Granada busca un Chorrojumo de película

Se busca a Chorrojumo, nacido como Mariano Fernández Santiago y autodenominado Rey de los Gitanos y Señor de los Bosques de la Alhambra. Tiene 197 años pero no aparenta más de 60. Suele pasear por Granada como una sombra perenne, como un fantasma que atraviesa los muros de la Alcaicería, del Albaicín, del Realejo... Está por todas partes pero nadie le presta atención, pese a llevar varios siglos surcando la piedra. Es un mito olvidado y confundido, testigo de nuestra historia. «Y esa historia, precisamente, la de Chorrojumo, es la que inspira nuestra película».

Lucía Alonso (Granada, 1998) dirige 'Quién vio los templos caer', un mediometraje que se rodará del 10 al 20 de septiembre en los rincones más bonitos de nuestra ciudad. Una película que nace en las aulas de la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC), una de las grandes canteras del celuloide en España. «Yo soy de Granada de toda la vida, pero con 19 años me dieron una beca para estudiar en la ESCAC y allá que fui. El cine me llamaba desde pequeña: primero fue la foto y luego el movimiento».

La ESCAC tiene su propia productora y, cada año, financian diez proyectos de alumnos del último curso con 10.000 euros. «Presenté la idea y fue una de las elegidas», dice Lucía, a los pies de la Puerta de la Justicia, en La Alhambra, uno de los escenarios clave de su historia. «La película –sigue– es un retrato de Granada en su estado presente y habla sobre la identidad y la necesidad de mantenerla».

En ese trasfondo aparece Chorrojumo, que en el film sigue vivo, deambulando por las calles como alma en pena. «Ya no puede dedicarse a hacerse fotos con los turistas y la ciudad le ha olvidado. En esas se encuentra con un chico de Marruecos que acaba de llegar a la ciudad con una llave que le dieron sus antepasados. Ambos buscarán la casa que abre esa llave en un viaje en el que descubriremos cómo está Granada, lo que ha sido y lo que ya no es».

La misteriosa llave y la mágica puerta están relacionadas, claro, con la leyenda de la Puerta de la Justicia. «La leyenda dice que cuando la mano coja la llave desaparecerá la Alhambra y, con ella, Granada. Ese día habrá llegado el Crepúsculo del Mundo». El encargado de poner voz a Granada y a la película será Curro Albaicín, narrador sabio y piedra angular del Sacromonte.

«Seguimos a la búsqueda del actor que haga de Chorrojumo –apunta Lucía–, aunque ya estamos cerca de cerrarlo. Es un perfil muy concreto, debe ser un hombre gitano entre los 50 y los 60 años». Para elegir al otro protagonista, el chico marroquí, les está ayudando la Fundación Escuela de Solidaridad, que trabaja con inmigrantes. «Pero todos los actores, protagonistas y secundarios, serán de Granada», subraya la directora.

Lucía lleva en sus manos un pequeño libro artesanal, una delicia documental en la que ha ido archivando todas sus investigaciones sobre Granada y Chorrojumo. «He leído muchísimo y hemos entrevistado a historiadores, coleccionistas, urbanistas, antropólogos... incluso a Manuel Mateo, que es su imitador. Cada vez que encontrábamos a alguien nos conectaba con otra persona que nos desmentía lo que nos habían dicho antes. El mito de Chorrojumo viene porque hay mucha habladuría y nadie sabe que es real. Ahí está la magia».

Acompañando a Lucía están Jan Haase (Barcelona, 1998), director de fotografía de la película; y Guillem Mula (Barcelona, 1999), su productor. Ambos son compañeros de promoción de la ESCAC, al igual que el resto de equipo que vendrá a Granada en septiembre. «Vamos a rodar en 16 milímetros, en analógico, lo que lo hace un rodaje complejo. Pero lo queríamos así porque es una manera de envejecer la imagen, de darle ese punto de vista de mirada antigua que encajaba muy bien con la historia», explica Haase.

Mula, que está enfrascado en todos los procesos administrativos para rodar a la vuelta del verano, acaba de firmar un acuerdo con Covirán, que será patrocinador de la película. «Como nos venimos aquí a rodar, desde Barcelona, hemos abierto un 'crowdfunding' en verkami básicamente para dietas y transportes, que es lo que encarece la producción –dice Mula–. Así que nos encantaría que quien lo desee pudiera ser parte del proyecto».

Rodar en Granada era fundamental para la historia y para la directora. «Después de cuatro años allí, me apetecía muchísimo trabajar en mi tierra. Así que me traigo a la ESCAC a Granada», sonríe Alonso, abrazada a sus compañeros de promoción. «Rodaremos en el Albaicín, el Realejo, la Plaza del Carmen y todo el casco histórico, La Alhambra... Y contaremos con un equipo técnico de apoyo adicional de Granada».

La película se estrenará en las salas Cinesa Diagonal de Barcelona y, también, aquí. «Me hace mucha ilusión que Granada la vea. Es una película que contará el proceso que están viviendo muchas ciudades del mundo, un proceso de globalización y 'turistificación'. Pero la grabamos en Granada, la protagoniza Chorrojumo y se tiene que ver aquí», termina.

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