Agenda del Festival de Granada del domingo 10 de julio

Compañía de Danza presenta en la Plaza de las Pasiegas, a las 21:30 horas, Vengo de calle, una adaptación de su espectáculo VENGO!. Tomando como referencia la conocida letra de La Molinera, un clásico de la tradición oral castellana, nace este tributo a nuestro folclore, visto desde una perspectiva actual, donde presente y tradición se aúnan para hacer una relectura de nuestras señas de identidad. La versión de teatro de esta pieza recibió el Premio Max a la mejor coreografía 2020. El espectáculo cuenta con la participación de diez bailarines y dirección y coreografía de Sara Cano. 

Sergio Gómez «El Colorao» presenta Hijo del cante en Arenas del Rey. El espectáculo rinde homenaje a la figura de Antonio Gómez «El Colorao». Se interpretan cantes basados en su trayectoria, incluidos en los diferentes discos que el cantaor ha grabado a lo largo de su vida, tanto de corte clásico como composiciones propias. Le acompaña a la guitarra José Fermín Fernández Fernández. Arenas del Rey, Plaza García Lorca, 21:30 horas.

Con la segunda actuación de la London Symphony Orchestra, bajo la dirección de Gardiner y la participación de la aclamada pianista portuguesa Maria João Pires, se cierra el ciclo de Conciertos de Palacio y se clausura la 71 edición del Festival de Granada. El programa incluye la música incidental compuesta para el drama Rosamunda. Es una de las mejores piezas orquestales de Schubert, llena de agradables melodías y exhibiendo su característica calidez y buen humor con una utilización magistral de los recursos orquestales. A continuación, Maria João Pires, reconocida como una de las mejores intérpretes de Mozart del mundo, deleitará al público del Palacio de Carlos V con el último de los 27 conciertos para piano que escribió el compositor salzburgués. De tinte melancólico, se trata de una obra sencilla y austera, que tiene la maestría del arte íntimo, discreto, como replegado sobre su propia y serena madurez. Cierra el programa la Segunda sinfonía de Chaikovski. Mientras componía esta obra en 1872, llegó a declarar que «creo que es mi mejor creación, en cuanto a perfección formal». Siete años después, sin embargo, sintió la necesidad de revisarla y confesó encontrar algunas partes «extremadamente pobres». Finalmente, en su versión definitiva encontramos una obra cálida y vivaz que no dejará indiferente al público, en lo que será el último concierto de la 71 edición del Festival de Granada. El concierto cuenta con el patrocinio de la Fundación Caja Rural.