El hombre que fue la Alhambra
Granada acoge el estreno de 'Los constructores de la Alhambra', una película que busca cambiar la forma en la que miramos, entendemos y sentimos el monumento más visitado de España
La cola en las taquillas del Generalife es la habitual de un jueves en hora punta. Entre el barullo, un tipo elegante que viste chaqueta gris y zapatillas rosas respira hondo y sonríe divertido. «¡Amr!», le saludan tres trabajadoras del Patronato de la Alhambra. «¡Qué alegría verte!», exclaman. «¡Si es que pareces otro!». Tras los besos y los abrazos, una de ellas saca el móvil y muestra una fotografía de Amr Waked ('La pesca del salmón en Yemen', 'Syriana', Wonder Woman 1984') durante el rodaje de 'Los constructores de la Alhambra'. «¿Cómo es posible que siendo árabe nunca hubiera leído antes sobre Ibn al-Jatib?», se pregunta el actor al verse reflejado en la pantalla.
Unos segundos después, le indican que es el momento de entrar, que van a la Torre de la Cautiva para atender a los periodistas que han venido de toda España. Waked se pone pacientemente en la cola general. «No, usted por aquí, que es VIP. ¡No ve que usted construyó esto!», bromean.
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Son las once de la mañana y quedan nueve horas para el estreno de la película, en los cines del Serrallo Plaza. Waked camina por las veredas del monumento junto a Isabel Fernández, la directora de 'Los constructores de la Alhambra'. Ambos se sienten en casa. «No es que haya descubierto la Alhambra -dice Fernández-, la he entendido».
La primera vez que estuvieron aquí juntos, hace más de un año, Waked se paró en la puerta del Mexuar y leyó lo que ponía en las paredes. Fernández le miró asombrado y se reafirmó en lo importante de esta película. «Este es un edificio que te está hablando todo el rato y nosotros no somos capaces de captarlo -reflexiona la directora-. A través de la película, la gente que vuelva aquí se dará cuenta de que en todas partes están reverberando las palabras».
«La Alhambra es un edificio que mezcla la ciencia del espíritu con la ciencia de vivir. No hay ciencia sin espíritu, no hay edificio sin palabras»
Amr Waked
El protagonista de la película es Ibn al-Jatib, un auténtico renacentista del siglo XIV: poeta, astrónomo, arquitecto... «Cuando leí el guion me quedé en shock -sigue Amr Waked-. Como decía, yo no había escuchado su nombre antes y fue alguien importante. Alguien que unió la ciencia y el espíritu. La Alhambra es un edificio que representa esto, que mezcla la ciencia del espíritu con la ciencia de vivir. No hay ciencia sin espíritu, no hay edificio sin palabras».
El estreno de la cinta es el final de un viaje de nueve años de investigaciones y un presupuesto de 1.600.000 euros que culminaron en cuatro meses de rodaje en Granada. «La Alhambra es uno de los lugares más restrictivos y complicados para rodar en España y seguramente de Europa. Tuvimos que rodar en pequeños grupos y en franjas de dos horas... Pero el viaje ha merecido la pena», asegura Fernández.
El actor y la directora se reúnen con la prensa en el interior de la Torre de la Cautiva y allí explican los entresijos del proyecto. 'Los constructores de la Alhambra' es un documental poco habitual; una película con un importante foco humano que combina la ficción con las voces de los mayores expertos de la Alhambra. «Queríamos descubrir la ecuación artística que hace que cada vez que pisas un espacio de este edificio te genere una emoción fuerte -subraya la directora-. Una emoción que, por muchas veces que vengas, siempre está. Hemos intentado traducir el proceso creativo de los constructores para generar un espacio tan trascendente e impactante a nivel emocional».
«Queríamos descubrir la ecuación artística que hace que cada vez que pisas un espacio de este edificio te genere una emoción fuerte»
Isabel Fernández
Al echar la vista atrás, ambos coinciden en aquellos amaneceres silenciosos en el Patio de Arrayanes. «Entonces reinaba la sensación de que estábamos haciendo algo realmente grande», recuerda el intérprete egipcio. Waked vivió en Granada dos meses, tiempo suficiente, dice, para el romance: «Estoy enamorado de Granada. Tiene una parte de mi corazón. Es una ciudad en la que podría vivir».
Waked y Fernández, antes de irse de vuelta al hotel, visitan una vez más el viejo y conocido Partal. Al llegar allí, un chirimiri curioso hace que miren al cielo y abran las palmas de las manos. «Llover en la Alhambra», sonríe el actor, guiñando a una de las escenas de la película.
La película se proyecta este jueves por Granada, una semana antes de su estreno en los cines de toda España. Una película que es la historia del hombre que fue la Alhambra. «Ibn al-Jatib ha tocado algo muy profundo en mi alma», termina Waked.
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