FicZone, el éxito real de la fantasía

El buen momento de Ficzone se basa en una inteligente mezcla de negocio, formación y diversión. El negocio viene dado por la presencia de centenares de expositores, de los más variados sectores: desde la venta de merchandising hasta un interesante mercado donde los autores muestran sus creaciones, con el objetivo claro de hacerse un hueco dentro del sector, que cada año mueve centenares de millones de euros sólo en nuestro país.

Ficzone ocupa por completo el recinto de Fermasa. A los tres pabellones que integran el recinto se unen dos carpas exteriores, una con el escenario central y otra dedicada por completo a la cultura oriental, con expositores de ropa y comida japonesa, además de un espacio dedicado al K-Pop, con bailarines que levantaban pasiones entre un encendido auditorio, mayoritariamente femenino.

La historia de Ficzone comenzó hace ya tres lustros, aunque con su denominación actual, que aúna Ficzone y Granada Gaming Festival, no son tantos. Con todo, es indudable que convocatorias como esta tienen un público fiel, aluvional, que llega a vivir el evento como algo propio partiendo de múltiples caminos. Desde la fascinación por los juegos antiguos - esos en que la diversión importa más que la calidad de los gráficos - hasta el seguimiento incondicional de sagas fílmicas y literarias como La Guerra de las Galaxias o Harry Potter.

Entre las riadas de visitantes, mucha, muchísima, gente joven, pero también muchos adultos, más allá de los que ejercen el papel de acompañantes. Personas que, afortunadamente, no han perdido el deseo de sorprenderse, de sentirse niños por un día, confiando en la resolución de los problemas a través de la acción de un héroe.

Lo bueno de Ficzone es que aquí cabe todo. Estrellas de cine como John Rhys Davies, protagonista de 'El señor de los anillos, muy simpático toda la mañana, atendiendo a los múltiples fans que quisieron hacerse una foto con él o tener su firma, obviamente previo pago, como es costumbre en estas convenciones. Chicos y chicas de colegio que cambiarían el rótulo de la entrada por uno que pusiera Hogwarts. Ilustradores de fama mundial como Bryan Lee O'Malley, que a última hora de la mañana ofreció toda una lección de humildad hablando sin complejos de sus personajes. Esta es una gran fiesta de la fantasía, que apela al niño que llevamos dentro. Y por eso es un gran éxito.