García Montero cree que el futuro del español pasa por el panhispanismo

Ante un auditorio que llenó por completo el Salón de Actos de la Once, el granadino, que fue presentado por el director de IDEAL, Eduardo Peralta, repasó los retos del español en las próximas décadas y describió un futuro en el que la lengua de Lorca y Ayala tiene mucho que decir. García Montero se sirvió para ello de los últimos datos del aportados por el Anuario del Instituto Cervantes, que apuntan al idioma de Bécquer como el segundo con más hablantes del mundo tras el chino mandarín.

«El español es un idioma que tienen como lengua materna más de 480 millones de personas y que emplean más de 700 millones de hablantes si sumamos a la gente que lo estudia como segundo idioma o que tiene un conocimiento limitado de él -expuso García Montero-. El español está en muy buen momento y las encuestas prevén que siga subiendo el número de hispanohablantes hasta 2050».

El granadino explicó que la expansión del número de hablantes «se debe al poder económico, político, cultural y diplomático que conforma el tejido del español» y apuntó a la creciente importancia de Hispanoamérica en el mundo como otro de los factores esenciales de crecimiento.

Para García Montero, el futuro del español pasa por el panhispanismo y puso como ejemplo el camino abierto por la Real Academia Española en los últimos tiempos. «Debemos sentirnos no dueños, sino participantes de una comunidad iberoamericana con un claro predominio hispano y creo que hay que seguir el camino iniciado por la RAE, que ha apostado por reunir las academias de los 23 países hispanohablantes y hacer del diccionario de la academia un trabajo común de todas ellas», recordó.

El poeta aprovechó la ocasión para advertir de los obstáculos que en los últimos tiempos atenazan al español y llamó a la comunidad hispana a superar dos conflictos que, en su opinión, están fuera de la historia: «la defensa del español desde un punto de vista imperialista y la consideración de lo hispánico como algo agresivo».

«Cuando un Gobierno dice que el español es marca España crea mucho malestar y abre heridas que cuesta trabajo cerrar -dijo en referencia al primero de los obstáculos-. Quien quiere a España lo que quiere es que sea bien mirado por todos los hispanohablantes y querer a España significa hacer diplomacia cultural y apostar por una perspectiva panhispánica».

Por otra parte, atendiendo al segundo de los retos señalados, García Montero recordó que «cualquier política antiespañola responde a intereses coyunturales que no tienen nada que ver con los valores democráticos que promueve en la actualidad nuestro país». «Cuando se recuerda la conquista de América como el mal de los conquistadores españoles, yo digo que toda conquista es violencia -aseguró-. En ese sentido, hay que aceptar la historia y tomar conciencia para sustituir aquellos valores por unos democráticos y de diálogo».

Para el granadino, «el que haya un idioma común entre 22 países es puro oro y que tengamos la misma lengua materna da una perspectiva de unidad muy importante en esta época».

El director del Instituto Cervantes recordó los ataques que las comunidades hispanohablantes están sufriendo en los últimos tiempos y criticó la postura del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, «que ha impuesto la perspectiva del 'English only' en un país en el que uno de cada cuatro niños tiene ya un origen hispano y que, llegado el momento, puede ser el que estado que cuente con más hispanohablantes del mundo».

García Montero reclamó respeto para las lenguas maternas, «aquellas con las que aprendimos a decir 'mamá', 'te quiero' y 'tengo hambre'» y pidió a los españoles dejar de meter la lengua en las querellas. «No hay mayor ofensa que meternos con un idioma materno, me siento tan orgulloso de Juan Ramón Jiménez como de Salvador Espriú o Rosalía de Castro y cuidado con creer que usar una manera de hablar es motivo de desprestigio», dijo antes de recordar el episodio del Quijote con el Caballero del Verde Gabán. «Conviene respetar las lenguas maternas si queremos crear un espacio de convivencia», dijo.

Finalmente, el granadino subrayó la importancia de la financiación de la cultura en español para asegurar el futuro de la lengua y advirtió que en este ámbito «aún tenemos camino por recorrer». «El British Council -equivalente inglés al Cervantes- se fundó en 1934 y tiene más de 1.300 millones de euros de presupuesto; el Cervantes se creó en 1991 y cuenta con 60 millones procedentes de fondos públicos- dijo-. Convendría que dejáramos de matarnos con las banderas e invirtiéramos más en la lengua».