La Orquesta y Coro Nacionales de España, anoche en el Palacio de Carlos V. PEPE MARÍN

La Orquesta y Coro Nacionales llenan de vida el 'Réquiem alemán' de Brahms

Una calurosa noche en el Palacio de Carlos V fue el marco donde se escuchó una obra que se aleja del canon habitual del género

Viernes, 8 de julio 2022, 00:32

Seguro que muchos de ustedes han recibido en estos últimos días un 'meme' de los que incluyen una foto de Julio Iglesias en actitudes diversas ... y que vienen acompañados por frases como 'Julio se asoma' o 'Ha llegado Julio'. El séptimo mes del año ha llegado con todo su esplendor mercúrico y anoche en el Palacio de Carlos V disparó el uso de abanicos. En día de entre semana –lo cual hizo que no se llegara al lleno y hubiera cierta holgura en el patio de butacas–, el Festival programó una auténtica obra maestra del gran protagonista de la semana, el alemán Johannes Brahms. Nada menos que 'Ein deustches requiem', 'Un réquiem alemán' en román paladino. Una obra grandiosa en su concepción y que requiere igual grandiosidad en la ejecución, y que se encomendó a la Orquesta y Coro Nacionales de España, quienes actuaron bajo la dirección –que no batuta, pues no la usa– del germano–persa David Afkham, su titular. Un concierto que replicó el ofrecido el pasado fin de semana en Madrid, y que sirvió como cierre de la temporada regular de conciertos de la OCNE, con repetición del elenco, salvo imponderables de la covid.

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En la platea del Palacio de Carlos V estuvo presente la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, primera presencia destacada de políticos en el ciclo sinfónico, donde se han prodigado poco los representantes de alto nivel de las instituciones consorciadas. Y la verdad es que debió divertirse, porque anoche la orquesta española 'de bandera' ofreció una gran interpretación, con el barítono Peter Mattei y la soprano Katharina Konradi, quien , aunque se encuentra en avanzado estado de gestación, hizo frente a su papel con elegancia.

Antonio Granados, Patricia del Pozo, Rocío Díaz y Antonio Moral. PEPE MARÍN

Dado que este 'Réquiem' de Brahms no es canónico en ninguno de los aspectos, salvo en su grandiosidad sonora, comparable a cualquiera de los otros 'grandes', los de Mozart y Verdi, su interpretación requiere, valga la expresión, ciertas dosis de 'alegría'. Es, más que un llanto por la muerte, una celebración de la vida. Y a ello se entregaron con ahínco todos los intervinientes. La especial acústica del recinto alhambreño no se lo pone fácil a ciertos matices, pero es un gran aliado para engrandecer más si cabe un sonido tan intenso como el que deriva de la partitura del maestro alemán. Así, la OCNE otorgó a las notas de Brahms una viveza fuera de toda duda, con pasajes llenos de pasión, como la interpretación de Korradi en el quinto movimiento, titulado 'Ihr habt nun Traurigkeit'.

Por cierto, echamos de menos los sobretítulos que, realizados por el experto Miguel Ángel Rodríguez Laíz, tan útiles fueron para el público en el recital del martes de Schuen o en el oratorio de Haendel por Biondi.

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