.

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Medio siglo después, el sueño es una fiesta. Cerca de quinientas personas, elegantes y alegres, se encontraron ayer en el Teatro CajaGranada para celebrar el 50 cumpleaños del centro. Un montón de ojos que han visto –o escuchado– cosas que parecen sacadas de un relato de Terry Pratchett: al cometa Churyumov Gerasimenko atravesar el cosmos, los primeros planos del radiotelescopio SKA, las estepas marcianas, Júpiter, Neptuno, los anillos de Neptuno, el Horizonte de Sucesos... Solo les falta la tortuga que transporta una mundo en su caparazón, pero es cuestión de tiempo.

Sin embargo, lo que ninguno imaginaba ver sucedió en el escenario del CajaGranada. Una obra de teatro, un musical, que narró –con grandes dosis de imaginación– la vida y obra del instituto, es decir, la suya propia: 'El viaje, un musical cósmico'. La compañía granadina Laviebel, dirigida por Emilio Goyanes, cantó, bailó e interpretó la aventura de aquellos pioneros que ascendieron una montaña en busca de un observatorio. Pero esta vez los amigos se pasan de largo y ascienden hasta las entrañas del universo, donde les espera una sorpresa... deslumbrante.

Momentos del espectáculo. BLANCA RODRÍGUEEZ

El viaje hizo cinco paradas, cinco pausas para proyectar cinco pequeñas piezas audiovisuales que mostraban, sin ficción alguna, el periplo del IAA: el origen con una inversión de 400.000 pesetas, los éxitos, fracasos, la primera conexión a Internet, el observatorio de Sierra Nevada, la llegada al Zaidín... Todo lo que ha supuesto estar en pie, peleando por las estrellas en Granada, desde hace 50 años.

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El musical, cargado de risas y emociones, habló de la importancia de la curiosidad, de esa burocracia que se torna en agujero negro, de los retos, de Dios y la mujer científica, del poder de los sueños fuertes, ¿la plaza pá cuándo?... Y de aquellos amigos que, encaramados al Mojón del Trigo con sus pantalones de pana, encendieron motores en 1975. Para ellos fue la más grande ovación, para los que estuvieron, para los que están y los que estarán. Seguro Ángel Rolland, que falleció el pasado junio, cantó, bailó, aplaudió y por fin, abrazado a todos sus colegas , brindó –«¡hip, hip!»– subido a alguna estrella titilante.

Capitanes

Antxon Alberdi y Olga Muñoz. B. R.

Esta fiesta fue la culminación –la cima– del programa que el Instituto de Astrofísica de Andalucía, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha desplegado a lo largo del año para celebrar su 50 aniversario. Un gran evento que reunió a los miembros de la tripulación con amigos, familiares, empresas e instituciones que han acompañado al IAA a lo largo de su travesía.

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Antes de que Laviebel despegara en el escenario, tras bajar la futurista y nunca mejor empleada escalera elíptica del museo CajaGranada, la nueva directora del instituto, Olga Muñoz, tomó la palabra. «Me nombraron directora del IAA hace 22 días», dijo sonriente, provocando un cariñoso aplauso. «Como veis, la terapia de choque que me han preparado no tiene parangón», bromeó. Le acompañó entonces Antxon Alberdi, su predecesor. «Nos sentimos orgullosos de estar en Granada y desde Granada salimos hacia el cielo», afirmó.

Con una amplia representación de Ayuntamiento, Diputación, Junta de Andalucía, Universidad de Granada y Cámara de Comercio, entre otras instituciones y empresas, Alberdi y Muñoz charlaron en el escenario con Juan Cruz Cigudosa, secretario de estado de Ciencia, Innovación y Universidades; Antonio Posadas, secretario general de Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía; y Eloísa del Pino, presidenta del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

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Celebración. Antxon Alberdi, Eloísa del Pino, Juan Cruz Cigudosa, Antonio Posadas y Olga Muñoz . BLANCA RODRÍGUEZ

Del Pino habló del «trabajo ejemplar» del instituto, que publica «más de un paper al día, cuatrocientos y pico al año». «Su labor –recalcó– es gigantesca». Posadas, por su parte, celebró «las bodas de oro en toda regla» y recordó que el IAA cuenta con el mayor reconocimiento de la Junta, la Medalla de Oro de Andalucía. Además, se comprometió en público a financiar con dos millones de euros la campaña de los próximos años para que el centro desarrolle instrumentación puntera. «Lo que deseo es que dentro de 25 años nos volvamos a ver aquí».

Cigudosa destacó que el IAA es uno de los 38 centros reconocidos con el título de excelencia Severo Ochoa en España. «La ciencia es importante porque cambia la vida de las personas –dijo–. Estáis cambiando nuestra vida». Por último, el secretario vislumbró un futuro en el que «España es refugio de la ciencia». «Sois la joya de la corona. El mejor futuro posible».

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Destino

En busca del tiempo y el espacio. B. R.

Los exoplanetas son planetas de otra estrella. Cuando los astrónomos descubren un nuevo exoplaneta, antes de ponerles un nombre muy literario, utilizan una combinación de letras y números que, aunque menos románticos, están cargados de significado. En el Zaidín hay un exoplaneta. Un lugar que empezaron a descubrir José María, Eduardo, Pilar y Ángel, y que hoy siguen haciéndolo Antxon, Olga, Emilio, Amanda, Julio, Ascensión, José Luis, Alicia... y todos los demás.

Sí, se llama Instituto de Astrofísica de Andalucía. Pero hoy también es el IAA-50, el exoplaneta de Granada. Porque al final, al final siempre nos queda la luz. Menudo viaje en el tiempo, porque sueño, he vivido... ¡Zaidín a la vista!

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