La Casa de Jaén en Granada celebra una velada sobre rejoneo y poesía

La primera parte del evento estuvo centrada en un coloquio con el rejoneador Sebastián Fernández, cuya presentación corrió a cargo de Luis Javier Gutiérrez. El catedrático destacó su triunfal trayectoria, la «seriedad y tranquilidad» que ha transmitido desde siempre y el enorme mérito de «hacerse un hueco en un mundo muy difícil». Colocado entre los grandes rejoneadores del momento, Sebastián es «un caballista de alma completa y una buena persona» y a veces «da la sensación de que torea para él, lo que es algo excepcional». Grandes virtudes que seguro saldrán a relucir en una tarde de tanto compromiso para él como la del próximo 31 de mayo, cuando confirme la alternativa en la Feria de San Isidro.

Acto seguido se inició un turno de preguntas, en las que Sebastián Fernández abordó aspectos muy interesantes de su profesión y explicó las condiciones que debe reunir el caballo de rejoneo. También explicó las reacciones tan particulares que puede experimentar un equino en un día de corrida, motivadas por factores muy diversos como la mayor exigencia física, el estado del piso de plaza, el furgón en el que se desplaza e, incluso, los otros equinos de la cuadra.

Partiendo de la base de que «cada vez es más difícil sorprender al aficionado porque ya se han hecho cosas increíbles», aseguró que un caballo debe ser «artista y bonito y tener la capacidad de meter al público en la faena». Por ello hay que trabajar mucho y apostar fuerte por una gran cuadra, formada en su caso por 9-12 caballos con los que viaja habitualmente. En referencia al encaste Murube, justificó esta preferencia en las corridas de rejones por su mayor regularidad y por poseer un galope idóneo. Otra constante tiene que ver con el caballo lusitano, criado para torear por sus «mayores virtudes» con respecto al árabe y el español. El rejoneador granadino terminó su intervención transmitiendo que su concepto del toreo es hacer las cosas «con verdad, limpieza y pureza«.

Posteriormente tomó la palabra Guillermo Sena para presentar su antología poética 'Caballos sobre el ruedo', dedicada a la Peña Joselito 'El Gallo', la Casa de Jaén, al rejoneador Manuel Carvajal y a Gilberto Porcel Lozano. Esta obra, recién salida de la imprenta, tiene su origen en la necesidad de llenar el vacío de poemas dedicados al caballo en referencia a los que se han escrito sobre el toro. Por ello, la selección de poemas del propio Guillermo Sena y de grandes nombres de nuestras Letras se estructura en diez apartados, con diez poemas cada uno. Sus temáticas son Piropos al caballo torero, Caballos en faenas camperas, Caballeros en plaza (siglos XVI y XVII), Rompiendo plaza, Tercio de varas, El toreo a caballo y rejoneadores, Recuerdos Doloridos y Fiestas para final.

El acto concluyó con la entrega a Sebastián Fernańdez del icono de la Peña Joselito 'El Gallo', por parte de José Rogelio Muñoz y la firma del libro a los presentes.