Los granadinos que construyen guitarras desde hace 145 años
Tradición ·
Andrés Segovia, Paco de Lucía, Sabicas, Manuel de Falla... han tocado instrumentos de Casa Ferrer. Cinco generaciones de guitarreros con una única obsesión:la perfecciónAlfonso XII llega a Madrid para ocupar el trono de España. Nace el poeta Antonio Machado. Antonio Cánovas del Castillo es nombrado presidente del Consejo ... de Ministros. Fueron grandes acontecimientos que ocurrieron en 1875. Pero ese año hubo también otros eventos que, de una u otra manera, también deben de ser recordados. Al menos aquí, en Granada. En febrero Benito Ferrer fundó Casa Ferrer, la guitarrería más antigua de la capital con 145 años de vida. Cinco generaciones de artesanos que han provisto a auténticas leyendas de las seis cuerdas como Sabicas, Paco de Lucía o Andrés Segovia, y también a otras ilustres personalidades como el mismísimo compositor Manuel de Falla.
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Al frente de Casa Ferrer hay ahora dos generaciones: la cuarta, formada por los hermanos Ana y Eduardo Durán Ferrer, que mantienen su establecimiento en la Cuesta de Gomérez, y la quinta, Antonio Raya Ferrer, en el Paseo del Salón. «Nuestra firma –reconoce Ana Durán– ha vivido momentos complicados en este siglo y medio, pero éste resulta especialmente difícil porque nuestros clientes, el noventa por ciento extranjeros, no pueden viajar hasta Granada debido a las restricciones que impone la crisis sanitaria del coronavirus». «Nos han anulado muchos pedidos, pero confiamos que, ojalá, podamos continuar muchos años más», agrega Ana Durán mientras lija uno de los instrumentos que luego serán tocados por profesionales y no profesionales que vienen a Granada a comprar lo mejor de lo mejor.
Según Ana Durán, los interesados por los instrumentos de Casa Ferrer buscan ergonomía –comodidad a la hora de pulsar–, una afinación perfecta con todos sus matices y la confianza de un fabricante solvente. «Nosotros tenemos el acervo de casi 150 años de historia y todo el conocimiento que hemos heredado en esta dilatada trayectoria, pero también aplicamos todos los avances técnicos que se han ido produciendo», comenta Ana Durán. ¿Cómo han cambiado las guitarras desde aquellas primeras que hizo Benito Ferrer a finales del siglo XIX a las que hacen Ana, Eduardo y Antonio a principios del XXI? Pues mucho. Por lo pronto, dice Ana Durán, el tamaño es más grande, «a lo que hay que sumar desarrollos musicales con mayor volumen armónico». Respecto a los materiales, madera de palosanto para la clásica –que aporta una gran sonoridad–, y ciprés, sabina y arce para el flamenco. Ahora también se está innovando con nuevos materiales como el granadillo o el cocobolo. Ana Durán explica que el proceso de construcción de una guitarra puede llevar unas seis semanas, incluida la aplicación de los barnices.
El fundador Benito Ferrer es un personaje imprescindible para entender la historia de la guitarra en España
«Somos muy exigentes», afirma. Una exigencia derivada, en gran medida, de la responsabilidad y el orgullo que implica formar parte de una de las principales estirpes de guitarreros de Granada y Andalucía. «Resulta curioso observar –relata– cómo hay gente que pasa por delante de la tienda y que sólo entra para decirnos que sus padres o sus abuelos tenían una guitarra con el sello de Casa Ferrer».
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Cuando empezó todo
Pero volvamos a remontarnos a 1875. ¿Cómo empezó todo? Pues todo empezó con un señor que se llamaba Benito Ferrer Martín. Mientras cursaba los estudios que posteriormente le convertirían en notario, él daba rienda suelta a sus inquietudes artísticas tocando en la tuna y también en la zambra del Capitán Amaya, que se encontraba en la plaza del Humilladero. Y en éstas que se le rompió la bandurria y como no tenía dinero, optó por meterse en los talleres de los guitarreros para hacerse una. Y ahí introdujo la primera gran innovación. En vez de una encordadura de tripa, puso una metálica. El experimento no salió inicialmente bien porque se rompió. Un contratiempo que Benito resolvió acudiendo a las matemáticas: la tensión tenía que garantizar el equilibrio de fuerzas. Aquello sí funcionó. Un cambio de parámetros que está en el origen de lo que se conoce como la Bandurria de Granada. Y Benito se puso a hacer bandurrias, luego laudes y luego guitarras. Al final la demanda fue tal que en los inicios de 1875 fundó Casa Ferrer en la calle Jarrería.
No hay más que entrar en Casa Ferrer de la Cuesta de Gomérez para comprobar que, en efecto, estamos ante una institución en Granada –probablemente se halla entre los cinco negocios más antiguos–. En sus paredes cuelgan fotos de los más importantes intérpretes de todos los tiempos. Como Andrés Segovia, cuya primera guitarra llevaba el marbete de Casa Ferrer. Fue un regalo de Benito Ferrer, cuenta Ana Durán, con motivo de un recital que Segovia iba a ofrecer en Granada cuando aún era un niño. Pero también hay otras muchas cargadas de historia y momentos irrepetibles. Como ésa en que se ve departiendo a Ramón de Algeciras, Paco de Lucía y Antonio Durán –padre de Ana–. Una original de Carmen Amaya con una dedicatoria a Eduardo Ferrer (segunda generación). Otra Sabicas. Y de Manitas de Plata. Y también de guitarristas granadinos actuales como Carlos Zárate.
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La estirpe de los Ferrer
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Primera generación. Benito Ferrer Martín. Fundó la guitarrería en 1875.
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Segunda. Eduardo Ferrer Castillo. Se hizo cargo en 1925.
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Tercera. Benito Ferrer Padilla, José Ferrer Padilla, Antonio Durán Zurita y José López Bellido. Benito abre Casa Ferrer en Venezuela y José, en Mallorca. En Granada asume la regencia Antonio en 1988.
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Cuarta. Eduardo Durán Ferrer y Ana Durán Ferrer se hacen cargo en 2006.
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Quinta. Antonio Raya Ferrer.
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