Buenos chistes para un cómico del montón
Crítica ·
Se trata del buen guion que yace tras su 'Gran Emigrante' con el que Manu Sánchez enhebra los chistes consabidos de siempre, que todos los cómicos cuentan siempre lo mismo
Sobreabundan ahora los cómicos en solitario. A diferencia de los grandes del humor, como Chaplin, que rodeaban su soledad de buenos secundarios o de los ... dúos famosos que remedaban la pareja de clowns, estos hijastros del Club de la Comedia basan toda su gracia en los chistes que cuentan más que en cómo lo hacen. Es el caso de Manu Sánchez que habla y habla sin parar ministrando tacos a destajo y tópicos a diestro y siniestro.
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Sin embargo ahí donde muchos fallan, él ha encontrado su filón. Se trata del buen guion que yace tras su 'Gran Emigrante' con el que enhebra los chistes consabidos de siempre, que todos los cómicos cuentan siempre lo mismo. Un extraterrestre llega a la Tierra y va analizando las peculiaridades de los terrícolas, de los blancos, de los españoles, de los andaluces… Como a todos los demás cómicos de hogaño, el texto se la da hecho la actualidad, de los catalanes, al rey emérito, y del sexo y sus devaneos a los anuncios de la tele, pasando por supuesto por la Semana Santa de Sevilla… Si acaso algún chiste nuevo y eso es de agradecer, entre el montón de humoristas, todos iguales y sin distanciarse demasiado este gaditano que ejerce de andaluz.
La proeza está en memorizar cientos de ellos, entablillarlos a buen ritmo y aguantar dos horas y pico sobre el escenario. Poco más para un Corpus sin procesión en las calles ni calidad en los teatros.
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