El circo granadino, en la cuerda floja

Darío Dumont forma parte de la compañía La Nórdika, y es el presidente de la Asociación de Circo de Andalucía (ACA), que aglutina a 80 profesionales, desde hace año y medio. Comenta que «para nosotros, está siendo un momento de especial incertidumbre. Fuimos los primeros en cerrar, y seremos los últimos en abrir, según parece». En su asociación hay artistas de muy diverso perfil: autónomos que trabajan en solitario, directores de compañías grandes y que tienen gente a su cargo, y gente que trabaja 'la gorra', es decir, que viven de la voluntad de su eventual público. Desde el primer momento, han empezado a trabajar con la Junta y el resto de sus administraciones, en busca de soluciones para la precaria situación en que quedan. Además de hacer saber al público que Granada tiene mucho que decir en el circo, no solo a nivel nacional, sino internacional. «Cuando salimos a Europa y decimos que somos de Granada, nos preguntan por qué están saliendo de aquí tantas compañías de alto nivel», afirma Dumont.

El circo ha cambiado mucho. «No tenemos carpa, no viajamos de pueblo en pueblo. Nuestro perfil se acerca más al de una compañía de teatro, actuamos en salas, calles y plazas. En lo artístico, el circo es hoy un cruce de muchas disciplinas: teatro, danza, música… Y nos formamos en todas ellas. Eso no quiere decir que haya perdido su esencia: en el circo hay emoción, riesgo, sorpresa, payasadas. Si no, es otra cosa», afirma Dumont. ¿Quién 'compra' hoy un espectáculo de circo? «La mayoría de los clientes son instituciones públicas, directa o indirectamente. Solo una pequeña parte de los eventos en los que participamos son privados», asegura el presidente de ACA. Sigue siendo, las más de las veces, un espectáculo para todos los públicos, pero está cambiando el paradigma: hay espectáculos para niños, desde edades muy tempranas, y otros exclusivos para adultos. Con todo, la mayoría de las propuestas son familiares.

Cuando cualquiera piensa en circo hoy, se le vienen a la mente tres nombres de éxito: Circo del Sol, The Hole y Circo de los Horrores. «Estos tres nombres son fórmulas magistrales, pero la mayoría del circo no es así», comenta Dumont. Son compañías familiares, que viven una situación de incertidumbre máxima. Que esperan toma de medidas por parte de los responsables públicos. «Ahora mismo, nadie sabe nada. Y no se decide qué va a pasar con las fechas que tenemos pendientes. Muchas las hemos cancelado. Si esta situación se prolonga, va a ser my difícilmente asumible por parte de los profesionales, porque entre marzo y septiembre conseguimos el 80% de nuestros ingresos», asegura el presidente de ACA.

Como ya informó IDEAL, Miguel Ángel Moreno 'Bolo', y su compañía Vaivén Circus, fueron algunas de las primeras víctimas de esta crisis. Y lo siguen siendo. La escenografía de su espectáculo 'Esencial' sigue en Canadá, donde tenían previsto ir antes de recalar en Nueva York, han suspendido 14 funciones en abril, y están en riesgo ferias como Trapeci de Reus o al festival de Sibenik, en Croacia. Les han seleccionado para el Festival de Tárrega, uno de los más conocidos de Europa, que tiene lugar en septiembre, pero no saben si podrán acudir.

Entre los clientes están encontrando todo tipo de respuestas: «Todo el mundo afirma que quiere aplazar, pero no te aseguran nada. No sabemos hasta qué punto nos van a afectar los recortes, o si podremos recuperar el dinero perdido en gastos de producción. Gastamos en nuestra gira norteamericana 12.000 euros, que no sabemos si recuperaremos», comenta 'Bolo'.

Claudia Ortiz, de Tresperté, lleva cinco temporadas con 'Oopart', un montaje que se encontraba en el tramo final de su vida. Tenían, con todo, gira en Turquía en abril, en mayo en Italia, junio en Alemania y actuaciones en Hungría. El daño no ha sido poco. Claudia Ortiz pertenece a una generación de mujeres que están empezando a ser conscientes de que su papel va más allá de ser el elemento 'elegante y sensual' de un espectáculo. «Afortunadamente, hay muchas más mujeres que emprenden, que tienen compañías en solitario, aunque el escenario sigue tomado por los hombres».

La artista comenta que «estamos trabajando mucho en la creación de personajes. Hay cantidad de talento puesto en pie para crear espectáculos que sigan sorprendiendo». Sobre el futuro, afirma que «nosotros hemos tenido la suerte de poder acogernos a un ERTE, pero ello nos impide ensayar, como es lógico. Ojalá podamos volver en otoño, pero creemos que esta va a ser, quizá, una temporada perdida».