Granada, sin grandes espectáculos hasta 2021
Los responsables de organizar eventos consideran inviable la apertura con limitación de aforo por los altos costes, y solo algunos conciertos y obras de teatro serán rentables
Jueves, 30 de abril 2020, 02:42
El sector cultural granadino ha vivido durante las últimas 36 horas entre el estupor y la preocupación por el programa de desescalada planteado por el ... Gobierno Central. Granada es una provincia donde la cultura tiene un papel fundamental no solo para la economía, sino para la propia vida. La agenda, por más descoordinada y deslabazada que esté, está cuajada de actividades a lo largo del año. Por eso, quienes están al frente de la organización de dichas actividades, recibieron entre el estupor y la preocupación el programa de desescalamiento que puso sobre la mesa el Ejecutivo, sabiendo que, como coinciden en afirmar, el panorama actual les condena a una situación muy complicada, cuando no a la desaparición.
Publicidad
Maite Domínguez, responsable de programación de la empresa RCK, que opera en el Palacio de Congresos, define la nueva situación como «una trampa mortal». Y añade: «No hay ningún promotor que pague lo que cuesta la sala García Lorca (2.000 butacas), para cubrir un tercio o la mitad del aforo. Solo algunos espectáculos podrían hacerse limitados a la mitad del aforo de la sala, que serían 1.000 personas. Mucho más cuando vamos a tener que asumir unos costes extra de limpieza, desinfección, colocación de equipos de protección… Hasta septiembre, al menos, no vamos a poder programar espectáculo alguno, y a partir de esa fecha, veremos».
Periodismo y compromiso
Además de los costes de apertura de las salas, la movilidad reducida impedirá que vengan artistas internacionales, y mientras se restrinja incluso la movilidad interprovincial, cualquier iniciativa será inviable, «a no ser que traigamos a los artistas desde EE UU con vuelos medicalizados», dice sin perder la sonrisa Maite Domínguez. «Va a haber despidos en el sector, y se va a colocar tanto a los promotores como en una situación desesperada», se teme, «ya que hasta final de año no vamos a saber qué ocurrirá en el futuro. Además de que la situación económica de las familias va a ser complicada, y la cultura, para muchas de ellas, es un artículo de lujo».
El gerente de Gegsa, la empresa municipal de eventos, Carlos Díaz, asegura que «no habrá grandes conciertos en el Palacio de Deportes antes de final de año, con la actual situación. Teníamos 12 grandes conciertos y un musical programado antes de final de año, y con suerte, comenzaremos a tener una programación estable en primavera. Las pérdidas para la ciudad van a ser muy cuantiosas, pero quiero llamar la atención sobre la pérdida de calidad de vida que supone la ausencia de actos culturales, mucho más cuando la crisis ha demostrado ser fundamental en este encierro».
Más allá del gran espacio que gestiona Gegsa, Díaz si ve «posible» que se puedan celebrar conciertos en espacios como el Centro Manuel de Falla –a partir de otoño y con las limitaciones que marque la ley– y al aire libre en la Huerta de San Vicente. Con todo, Díaz apela a «la sensatez y la solidaridad, porque lo más importante es que la población esté sana y se sienta segura al acudir a un espectáculo».
Publicidad
Carlos Díaz apela a «la sensatez y la solidaridad, porque lo más importante es que la población esté sana y se sienta segura al acudir a un espectáculo»
El programador del Teatro Isabel la Católica (una sala que tiene 638 butacas), el madrileño Lope García, afirma que «dos de los tres modelos habituales de gestión teatral, la iniciativa privada y lo que llamamos 'empresa mixta', que supone un acuerdo entre compañía y distribuidor, van a entrar en crisis de forma irremisible. Con la limitación de aforos, la única forma de ofrecer teatro es que las administraciones paguen el caché completo de las compañías y recuperen parte de lo que paguen con el dinero de la venta de entradas, que será más bien poco». García da por pérdida esta temporada, y comenzará a programar en octubre, siempre con la vista puesta en las condiciones higiénico-sanitarias que se vivan en ese momento. «Mi prioridad será sentarme con el Ayuntamiento, que es el propietario de la sala, y ver qué condiciones podemos conseguir. Son muchas las compañías que se encuentran en circuitos nacionales y de las que podemos echar mano, pero si queremos una programación de excelencia, como la que hemos tenido hasta ahora, tendremos que pagarla. Si una compañía tiene ocho o nueve actores, no va a rebajar su caché», afirma.
Lope García es uno de los programadores más importantes de nuestro país. El daño que ha sufrido es «enorme. Hemos suspendido hasta ahora 168 funciones, tenemos tres teatros cerrados y dos festivales que no vamos a poder celebrar». Con todo, a pesar del daño que afirma que va a sufrir el sector, prefiere ir sobre seguro. De tal modo que «si en septiembre no se va a poder comenzar con garantías y en noviembre sí, preferiré esperar hasta noviembre». Conocedor de la realidad madrileña, una de las comunidades más azotadas por la pandemia, afirma que «el Teatro Español ha programado el estreno de 'Mujercitas' para otoño, una obra que vivirá el estreno andaluz en Granada, cuando sea posible». Y concluye: «La 'nueva normalidad' es incompatible con la economía del teatro, la de las compañías y los espacios».
Publicidad
«Demencial»
Marisa Asensio, directora de Farasha Producciones, es la responsable de programar la sala de conciertos Aliatar, una de las más exitosas de la capital, con 800 personas de aforo máximo. No ahorra adjetivos al calificar el plan de desescalada: «Es demencial, descabellado. Si no nos quieren dejar trabajar, que lo digan. La falta de unión en el sector ha hecho que nos toreen durante todos estos años». Y añade: «Este planteamiento lo ha hecho alguien que no sabe cómo funciona la música. Y espero por el bien del sector que sea otro ejemplo de paso que se da adelante para dar luego dos atrás, porque si se mantienen estos parámetros, el sector va a tener que plantarse, y la música desaparecerá de las salas granadinas. No hay otra opción». Según Asensio, la repercusión económica que estas medidas van a tener es enorme, «porque no solo ganan dinero programadores y grupos. Gana el camarero, el técnico de luces, el de sonido, el del hotel donde se aloja el grupo y el restaurante en el que come».
Las salas de exposiciones se enfrentan a la misma incertidumbre, a pesar de que, en principio, dada la amplitud de las mismas y su aforo escaso, son las que pueden tener muchos problemas. La gerente del Centro Lorca, Sara Navarro, afirma que «no hay fecha para la reapertura. Intentaremos armonizar las garantías sanitarias con el disfrute. De momento, hemos conseguido prorrogar las exposiciones que tenemos abiertas. En cuanto a los actos literarios y escénicos en el auditorio, hemos suspendido varios, y haremos lo que la legislación dicte, primando la seguridad».
Publicidad
Los cines del Serrallo empiezan a preparar la reapertura
Los cines son el entretenimiento audiovisual por excelencia. En Granada, el último 'actor' en llegar a este negocio es OCine, la empresa que gestiona las salas del Centro Comercial Serrallo Plaza. Su consejero delegado, Jordi Agustí, asegura que «la fecha prevista de apertura, el 24 de mayo, tan próxima, nos ha sorprendido. Esperábamos que fuera más tarde. Pero ya nos hemos puesto manos a la obra con expertos en salud preventiva e higiene para que cuando la autoridad lo permita, abramos las puertas. Preferimos hacerlo con todas las garantías, incluso aunque sea más tarde». Añade que «entre las medidas que implementaremos estará el distanciamiento respetando las proximidad de familias, el espaciado de las sesiones para evitar aglomeraciones, e instalación de dispensadores de gel, guantes y mascarillas. Queremos que la experiencia de disfrute sea plena».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión