JOSÉ MANUEL ZAPATA | TENOR
«Estas canciones son una clave sonora para quienes nos enamoramos bailando agarrados»El granadino acaba de publicar su nuevo disco 'Gigantes', donde acerca clásicos del pop a nuevos públicos a partir de versiones sinfónicas
El granadino José Manuel Zapata (1971) no ha dejado de reinventarse desde que era un chiquillo. Camarero que cantaba emulando a José Luis Perales, chico ... de coro, tenor de repercusión internacional –aún se recuerda su Almaviva en el Metropolitan de Nueva York–, divulgador incansable en radio y televisión de la música con mayúsculas y sus muchas virtudes –incluyendo aplicaciones para la gestión empresarial– ahora ha dado el salto al 'crossover' con un nuevo disco que acaba de publicarse en las principales plataformas de streaming. Lleva por título 'Gigantes' y en él vuelca su experiencia como oyente durante las últimas décadas para ofrecer 'al suo modo' un ramillete de clásicos compuestos y cantados por los más grandes del negocio.
–Ha sentido usted la llamada de la selva.
–(Risas) He sentido la llamada de mis orígenes, sí. He vuelto a esas canciones que han marcado mi vida, aquellas que hicieron que me enamorara de la música en Ricardo del Arco, 4, con mi abuela Concha escuchando juntos a Gardel, a Perales, a Serrat... Allí viví mis primeros amores: el amor a la vida, a las chicas... (carcajada).
–Cuando uno crece con una música, parece que se queda con ella para siempre.
–Está en nuestro ADN. Somos una partitura en blanco hasta que esa música con la que crecemos y que nos hace feliz rellena los pentagramas. Por eso nos fidelizamos a ella.
–Ciertamente, hay muchas personas de todas las edades que están volviendo a escuchar esa música imperecedera que algunos llaman 'revival'.
–Tal cual. Es una clave sonora que nos devuelve a aquella época en que aún bailábamos agarrados. Por ello, las canciones de Francis Cabrel, Pablo Milanés o Manuel Alejandro vuelven a estar de actualidad. Este 'Gigantes' camina en esa misma dirección.
–Parece que la industria haya vuelto la espalda a parte de la población.
–Sí, es curioso. El 95% de la música que se produce hoy está pensada para un determinado segmento de edad, y eso no es bueno.
«Me gusta 'Un hombre solo' porque encierra una gran lección sobre la vida de los artistas»
–¿Le fue difícil escoger las canciones del disco?
–Muy difícil, sobre todo porque no lo hice solo, sino con la inestimable ayuda de Juanfran Padilla, que no es que haya arreglado los temas, sino que los ha recreado, directamente. Junto a la Orquesta de Extremadura, les ha dado un fuste y un lujo que no tenían. Él ha sido quien ha identificado los temas que más podían crecer en su versión sinfónica.
–El single es 'El sitio de mi recreo'. ¿Por qué el malditismo de Antonio Vega nos llega tanto?
–Porque pertenece a una dimensión artística en la que también se encuentran Pavarotti o Maria Callas. Son personas que desatan sentimientos en quienes, como yo, les hemos oído a lo largo del tiempo. No sabría explicar por qué. Para mí, 'El sitio de mi recreo' es una de las canciones más redondas de la historia del pop español, como poco. Como curiosidad, le diré que la escribió después de un atracón de ensaimada en Mallorca... Creo que Vega estaba tocado por la mano divina. Y no sabes por qué, pones un disco suyo o le oyes en cualquier plataforma de streaming y te toca el alma.
–¿Era usted muy mitómano?
–No mucho. Sí me declaraba como 'Testigo de José Luis Perales' en lugar de Jehová. Y luego, cuando tuve la oportunidad de conocerle, le admiré aún más. Es un ser humano excepcional y uno de los mejores compositores de canciones para otros que haya dado España.
–Entre las canciones del disco está 'Un hombre solo', de Julio Iglesias. Menuda declaración de intenciones.
–Es una canción que encierra mucha verdad dentro. Quise que estuviera en el disco porque desde que la escuchaba en mi radio cassette me pareció toda una lección de vida. Luego he comprobado que es tal que así. Cuando cierras la puerta de la habitación del hotel, tu única compañera a veces es la soledad.
–Canciones como 'La quiero a morir' serían hoy, en ciertos contextos, objeto de cancelación. ¿Hemos olvidado que el amor puede ser muy intenso porque hoy es muy 'espresso'?
–Sí. Tan 'espresso' como raro. Cancelan la canción del Dúo Dinámico 'Quince años tiene mi amor' y dejan en las plataformas otras letras que dan vergüenza ajena. Por eso, pienso, son tan necesarios discos como este. Tenemos que volver a decir 'Te quiero' de una forma mucho más poética, dejando espacio a la imaginación y a los sueños, yendo más allá del objetivo más primario, que parece ser hoy el único objetivo.
«Quiero que el público oiga melodías elaboradas, no introducciones de compás y medio»
–Con este disco, entonces, sigue usted haciendo pedagogía de la buena música.
–Es uno de los grandes objetivos de mi vida, sí. Quiero que el público se acostumbre a oír melodías elaboradas, no introducciones de compás y medio. Hay que volver a contar historias con las canciones, para sentirlas de otra manera.
–Temas como 'Hoy puede ser un gran día' son más necesarias que nunca, ¿no cree?
–Esa canción es el mayor ejercicio de motivación de la historia de la música. Me la pongo cuando tengo un día chungo, y me repito que cada día que vivimos es imposible de recuperar, como dice Joan Manuel Serrat, y que no hay que dejarlo escapar.
–Definitivamente, quienes hicieron estas canciones estaban hechos de otra pasta.
–Sobre todo tenían talento y capacidad de trabajo, algo que quizá hayamos perdido.
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