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Un momento del concierto 'Cuerdas del alma' que ofreció anoche Juan Manuel Cañizares junto a otros guitarristas en el Casa del Chapiz. Festival de granada

Cañizares, delicadeza, compenetración y excelencia

El guitarrista catalán ofrece una muestra de su virtuosismo minimalista en su concierto digital dentro del Festival de Música y Danza

jorge fernández bustos

Granada

Viernes, 3 de julio 2020

Parece que nos estamos acostumbrando a la muestra digital de conciertos. No hay más remedio debido a los acontecimientos recientes. Hay quien lo sobrelleva mejor ... y quien no termina de encajarlo. La verdad es una manera de internacionalizar nuestra música, nuestros espacios, nuestros festivales, que ya son miles de espectadores de todos los lugares del mundo los que han estado conectados en cualquier momento a las emisiones vía 'streaming' del Festival de Música y Danza de Granada.

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Ayer, continuando con este Festival Digital, asistimos al concierto 'Cuerdas del alma' del guitarrista catalán Juan Manuel Cañizares, que llevó como segunda guitarra al joven madrileño Juan Carlos Gómez. Durante los diez años que acompañó a Paco de Lucía (más de mil conciertos juntos), Cañizares ha ido creando un universo personal que ha dado en llamar 'flamenco abstracto' en el que combina con maestría el clásico con lo jondo. Como resultado ha ido grabando los grandes clásicos españoles en un sello discográfico propio profundizando en el poder evocativo de la música.

Con una severidad rayana en un virtuoso minimalismo, Cañizares entrevera sus propias creaciones con las grandes obras dramáticas de Falla. El concierto comienza exactamente a las diez y tres minutos con la fantasía para guitarra 'Añorando el presente', que compuso en Francia cuando se enteró del fallecimiento del maestro Juan Habichuela. «No pude estar presente para darle mi adiós en Granada, pero quise dedicarle a él esta pieza con todo mi corazón», declara. Para el segundo tema, los tientos 'La callada luna', se hace acompañar de la segunda guitarra. Espectacular la combinación de música e imagen. En 'Imagen…' vuelve a quedar en solitario para acariciarnos el alma con unos trinos memorables que lo acercan al mejor clásico. La '…Fantasía' comienza la guitarra de Juan Carlos cargando de belleza los extremos.

En el ecuador del concierto, a manera de bisagra, se impone la sensibilidad de Manuel de Falla —autor estrella del guitarrista catalán—. En primer lugar escuchamos la 'Danza de los vecinos', unas seguidillas pertenecientes al ballet de 'El sombrero de tres picos', estrenado en 1919, que hogaño reencuentra con sus raíces flamencas en la transcripción para dos guitarras de Cañizares. Continúan con la 'Danza española' núm. 1, de la ópera 'La vida breve'.

Después de este paréntesis, Cañizares regresa a sus sentidas composiciones rescatando, en solitario nuevamente, de su trabajo 'Noches de imán y luna', de 1997, la canción flamenca 'Lejana'. Cualquiera de estas piezas es un ejemplo de buen gusto y melodía, como la rumba 'Cuerdas del alma', perteneciente al cedé del mismo nombre de 2010 y que titula este recital. Acaba con 'Lluvia de cometas', otra rumba del mencionado disco del 97. No hay bis. 

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