Silencio en las cuevas del Sacromonte
Flamenco. Zambras y tablaos estudian cómo reinventarse tras constatar que tendrán que reducir aforo y proteger a sus clientes extremando medidas de protección
Jorge Pastor
Granada
Domingo, 3 de mayo 2020, 01:07
Fue el 14 de marzo. Enrique Carmona, nieto de la mítica María 'la Canastera', apagó las luces de su cueva del Sacromonte. Los turistas, los pocos que ya quedaban en Granada, regresaron con prisas hacia sus hoteles por una ciudad que ya, en ese momento, estaba desierta. Fue el último taconeo. «Tres o cuatro días antes –recuerda Enrique– la afluencia empezó a caer de una forma notable». «Cuando el Gobierno decretó el estado de alarma, con el cierre obligatorio de establecimientos como el nuestro, donde se pueden juntar hasta sesenta personas cualquier velada, cerramos las puertas». La incertidumbre es máxima en estos momentos en el 'sector' del flamenco –valga esta expresión para una manifestación artística–. Zambras, tablaos, músicos, bailaores… atraviesan un momento de extrema dificultad en toda España y singularmente en ciudades como Granada, donde se ofertaban espectáculos a diario.
La última hora de Granada
Y es que la irrupción del coronavirus se ha producido, además, en el momento en que comenzaba la temporada alta en Granada. «Estábamos subidos en el avión y nunca llegamos a despegar», comenta Enrique Carmona, que en estos días visita ocasionalmente la cueva para comprobar que todo está en orden y barrer un poco. Abril y mayo son muy importantes para el gremio porque hay celebraciones que atraen a miles y miles de visitantes hasta Granada. Extranjeros que no conciben irse de Granada sin visitar la Alhambra y disfrutar de la magia y la fuerza del flamenco en vivo.
La Semana Santa, por ejemplo, supone entre el diez y el quince por ciento de la facturación anual para María 'La Canastera', a lo que hay sumar la gran demanda que se registra en fechas marcadas en rojo en el calendario como el puente del Primero de Mayo. Este año las expectativas eran inmejorables porque, concatenando festivos en diferentes comunidades autónomas, estaba previsto, por ejemplo, una notabilísima presencia de madrileños en Granada. En cualquier caso, aclara Enrique Carmona, más del ochenta por ciento de sus clientes son de fuera de España. Éste es el quid de la cuestión y lo que más preocupa en estos momentos. ¿Cómo compensar en el medio plazo esta caída del turismo internacional?
«Tendremos que aplicar descuentos para atraer gente y poner en marcha otras medidas como promociones para grupos»
Enrique Carmona, María 'La Canastera'
A expensas de que se vayan despejando las muchas incógnitas de cómo será el corto y medio plazo, los empresarios vinculados al flamenco consultados por este periódico lo tienen claro: necesitan el apoyo de la administración. En el plan para la transición hacia la 'nueva normalidad' se recoge que los actos y espectáculos culturales con menos de treinta persona en lugares cerrados entran en la fase uno. A partir del diez de mayo. Es la única concreción que tienen hasta la fecha.
«Tengo claro que el sector tiene que reinventarse, pero confieso que no sé cuál debe de ser el camino»
Raúl Comba, Productor flamenco
«Hemos de tener en cuenta que hemos pasado del todo a la nada, de estar trabajando a tope a estar totalmente parados», asegura Juan Andrés Maya, responsable artístico de la Cueva de la Rocío, un establecimiento donde entran más de doscientas personas en una sola noche. Bajo su punto de vista, la denominada 'hibernación de la economía' debería de contemplar la congelación de todos los pagos para que no se produzca un desequilibrio entre lo que entra en caja y lo que sale. «Nosotros sí podemos tener algún colchón, pero hay muchísima gente que vive al día y que, de la noche a la mañana, ha visto cómo todas las programaciones se han esfumado», afirma Maya, quien considera que, por las singularidades del oficio de los artistas, hacen falta medidas específicas, tal y como se está reclamando al Gobierno desde diferentes estamentos del mundo de la cultura.
En este sentido, Enrique Carmona, de María 'La Canastera', aboga por líneas de ayudas para que estos profesionales puedan salir a flote durante este periodo de inactividad, a lo que habría que sumar otro tipo de iniciativas relacionadas con la exoneración o la rebaja de impuestos y de determinadas cuotas sociales hasta que se recupere la normalidad. También considera muy importante que, llegado el momento, se pongan en marcha campañas promocionales desde lo público para atraer mercados más allá de los tradicionales. «Nosotros también tendremos que aplicar descuentos a nuestras tarifas y poner en marcha, por ejemplo, ofertas y promociones para grupos», señala Enrique Carmona, que se muestra partidario de no tocar los honorarios de los cuadros artísticos, aunque sea a costa de los márgenes de los empleadores.
El reto de arrancar
Ahora mismo el gran reto es arrancar. Y en esta fase, según Juan Andrés Maya, hay un factor que puede ayudar. «En la Cueva de la Rocío estamos mucha familia, y tendremos que ser nosotros los que tiremos adelante al principio, como ya hicimos en su momento, hasta que nuevamente vuelva con nosotros todo el mundo». A partir de ahí, desde la Cueva de la Rocío, ya están barajando todas las opciones. Una de las posibilidades para reducir aforo será incrementar el número de pases, de forma que haya menos espectadores en cada uno de ellos, aunque globalmente las magnitudes de asistencia se puedan aproximar a las que había antes de la pandemia. Respecto al restaurante, una de las salidas es la colocación de mamparas en las mesas y el máximo aprovechamiento de la terraza. También tienen muy claro que extremarán todas las medidas de higiene y desinfección para que todos los que vayan a la Cueva de la Rocío estén completamente seguros.
Raúl Comba es uno de los referentes empresariales del flamenco en Granada. «Es importante –afirma– que tengamos en cuenta que hay muchas realidades sobre los escenarios; tenemos, por una parte, a los contratados por cuenta ajena y que cobran un sueldo, pero hay muchos artistas que son autónomos y que son empresarios». Bajo su punto de vista, la subsistencia sólo pasa por dos caminos. El primero es que haya respuesta del público teniendo en cuenta que hemos vivido una época muy buena y se ha producido una expansión mundial del flamenco. «Ahora todo esto se ha contraído», lamenta, «y sinceramente no atisbo una salida».
«Nosotros ya estamos valorando soluciones y no descartamos instalar mamparas en el restaurante»
Juan Andrés Maya, Cueva de la Rocío
Y es que no se trata tan sólo de que se estén anulando todos los eventos que se desarrollan en España, sino también fuera de nuestras fronteras. Este año no se celebrará el Festival de Flamenco de Alburquerque en México y tampoco habrá temporada en Francia. El segundo camino para esa subsistencia es el respaldo de los presupuestos públicos. «¿Es factible? ¿Hasta cuándo? ¿Cuál sería el nivel de prioridad? No lo sé», se pregunta y se responde Comba. «Tengo claro que hay que reinventarse, pero no sé cuál es la senda».
Y es que el flamenco estaba viviendo un gran momento en Granada. «Desde el punto de vista creativo, sin duda, se estaba produciendo una auténtica eclosión al cante, al toque y al baile», subraya Comba. Había una demanda en Granada que estaba evolucionando claramente al alza y, en consecuencia, también se estaba ampliando la oferta. Tanto que en los últimos años se ha multiplicado por dos. Sigue habiendo las mismas zambras (cuatro), pero se ha doblado, por ejemplo, la cifra de tablaos con una programación permanente. A todo ello habría que sumar la Chumbera, Flamenco Viene del Sur, Primavera Flamenca, los Encuentros Flamencos, recitales promovidos por las peñas... infinidad de citas que contaban con destacada asistencia de espectadores.
Los aficionados también estaban de enhorabuena porque este verano, más allá de ciclos como Lorca y Granada en los Jardines del Generalife, se iba a celebrar la primera edición del Festival Milnoff con la participación de treinta grandes figuras como Pepe Luis Carmona, Estrella Morente, Eva la Yerbabuena, Tomatito o Farruquito, a lo que había que sumar infinidad de actuaciones en calles y plazas (La Nitra, la Repompilla, Juan Ángel Tirado, Iván Vargas…). Milnoff ha quedado aplazado. «La fecha se determinará próximamente y se comunicará por todos los canales oficiales», dice el comunicado de la organización.
«Los artistas están desconcertados»
Si hay una persona en Granada que está al tanto de las inquietudes de los flamencos granadinos, esa es Marian González, directora de Patrimonio Flamenco del Auditorio de la Chumbera. «Ahora mismo –asegura Marian– lo que impera es la incertidumbre». «Los artistas están desconcertados;no saben si emplear este tiempo en crear, poner en marcha nuevos proyectos, fundar una compañía o sencillamente esperar acontecimientos», dice Marian González, quien considera que ha llegado el momento de que el Ministerio de Cultura o la Junta de Andalucía se sienten con el sector para valorar un plan de actuación. En este sentido, aboga por que sean los profesionales quienes den un paso adelante y que se escuche su voz en los centros de decisión.
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