Cuando el bajo se convierte en alto
flamenco / crítica ·
jorge fernández bustos
Domingo, 13 de junio 2021, 01:42
Músicos: Julián Heredia (bajo eléctrico); Jacob Abel (guitarra eléctrica); Robert Chacón (piano); Benjamín Santiago 'El Moreno' (batería); Rubén Llorach (percusión). Lugar y fecha: ... Teatro Isabel la Católica, 11 de junio de 2021.
Publicidad
No es normal que el bajo eléctrico ostente el protagonismo en un concierto y menos de flamenco. El viernes sin embargo así fue. El bajista y compositor flamenco Julián Heredia –tocado por los ángeles– redondeó el directo que le da nombre a su primer y, por ahora, único disco en solitario '1 de cal y 9 de arena'. Y decimos en solitario porque ha grabado a lo largo de su dilatada carrera, pese a su juventud, con multitud de artistas del panorama local e internacional. De hecho es llamado por las más variadas producciones (sobre todo de jazz y flamenco) para que aporte su sensibilidad y buen hacer con las cuatro cuerdas.
Será por la pandemia, pero también por la falta de organizada vertebración en el flamenco granadino, que el aforo no suele cubrir las plazas deseadas. Algo estamos haciendo mal. Cada artista flamenco rema su propia canoa y, si medra o se ancora, depende de sí mismo.
El concierto fue ni más ni menos un recorrido por los temas del disco, participados en distinto orden para la ocasión, más algunos añadidos y versiones adaptados a los artistas invitados con los que Julián contaba. A saber, Diego Amador, en su turno, interpretó unos fandangos en solitario –voz y piano– cercanos al decir de Camarón. Seguidamente entabló un diálogo con el bajo de Heredia. Farru, el nieto de Farruco, que esta vez no vino a mostrar su baile, sino a acompañar a la granadina Chonchi Heredia cantando el conocido bolero 'Bésame mucho' en clave de jazz; aunque también tañó la guitarra y aportó el poderío de su danza. (Por cierto, no estaría mal que el teatro invirtiera al menos en microfonía para los pies.) Para el fin de fiesta, que vino por seguiriyas ('Ziryab') y en donde primó la improvisación y el calor del momento, a todos los actuantes, se les unió el cantaor Kiki Morente y el percusionista Rubem Dantas. Es curioso, y el presentador así lo advirtió, que en todos los invitados al concierto ya había puesto sus ojos Paco de Lucía, guitarrista emblema que tácitamente planeaba entre las composiciones del bajista granadino y por ende en todo el concierto, haciéndose presente en las aportaciones de Amador o en el fin de fiestas. A los postres, mientras todos los intérpretes hacían compás, saltó al escenario su sobrina Estrella, que no debía de tener más de cinco años y que se dio una graciosa pataílla por bulerías.
Publicidad
Reconocibles igualmente fueron los temas que tejieron el concierto con el bajo como voz cantante, como no podía ser menos, dueño de la melodía y de la queja. Podemos sobresacar, por ejemplo, 'Siete por ocho', de un difícil compás para el flamenco, con una sugerente introducción de tambores metálicos (Rubén Llorach); 'Mi barrio', con un 'obstinato' de base que dejaba el campo abierto a aplaudidos solos; o 'Mi luna', dedicado a su hija.
No perdamos de vista a este bajista granadino, llamado a crecer y a llenar estadios más pronto que tarde.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión