«Bambino me ha mostrado la luz que debo seguir»

Gracias al éxito de este álbum, Manuel Lombo continúa por segundo año consecutivo con la gira de este trabajo discográfico en el que versiona catorce temas de los más conocidos de Miguel Vargas Jiménez, Bambino, el denominado 'cultivador de la rumba dramática'. Estará acompañado en el escenario por la guitarra de Víctor Rosa, el piano de Fernando Romero, los jaleos de Cristina Tovar y Laura Marchena y la percusión de Óscar Robles.

–¿Cree que Bambino está reconocido como flamenco?

–Bueno, yo creo que es bandera discutida. Hay quienes dicen que sí y otros que dicen que no. El caso es que está ahí y este año que hemos tenido esta gira me han llamado de bastantes festivales flamencos, como en La Unión o la Suma Flamenca para que Bambino estuviera ahí. Yo no soy quien ni para desacreditar su figura ni para reivindicarla dentro del mundo del flamenco, el caso es que su música está ahí y creo que es lo interesante.

–¿Por qué se le conoce como el 'cultivador de la rumba dramática'?

–Porque una parte importante de su estilo eran las canciones por rumbas, que era uno de los de los compases que utilizaba para hacer sus letras, junto con la bulería.

–¿Su disco 'Lombo x Bambino' es una reivindicación o una deuda?

–Ni una cosa ni la otra. A mí la música de Bambino me viene acompañando desde mi juventud. Empecé a escucharlo cuando tendría 16 años. Este disco simplemente ha sido tomar prestadas canciones y hacerlas yo. No creo que me merezca explicación porque su figura ha sido grande con el paso del tiempo. De hecho su música sigue siendo parte de bandas sonoras de películas. Después de veinte años muerto la gente sigue conociendo a la perfección las canciones que popularizó. Lo que yo he hecho más bien ha sido tomar sus canciones prestadas y disfrutarlas.

–¿De qué manera se acerca a su legado?

–Este acercamiento ha sido mucho a nivel instrumental. Cuando empezamos a hacer el disco vimos que sus canciones había que hacerlas con el estilo que tenía, es decir, con unos jaleos muy pronunciados, muy exagerados, con unas palmas muy espontáneas, con una guitarra que no solo tocara sino que golpease acompañando. Creo que ésta era la esencia del estilo y de la forma de hacer la música que tenía, una música muy de los años 60-70. Cuando empezamos a trabajar vimos que no cabía una melodía bonita como se hace ahora. Cuando se oye el disco, tanto en la parte más acústica como en la parte instrumental, realmente suena a las orquestaciones que hizo Solano en aquella época. Hemos respetado mucho eso y ahí tienes a ese aire añejo.

–¿Qué aporta Marina Heredia a su trabajo, con la que ha grabado un dueto?

–Bueno, pues ha aportado lo que ella es realmente, mucha fuerza, vigor en la voz y graba una rumba con mucho poder. Marina es un referente actual del flamenco y creo que ha dejado su sello en este trabajo.

–Lleva dos años rodando este espectáculo. ¿Está satisfecho del recibimiento del público?

–Muy satisfecho. De hecho hoy mismo me han confirmado dos fechas para el año que viene, o sea, sigue habiendo demanda de este espectáculo. Algo que nació tan solo para un concierto en Sevilla, en el teatro de la Maestranza, con idea de hacer un disco, ha pasado por los principales teatros de Andalucía: Casa Colón de Huelva, Gran Teatro de Córdoba, Cervantes de Málaga, ahora en Granada, Madrid, Murcia…

–¿Cuál es el próximo paso de Manuel Lombo?

–Estoy en varios proyectos, pero uno de ellos, que debe de ser inminente, es un nuevo disco y puedo anticipar que quiero hacer algo en esta línea que tanto ha funcionado: hacer versiones de canciones llevándolas al terreno aflamencado de la bulería y de la rumba. Bambino me ha dado muchas satisfacciones y entre ellas me ha mostrado el camino, la luz que debo seguir.